15.- ¿Qué es?

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De nuevo ahí está, ese dolor en el pecho que no puedo entender. Básicamente sé que es por algo y que tiene un nombre, ¿pero qué nombre debo ponerle? Solo sé que está ahí desde que encontré a Jacey en el baño.

— ¿Glenn? ¿Me estas escuchando?— Glenn Harris, ese es mi nombre, tengo veintinueve años, vivo en un departamento donde no admiten mascotas... y tengo algo llamado Alexitimia, eso es la incapacidad para expresar verbalmente las emociones debido a que estas personas no son capaces de identificar lo que sienten, entenderlo o describirlo.

— Estaba pensando en otra cosa— Arashi hace un gesto. ¿Está molesto? ¿O solo le causo gracia? Creo que Arashi nunca se molesta.

— ah sí ¿y se puede saber qué?

— no.

— bueno... ¿quieres que prepare algo más? la sopa estará pronto. Aunque deberías ser tu quien me invite a comer, sigo incrédulo porque te fuiste sin decirme.

— no pensé que fuera importante, solo eran dos días— el día que regrese él dijo que sí se había molestado porque no le dije que me iba y por eso está aquí, preparando una sopa de miso como compensación. Si no me dice que está molesto yo no lo sabré. Así ha sido mi vida desde que tengo memoria, es parte de tener Alexitimia.

— bueno, para la próxima dime esas cosas. No me molesta que lo hagas— ¿molestar? Sentirse molesto... no entiendo cómo es eso— oye, has estado un poco distraído desde que regresaste ¿paso algo?

— la reunión fue bien.

— ah...— veo que sus cejas se arrugan, pero ¿está enojado o confundido o solo está pensando? Ni siquiera sé que es todo eso. Arashi cocina muy bien la comida japonesa que me gusta, y rápido. Él me cuenta cómo va su trabajo en la empresa de software donde trabaja por las noches, él también es muy hábil con las computadoras y esas cosas de tecnología. Conozco a Arashi desde niños. Últimamente se queda hasta que tiene que irse a trabajar, como hoy.

— yo lavo los platos— si lo hace él llegara tarde a su trabajo.

— Igual lo ibas hacer tu, es tu castigo por irte sin decirme— él solo se va después de decirme adiós. Yo tengo un empleo en un colegio, enseño matemáticas a los estudiantes de secundarias. Tengo poco que entre a ese colegio. Las matemáticas son fáciles de entender, una ecuación puede resolver un problema, o dos y siempre funciona para lo mismo. Los humanos son más difíciles de entender.

Todas las mañanas me levanto a las seis, me aseo y arreglo mis cosas antes de desayunar. Luego camino dos cuadras para ir la parada del autobús que me lleva al colegio. El autobús hace ocho minutos en llegar a la parada más cercana al colegio y luego camino tres minutos más para entrar exactamente a las siete diez de la mañana.

Todos los días soy clase, los lunes, martes y miércoles a cuatro grupos. Jueves y viernes solo a tres. No llevo desayuno porque en ocasiones los estudiantes me piden que explique particularmente algún tema y no sé cuándo pase eso. Los días que no lo hago voy a la sala de profesores donde leo las noticias del día en un periódico. Ah, hoy si vino... Jacey. Él siempre me saluda, excepto hoy. Tampoco había venido aquí en los últimos días ¿es por lo que paso? No entiendo de eso. Supongo que debió ser algo muy desagradable, ¿pero tan desagradable? Eso ya no puedo ni imaginarlo.

—Para definir las razones trigonométricas de un ángulo cualquiera, se dibuja una circunferencia de radio 1. Los puntos sobre esta circunferencia tendrán por componente x el valor del coseno del ángulo y por componente y, el valor del seno del ángulo...— ¿bastara eso para cambiar a una persona? Sería más fácil de descifrar con una fórmula matemática.

Cuando decir "Te quiero" no es posibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora