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Las personas normalmente saben lo que quieren. No todas, pero sí la mayoría.

Taehyung era de ese grupo de personas que sí sabía lo que quería, sin embargo, era miedoso y no luchaba por conseguirlo.

—Tae...hyung.

—¿Uhm?

—No puedo dormir.

Taehyung se levantó de su cama y se acercó a la de Jungkook.

—¿Cómo hago para que te duermas, pequeño?.- empezó a acariciar el suave cabello del menor, notando como éste se sonrojaba levemente.

—...Cántame.

Y sin necesidad de repetirlo, Tae le empezó a cantar una dulce melodía.

«Su voz...Sus ojos...Su boca al abrirse y cerrarse cada vez que decía una palabra»

Jungkook no podía creer que su hyung fuera tan perfecto.

Mientras Taehyung, no podía creer que el pequeño Jungkook le gustara tanto. Tal vez de una manera que jamás había sentido antes.

Porque sí, Taehyung estaba completamente enamorado del maknae. Sólo había un problema. Él no creía que Jungkook sintiera lo mismo. Así que decidió que no podía hacer nada, salvo ser el mejor hyung que Jungkook haya tenido.

Cuando por fin Jungkook estuvo dormido, Taehyung creía estar frente a un ángel.

Jungkook se veía demasiado indefenso, hermoso, un completo ángel.

Sin poder controlar su impulso, se agachó lentamente hasta estar a pocos centímetros de los labios del menor. Y sin pensarlo demasiado, le dio un suave beso en los labios. No duró más de 3 segundos, pero pudo notar la suavidad de ellos, como dos almohadas bien hechas.

Se separó de igual manera en la que se había acercado, lentamente. Conservando la suavidad de los labios de Jungkook en los suyos.

Tras una última mirada al pequeño ángel durmiente, Taehyung se fue a su cama para poder dormir.

Esa noche, Taehyung soñó con pequeñas y muy suaves almohadas.
Y Jungkook, soñó con aquellos ojos hermosos, de los que no podía estar más enamorado.

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-okko

Hyung, Te Quiero. [VKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora