Hyung, Te Quiero. [VKook]

«17»

Decir que estaba confundido era poco. Jungkook en ése momento estaba tan desconcertado que se planteó la idea de que Taehyung estaba bromeando.

—¿Irnos? ¿De qué hablas?

Taehyung suspiró, tomó al menor de los hombros y lo miró directamente a los ojos, asustando un poco a Jungkook por la seriedad del mayor.—Jungkook, él volvió.

Okay, ahora sí que estaba mucho más desconcertado.

Al notar que sólo lograba confundir más y más a Jungkook, lo llevó a su habitación y lo sentó en su cama.

—¿Recuerdas...ésa vez que empezamos a confesar...nuestros secretos? Para hacernos más cercanos. ¿Lo recuerdas?

Jungkook hizo memoria, y como si se le hubiera prendido el foco asintió frenéticamente.—¡Sí, por supuesto!

—Bien —tragó saliva, repentinamente nervioso.—, ahora, ¿recuerdas que me prometiste estar conmigo, no importa lo que pase? Ya sabes... por éso que te conté.

Jeon volvió a asentir, despacio. Él recordaba perfectamente lo que le dijo Tae, en especial porque se prometió a sí mismo no mencionar el tema, en un futuro.—Sí...— y fue ahí, cuando vio a Taehyung morderse el labio en un gesto nervioso y mirar al suelo, que se dio cuenta de la situación.

"Él" había vuelto. El bastardo hijo de perra, como humildemente lo llamaba Jungkook, había vuelto, y no podía ser más oportuno.

Justo cuando empezaba a haber algo más que amistad con él y su hyung, aparecía. Justo en el momento en el que él quería poder ser llamado más que su amigo, aparecía. Justo... cuando tenía tantas ganas de volver a entregarse a su hyung, aparecía.

Bueno, éso no es importante ahora. Se dijo Jungkook lanzando un suspiro.

—¿Dónde está ahora?

—No lo sé...— cerró los ojos. Ésta situación no la esperaba, en verdad. Todos sus días estaban siendo jodidamente hermosos, supuso que algo malo tenía que pasar, ¿no?

—Hyung, no nos podemos ir.

—¿Por qué no? —abrió los ojos, sorprendido por la respuesta del menor.

—No podemos dejar éste departamento, enserio. Ése tipo no se acercará a ti, lo prometo hyung.

—Pero...

—Si sabe dónde vivimos, y el hijo de perra se atreve a molestarnos, simplemente lo matamos y ya.

—No seas tonto, no vamos a matarlo.— y aún así, sonrió por la loca idea del menor.

—Ya sé, pero podemos pegarle, ¿no? Le diré a Yuju. —decidido, agarró su teléfono y comenzó a marcar.

—¡Hey! Aún no. Mañana le dices, si quieres.

—¿Y por qué no ahora?

—Quiero dormir contigo...

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No es sexo no mamen xD
-okko