10 años | Décimo día

54K 4.7K 4.6K
                                    

Itachi lo había ido a visitar hace dos días mientras estaba en sus horas de descanso, y en esos días, su hermano mayor se quedó asombrado por lo bien que estaba creciendo Naruto día a día; porque básicamente estuvo a punto de soltar una lágrima por haber pensando que a tan sólo pocos días atrás, lo había visto como a un bebé.

Itachi había jugado y se había divertido mucho con el rubio, se llevaron muy bien, tanto, que hasta el vampiro lo había apodado "Ojeritas". Sí, Itachi esos días trajo a casa unas ojeras bien marcadas, cosa que preocupó a Sasuke y lo estuvo preguntando, pero su hermano mayor sólo le dijo lo que hace el trabajo, ya sabes.

Antes de que Itachi se fuera nuevamente al trabajo, le comentó que dormiría en casa de uno de sus compañeros del hospital, debido a que tenían que hacer un curso que su jefe les había pedido y que creía necesario que todo enfermero lo hiciera. A Sasuke no le importó, ya se había acostumbrado a cuidar por sí solo a Naruto, no obstante, cuando el pequeño vampiro tuvo seis y ocho años, lo había tenido un poco complicado. Pero ahora era totalmente diferente, ahora Naruto tenía diez años y ya no hacía tantas tonterías y locuras como antes.

A pesar de que su hermano mayor le había dicho que no hacía falta que Naruto consumiera otros alimentos, el rubio casi se lo pidió suplicando cuando conoció una nueva comida: el ramen. Sasuke supo que el gusto del vampiro por la sangre del frasco no siempre iba a durar, como también sabía que Naruto se moría por probar cosas nuevas, lo cual hizo nada más cumplió los seis años.

Sin embargo, las cosas siguieron complicándose para Sasuke.

Ahora, con un Naruto de diez años, siendo el décimo día para el lobo, le estaba enseñando al rubio a poder transformarse en su forma animal, un murciélago.

—Vamos, Naruto, tú puedes. —lo animó con un tono cansado, no tan notable.

A medida que el pequeño rubio fue creciendo, tuvo diversos problemas para conseguir transformarse en su forma animal. Un vampiro a esa edad ya tendría que haberlo logrado, o más bien, un vampiro a sus seis años ya tendría que haberlo hecho, pero Naruto era diferente, muy diferente.

Los días anteriores Sasuke estuvo haciendo todo lo que pudo para ayudarlo, sin saber con certeza si lo hacía bien o mal. Se le había olvidado consultárselo a su hermano mayor, pero prefirió no llamarlo esos días para que no tuviera ninguna distracción o molestia mientras estaba en el curso. Así que, con sus ideas como sustentantes, Sasuke probó suerte: le había pedido a Naruto que se subiera y se pusiera de pie en el respaldo del sofá, mientras que él le incitaba con las manos a que saltara, se convirtiera en murciélago y volara.

Pero nunca antes se esperó que fuera TAN complicado.

—Vamos, Naruto. —siguió Sasuke, esta vez señalándolo con el dedo índice a modo de advertencia—. Si no lo consigues hoy, esta noche no cenas ramen. —esperaba que el vampiro viera esas palabras como quisiese, amenaza o no, a Sasuke no le importaba. Quería que Naruto lo consiguiera esta vez.

Naruto se tensó de inmediato por lo que le dijo Sasuke. Aún subido en el respaldo del sofá y el lobo sentado en el suelo en frente de él, Naruto comenzó a jugar con sus dedos a modo de distracción. Él quería cenar ramen, le encantaba el ramen, ¿por qué Sasuke le quería prohibir de tal delicioso manjar?

—P-pero Sasuke, tengo miedo, ¿y si me caigo otra vez? —preguntó en un tono titubeante, tragando saliva.

Naruto observó desde arriba cómo Sasuke clavó su oscura e impactante mirada en sus ojos, provocando que un escalofrío recorriera su columna vertebral. Que Sasuke lo mirara así lo ponía aún más nervioso, no sólo por el hecho de que caerá en sus brazos, sino también porque por un momento pensó que iba a caer en la boca del lobo.

Niñero de un vampiro ↠ SasuNaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora