Capítulo 14: A causa del alcohol.

Zacznij od początku
                                    

Nadie parece estar de humor. Elliot perdió la pelea, Kendra parece perdida en su mundo y yo estoy preocupado por un beso que no pasó. A esta noche le falta alcohol. Mucho alcohol.

—¿Vinimos a ahogar nuestras penas o no? —Intento sonreír y animar a los dos chicos en frente mío. Ambos me miran y sonríen cuando ven las copas que nos ha dejado el barman.

Que empiece la fiesta.

Llevamos bailando lo que parecen ser horas, o también podrían ser minutos

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

Llevamos bailando lo que parecen ser horas, o también podrían ser minutos. No lo sé, dudo que alguno de nosotros lo sepa. Estamos casi por la novena copa... ¿O es la décima?

Bailamos los tres apretujados en el medio de la pista. Todo da vueltas, los sonidos de la música electrónica parecen venir desde muy lejos y los movimientos de mi cuerpo parecen ser guiados por otra persona. Amo estar borracho, aunque me arrepienta de esto mañana por la mañana.

Mientras bailo y canto la canción, miro fijamente los pasos de baile del peliazul. Está hermoso con su cabello ligeramente despeinado y la capa de sudor que cubre su piel. Y no sé si es por el alcohol o no, pero me dan ganas de lamer su piel, hasta el último centímetro. Sus labios entreabiertos cantan la canción, tiene los ojos cerrados y las manos en el aire. Está tan borracho como Kendra y yo.

En un segundo abre sus ojos y me descubre observándolo. En un estado más consciente de mí mismo hubiese apartado la vista, pero estando como estoy ahora solo puedo dirigir mis ojos a sus labios. Quiero perderme en esa boca. Me acerco más a él y sonrío, provocándolo. Inesperadamente, me devuelve la sonrisa. Otra faceta más de él que me encanta. El Elliot borracho.

En este momento no me importa nada más. Todo el maldito boliche podría desaparecer y yo seguiría bailando así de cerca con Elliot.

Él se acerca un poco más, lo escucho cantar y me pierdo en sus labios. Ninguno de los dos deja de bailar en ningún momento y de un instante a otro sus labios se posan en los míos, acariciándolos. Estoy sorprendido, sí, pero no es tiempo de reflexionar mis acciones o las suyas. No tardo en mover mi boca sobre la suya.

Mis manos van a su cadera acercándolo un poco, pero sin llegar a tocarnos; sus manos, en cambio, tiran fuerte de mi cabello presionando aún más el beso. Abro mi boca para él, porque estoy tan desesperado como Elliot. Y no entiendo de dónde salió tanto anhelo por sentirlo o si es solo producto del alcohol.

¿Siempre lo deseé?

¿En qué momento empezó a atraerme de esta manera?

No es normal.

En cuanto su lengua entra en mi boca, siento una presión en mis pantalones. Dios, este chico. Estoy seguro que es por haber estado tanto tiempo en abstinencia, pasó tanto tiempo desde la última vez que tuve sexo, y tener a Elliot con sus manos tirando de mi cabello y su lengua frotando la mía es lo más excitante que haya sentido jamás, no me quiero imaginar lo que sentiría con algo más que un beso.

Nos besamos con desesperación, como si fuera nuestro último minuto en la Tierra.

Nos besamos hasta que ya no podemos respirar; y luego nos separamos, nos miramos, tomamos aire y volvemos a empezar.

Nos besamos por lo que parecen largos minutos; minutos que parecen horas.

Quiero más de este chico, no importa lo que eso signifique. El significado de lo que me pasa con Elliot dejó de importar hace mucho.

Intento auto convencerme de que es por el alcohol. Todo es culpa de el maldito alcohol. Y de la novena o décima copa.

Pero esa idea se esfuma en cuanto sus caderas se pegan a las mías y siento que está igual de duro que yo. Todo tipo de pensamiento desaparece y todo lo que hay en mi cabeza en este momento es Elliot, la canción electrónica y más Elliot.

Suelta un gemido en mi boca y yo siento que me derrito en él. Una delicioso cosquilleo se acumula en mi entrepierna. Una parte de mí me dice que lo separe, lejos, porque está borracho y no quiero que no se acuerde de este beso mañana, porque es su primer beso, y me lo está dando a mí. Y yo también estoy borracho, y no quiero olvidarme de esto.

No quiero olvidarme de este sentimiento.

Pero el deseo es mayor a mi sentido común y dejo que refriege su cuerpo contra el mío, porque yo lo necesito tanto como él.

O quizás es solo por el alcohol.

Blue. Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz