– Tengo que pedirte un favor – hablé con determinación, ignorando el hecho de que estaba muy perturbado – Tienes acceso a archivos sobre asesinatos, ¿verdad?

– Claro que sí, mi amigo. A eso me dedico, ¿no?

– ¿Están actualizados?

– El último llegó hace diez minutos, ¿por qué? ¿Necesitas hacer un informe para la escuela?

Ahora hablaba agradablemente como siempre lo hacía, pero debía arruinar su alegría, debía preguntarle por la muerte de su gran amigo. Tomé aire antes de hablar.

– Necesito los detalles sobre la muerte de Andrew Nolan

Durante unos segundos nadie dijo nada, incluso llegué a creer que la llamada se había desconectado.

– ¿Es una broma, verdad? – preguntó tartamudeando

– Desearía que lo fuera, y aún tengo la esperanza de que lo sea, por eso preciso que revises los archivos, por favor.

Es verdad, todavía me parecía una mentira, y lo seguiría siendo hasta que oiga las mismas palabras de la boca de un policía investigador.

– Enseguida Wes, no te preocupes.

Escuché cómo golpeaba las teclas de su computadora.

– ¿Ves? Todo está bien, no hay ningún archivo de Andrew--

Se interrumpió para dar un respingo.

– Aquí está – tragó saliva y comenzó a leer – "El individuo participó de un encuentro extremadamente violento contra dos o quizá tres individuos a eso de las tres de la madrugada a las afueras de la cuidad, produciéndose la muerte unos minutos después. El motivo se desconoce, pero se sospecha de un golpe en la cabeza de mucha intensidad.

Su tono había cambiado completamente, ya no se oía como un amigo, sino como un frío y distante profesional. Hablaba muy calmadamente, como queriendo comprender cada palabra que leía.

– "Posteriormente su cuerpo fue incinerado junto a bolsas llenas de basura por los mismos asesinos, y abandonado enseguida. Un solitario transeúnte se acercó al advertir el humo, logrando ver el cuerpo ardiendo, y se comunicó inmediatamente con la policía.

Sólo algunos restos quedaron en el lugar, pero fue suficiente para identificar a la víctima. Eh, Andrew J. Nolan, cirujano y especialista en trasplantes, adinerado padre de gemelos. Dependencias en Atlantic Avenue, Boston

"Esta información está actualizada y es 100% verídica." Sólo, no lo creo – opinó una vez terminó la lectura – ¿Ustedes están bien, necesitan de algo?

– Gracias, pero estamos bien, y lo estaremos mientras vivamos aquí y tengamos a Karen. Ven a visitarnos cuando puedas – suspiré – lamento que te hayas tenido que enterar de esta manera. Adiós.

– Adiós, cuídense mucho

Me di cuenta que Mason y Karen habían permanecido atentos a mis espaldas durante toda la conversación.

– Pues bien – dije – ese tal doctor Miller decía la verdad.

– Ya veo – suspiró Karen

Todos nos sumimos en un inmenso y eterno silencio, donde cada uno reflexionaba para sus adentros. Un agudo silbido se apoderó de mi cabeza por algunos segundos, pero hice como que no lo oía.

¿En verdad había muerto? Era tan difícil concebir esa idea, aún no lograba entenderlo. Miré por la ventana mientras el amanecer se hacía cada vez más notorio e iluminaba lentamente la obscura sala en la que estábamos. Ya eran las siete.

Von dem Schatten (Desde las Sombras)Where stories live. Discover now