5.-Tormenta

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La casa de Glenn está cerrada, lo cual me hace ver la hora en el reloj de pulsera que llevo. Es algo tarde, él ya debería estar en casa. Los departamentos que rentamos son contiguos, no me atreví a decirle jamás que rentáramos uno solo y pagáramos la mitad de la renta, aun así tengo la llave de su departamento. Desde hace un par de años que trabajo en una agencia de software, y usualmente me encargo del turno nocturno, y ahora Glenn tiene un nuevo trabajo en otra escuela. Tengo tiempo que no lo veo como me gustaría ¿debería prepararle algo para comer?

Conozco a Glenn desde que éramos niños, nuestras casas estaban frente a frente, así que desde que tengo memoria he vivido cerca de Glenn. Que ahora vivíamos también juntos no es coincidencia, aunque así se lo hice ver a él. El departamento de Glenn esta siempre tan ordenado, que parece que no vive nadie ahí, de no ser porque no hay polvo. Mi reflejo en el espejo de la entrada es lo único que se mueve.

- ¿Arashi?

- ah, me has descubierto- le sonrió a Glenn por el espejo. Glenn siempre fue muy alto para la edad que tenía, y yo soy más bien bajo para el promedio, pero no es culpa mía, los genes orientales no son muy altos a excepción de Glenn. Tanto Glenn como yo somos en parte orientales y quizá por eso me uní mucho con él cuando éramos niños, yo sentía que no pertenecía a ningún lado. No parezco muy oriental, mis ojos no son muy rasgados aunque mi cabello es lacio y oscuro.

- ¿Qué hacías aquí?

- Pensé en hacer algo de comer... pero veo que ya traes algo- trato de ocultar mi decepción cuando veo las bolsas de comida que lleva Glenn.

- sí. Es de un restaurant nuevo que conocí hace días- pero que mala suerte, bueno, que se le va hacer- traje esto para ti- dice.

- Oh, ¿Qué es?- pregunto.

- Panecillos de tomate- dice, dándome una bolsa de las que lleva- te gustan ¿no?

- si, gracias- hace años, un gesto como este me habría hecho casi saltar de alegría. Pero si algo deben saber de Glenn, es que él nunca hará un gesto como este porque sienta algo especial por los demás. No.

No, de hecho Glenn jamás expresa sus emociones. Él no sabe si yo estoy feliz o triste. Glenn no tendrá jamás esa empatía por los demás, no la sintió antes, no la siente ahora y no la sentirá después. Es así desde que recuerdo.

Alexitimia. Eso es lo que le impide a Glenn sentir... o mejor dicho, saber que siente. Glenn si puede sentir, pero no tiene la más mínima idea de lo que siente, para él es algo tan simple como un dolor de estómago más.

- nos los dieron en el restaurant.

- ¿nos?

- fui con alguien- dice, siempre con el mismo tono, sin cambiar la expresión. Él tampoco entiende porque sonrió o porque me emociono por algo, mucho menos sabe si estoy triste o preocupado.

- Creí que todavía no hablabas mucho con los otros profesores- Glenn es incomprendido por eso, nadie se toma la molestia de averiguar más de él, solo van y asumen que Glenn es frio y distante porque sí. Eso me molesta.

- hablo con algunos. Esta persona también me dijo que la comida en él restaurant es buena y tenía razón.

- oh, entonces tienes un amigo.

- ¿Amigo?- claro, si yo no se lo digo, para él no será más que otra persona más que trabaja en el mismo lugar que él.

- supongo ¿no?

Cuando decir "Te quiero" no es posibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora