Capitulo 10

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Hoola, aquí estoy de nuevo, antes que nada quiero pedirles si se pueden pasar por las historias de mi amiga AbiStayStrong  son muy buenas y tienen muy buen trama, en fin les dejo el capi de hoy, acuérdense de comentar.

CAP 10

-          Hola. – me saludo ella muy simpática y cálidamente.

-          ¿Cómo estás?- le pregunte mientras me acercaba a ella para depositarle un suave beso en su mejilla. Acción que hizo que se paralizara y se sonrojara un poco.

-          Bi.. bien ¿y tú? – dijo mientras el dulce color rojo de su cara se le pasaba.

-          Bien. Ven, vamos a mi despacho.

Era temprano eran las 8.30 a.m.  de la mañana. A esta hora abrimos el bar para la gente que pasa a tomar su desayuno. Pero Sophie se había adelantado unos minutos antes para esperarme.

Nos dirigimos hacia mi oficina,  le pedí a Deborah que nos trajera un poco de café, pude notar los nervios de Sophie. Jugaba impacientemente con sus dedos sobre su regazo. Decidí empezar la conversación antes de que los nervios se comieran a esta mujer.

-          ¿Y bien? – pregunte mientras fingía acomodar algunos papeles sobre mi escritorio.

-          Yo…  Andrew esto es totalmente nuevo para mí.  Nunca había trabajado de camarera y realmente no sé si estoy preparada pero necesito trabajar y distraerme con algo hasta que llegue el evento de la exposición de cuadros y….- la interrumpí.

-          Espera ¿Exposición de cuadros?

-          Eh…Si..  una  exposición que se realizara en Agosto aquí, en el cetro de la ciudad.

-          Oh… pintas cuadros.

-          Sí. – Esta chica sí que estaba llena de sorpresas,  alcance a percibir un cierto nerviosismo como el de segundos atrás en ella, aun así se veía hermosa.

-          Bueno, como te decía, esto es totalmente nuevo y creo que no tiene nada de malo experimentar cosas nuevas asique…

-          Asique… ¿aceptas?- Al hacer mi pregunta estuvo  un momento en silencio como si estuviera pensando en la respuesta y luego cuando se relajo, decidió contestarme.

-          Sí.

Una sonrisa se dibujo en mis labios, esto se ponía cada vez más interesante.

-          ¿Entonces?- Preguntó con su voz inocente.

-          Bueno, ¿Te parece empezar esta noche?, Digo, para probar.

-          ¿Qué? ¿Tan pronto?

-          Bueno niña. Tenemos que ver que tan bien lo haces.

-          Ya te dije que yo no he hecho esto nunca.

-          ¿Y entonces para que estás aquí?

-          Porque…. ¿Necesito el trabajo?

-          Bueno, entonces ven esta noche a las 9.30 p.m. para  la primera prueba sin más vueltas, cuando llegues Deborah te dará tu uniforme ¿entendido?

-          Está bien. Te lo agradezco enserio, yo pensé que quizás, no sé, no sintieras que yo estuviera preparada para esto y…- la interrumpí una vez más. 

-          Sophie… por favor, no tienes que agradecerme nada. Tú sabes que para lo que necesites yo estaré.

-          Gracias enserio. –decía mientras un leve brillo se asomaba en sus ojos dando aviso a unas delicadas lagrimas que escaparían en cualquier momento.

-          Todo está bien querida, y para que te sea más cómodo, en el trabajo puedes llamarme Andrew no hace falta que me trates ni de usted ni que me digas jefe.- le dije tratando de animarla acercándome a ella y acariciando suavemente su mejilla con mi pulgar.

Después de unos segundos nos quedamos mirándonos a los ojos, en los suyos podía ver como se reflejaba su ternura y la honestidad de su mirada. Sophie era una joven demasiado dulce, sensible, es como si de repente te dieran ganas de protegerla de todo mal, no entiendo como una chica así no tiene a alguien quien la proteja, la cuide y este con ella en todo momento. 

El día se había pasado volando, realmente no me di cuenta en qué momento se hicieron las 8.30 p.m.

Me la pasé todo el día encerrado en mi despacho revisando cuentas y cuentas, esto ya era agotador,  en algún momento tendré que pedirle ayuda a Deborah pero ahora tengo que estar al tanto de todo lo que pase en el bar, en especial por Sophie que es su primer día de trabajo y tengo que tenerla a prueba. 

En realidad yo me sentía tan nervioso como ella, no tenia desconfianza en ella ni tampoco pensaba que haría algo mal, pero es una sensación extraña, es como si no supiera qué hacer si algo sucede, no lo sé, quizás que los nervios quieran jugarle en contra, pero sé que debo darle una oportunidad. Ella realmente es una buena persona y no me gustaría por nada del mundo tener que lastimarla o que alguien la lastime, es por eso mismo que me encargare de hacer que Deborah este pendiente de todo lo que suceda con ella.

Eran las 9.p.m. el bar empezaba a llenarse, los músicos hacían una prueba de sonido, los empleados ya estaban atendiendo a algunos clientes, todo marchaba bien. 

Comencé a buscarla con la vista por todos lados pero no la encontraba. No sé por qué pero de repente se me vinieron algunas ideas a la cabeza, quizás se le esté haciendo tarde por el tráfico, no sabe que ropa elegir como les pasa a todas las mujeres, aunque solo tuviera que venir a trabajar, además Deborah tendría listo su uniforme o simplemente se arrepintiera de venir. Esta última hizo que se me erizara la piel, pero no, no puede porque la decisión está tomada por más que está en periodo de pru eba.

Después de  unos minutos, por fin llego, estaba reluciente igual que siempre. Con una bonita sonrisa, su larga melena castaña estaba atada con una coleta, muy bien peinada, se había maquillado ligeramente, dándole así un toque natural a su bello rostro. Vestía con una camisa de color vainilla y unos pantalones levis de color negro.  Se veía casual y elegante a la vez, por su postura tan delicada y femenina.

Me acerqué a ella saludándola de la misma forma de siempre y ella me correspondió con una dulce sonrisa.

-          Al fin llegaste. – le dije mientras miraba sus hermosos ojos verdes.

-          Emmm… si,  ya sé que comienzo a las 9.30 p.m. y son las 9.15 p.m pero no quería retrasarme en mi primer día.

-          No tienes de que preocuparte querida,  hace unos momentos que ha empezado a llenarse el lugar.

-          Bueno, creo que será mejor que vaya a cambiarme, no quiero retrasarme más ni que los demás empleados se desquiten conmigo.

-          Quédate tranquila que eso no pasará. Ve. – la mire tiernamente y ella me respondió con otra sonrisa, luego de unos segundos desapareció por el pasillo de adentro junto con Deborah. Ojalá todo salga como lo esperado.

Señales del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora