2 y 5 años | Segundo y quinto día

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Desde que Itachi le había dejado al cuidado de Naruto y había vuelto al hospital a seguir sus horas de trabajo nocturnos, Sasuke lo tuvo realmente difícil.

No entendía por qué en los brazos de su hermano mayor Naruto había estado la mar de a gusto, en cambio, en los suyos, se había despertado y se había puesto a llorar y gimotear sin parar, como si su llanto fuera eterno y no se pudiera solucionar con nada.

Sasuke suspiró resignado mientras balanceaba lenta y suavemente al bebé entre sus brazos, tapándolo mejor con las suaves telas. Estuvo unos largos minutos así desde que Itachi se fue...

—Sshhh —siseó lentamente él, queriendo que el niño se callara un poco, se durmiera y le dejara la noche tranquila, pero no fue así, porque por sólo tener esos pensamientos, Naruto lloró más.

De alguna manera estaba acabando con la paciencia de Sasuke. Nunca supo cómo diablos cuidar a un bebé, porque nunca tuvo uno, y mucho menos sabía cómo hacerlo con un bebé vampiro. ¿Es que acaso el mundo lo odiaba, lo estaba probando? Sasuke siguió balanceando con lentitud a Naruto, mientras que él cerró los ojos para coger una bocanada de aire y soltarlo en un profundo suspiro, queriendo relajarse y no perder la paciencia.

Los bebés no eran lo suyo.

Sasuke abrió los párpados y bajó la mirada al estar sintiendo un leve tirón en su sudadera. Se sorprendió por ver cómo Naruto estaba agarrando la tela de su ropa entre su puñito, como si no quisiese soltarlo nunca. El azabache sabía que si un bebé te agarraba, era un poco imposible que te soltara tan fácilmente; lo supo por las experiencias de su hermano mayor.

Dejó de balancear a Naruto lentamente. Sasuke se dio cuenta de que sus gimoteos habían cesado y que su llorera anterior había disminuido, hasta dejarlo sólo hipando por lo bajo. Suspiró con verdadero alivio, al fin Naruto se había calmado por completo, y a ser posible, esa noche el bebé lo dejaría dormir en paz.

Sasuke bajó la mirada y se quedó observando al pequeño entre sus brazos. Se había quedado plácidamente dormido, aún con su puñito aferrado a su sudadera. Había estado más de media hora intentando calmar a Naruto, y por fin, antes de que pudiera lograr acabar con la paciencia del lobo, el rubio se había dormido.

El azabache subió las escaleras hasta el segundo piso de su casa y caminó lentamente por el oscuro pasillo hasta dar con la habitación que sería de invitados. Sasuke agarró el puñito de Naruto y tiró delicadamente de él para que el bebé se zafara del agarre en su sudadera, cosa que consiguió. Se acercó a la cama y acomodó al vampiro en el cómodo colchón, lo tapó un poco con las sábanas para que no pasara frío y puso algunos cojines alrededor de su pequeño cuerpo, para que estuviera más a gusto como en una cuna.

Sasuke volvió a enderezarse y con sus manos en las caderas, contempló unos segundos al bebé. Pensó que esa sería una buena forma de que Naruto durmiera bien, después de todo, mañana el vampiro ya tendría dos años, y en serio esperó que no lo despertara por la noche con su llorera.

Grave error el haberlo pensado. Nada más pasadas dos horas, Sasuke se tuvo que levantar de la cama con algo de mal humor, Naruto había vuelto a llorar como en un principio, y en el momento en el que escuchó sus llantos, Sasuke gruñó contra la almohada y se levantó. Por Dios, sólo habían pasado dos horas, dos horas en las que él había conseguido caer en los brazos de Morfeo, ¿por qué un bebé lloraba tanto?

Sasuke entró a la habitación de invitados, la cual se encontraba al lado de la suya propia, y volvió a suspirar con pesadez. Se acercó a la cama en donde estaba Naruto, y lo vio moviendo sus pies y sus manitas mientras lloraba y cerraba sus ojitos. Sasuke puso una mueca de desagrado, le estaban cayendo peor los bebés. Antes de coger a Naruto, él bostezó y se frotó la cara con una mano para despejarse un poco, después, lo cogió en brazos y comenzó a balancearlo como antes.

Niñero de un vampiro ↠ SasuNaruWhere stories live. Discover now