XXXVI

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No lo voy a negar, la cosa se había puesto fea. Pero no "fea" común, "fea" al grado de querer morirte.

Después de que dijera que quería hablar con el basilisco, Noa había tratado de hacerlo antes que yo. Nada raro, "quizás sus padres también le enseñaron parsel", pensé; jamás me imaginé que en realidad Noa no tenía la más mínima idea y solo se había  parado enfrente de una serpiente gigante a decir "Hola".

Y claro, tampoco me había parado a pensar en que aquel basilisco podría tener un resentimiento hacia la pequeña chica de cabellos rubios. Quizás fue hasta que Noa gritó de terror al sentir su enorme diente en su mejilla que todos nos dimos cuenta de que algo andaba fuera de lugar.

En mi cabeza, mientras corría hacia mi hermana, repasaba todo lo que Scamander me dijo en cuanto supimos que tendríamos que encontrarnos con un basilisco.

¿Entonces no funciona si solo le doy una mirada aterradora y le incito a un duelo?

Se ríe suavemente y niega

—Sería mucho mejor si no le miras a los ojos en lo absoluto

—¿Uh?, ¿Porqué?

—Podría hacerte mucho daño si lo ves a los ojos así que...

—¡Ah!—le sonrío mientras sostengo el libro con la foto del basilisco en mi mano—¡Es como la historia de medusa!, si la ves a los ojos te conviertes en piedra

—¿La historia de medusa?—parece quedarse pensativo y luego asiente una sola vez—Si, es como medusa entonces. ¿No es ese un mito muggle?

—No lo sé,¿Cómo podría saber que es muggle y que no?, aparte de los hechizos brillantes claro—me levanto de la mesa de trabajo de Newton donde me había dejado comida hecha por él y ya había terminado de comerla toda— Entonces...—le miro sorprendida—¿Y si ese mito muggle sobre medusa en realidad era solo un basilisco del mundo mágico?, quizás fue un avistamiento o algo así

—Puede ser—asiente y luego se levanta a tomar ambos platos y lavarlos—¿Quieres ayudar a alimentar a los occamy?

—Claro

Empujé a Noa con fuerza para alejarla del basilisco que parecía querer arrancarle la cabeza. Había  logrado sacar a Noa de ahí, pero me había metido a mi misma. El diente que estaba en la mejilla de Noa ahora se había cerrado junto a otro atrapando mi abrigo en el proceso, podía sentir el marfil duro en la piel de mi brazo, lastimándome entre la tela.

Me alarmo pero no miro a ningún otro sitio, me mantengo de pie ahí y arreglo mi postura con la cabeza gacha.

La gente alrededor del lugar había optado por huir y esperar a que la gente del ministerio lidiara con ello. Pero a pocos metros míos estaba Newton Scamander, pensando tan duro que podía oírlo.

¿Vas a matarme?

El animal de gran tamaño se quedó inmóvil por un segundo.

No tengo órdenes de matar a desconocidos

¿Órdenes?, ¿Alguien te da órdenes?

El silencio se hace presente y, por debajo de mi brazo, miró a Noa. ¿Podía ser ella?, no es posible, está demasiado asustada y ha corrido hasta Newton.

Contesta, ¿Quién te da órdenes?

El padre de la niña

Suspiro con terror y asiento suavemente tratando de calmarme y lidiar con la noticia al mismo tiempo. Así que mi padre, que no sabía nada de mí, había enviado a un animal catalogado como una bestia con su pequeña hija a su escuela. Pero parecía completamente decidido a asesinar a Noa,¿Porqué?.

¿Debes matar a Noa?

¿Porqué debería decírtelo?, muévete.

Porque desde ahora debes obedecerme a mí, Ginebra Montecraw

Le juré lealtad a tu padre,¿Porqué debería hacerlo contigo ahora?

¿Acaso crees que no lo merezco?. ¿Crees que no puedo pedirte que mates a todos aquí?. Mi padre está en algún calabozo ahora mismo, no tendrás a donde ir tras matar a Noa, y entonces alguien te atrapará al final y...

¡Cállate!

¡Y entonces serás asesinado o hasta mantenido en cautiverio!. Esa bonita pluma en tu cabeza será cortada y quizás dentro de muchos años alguien te busque,¿Para qué?, quizás solo para extraer tu veneno. Mi padre no podrá ayudarte más, así que dime, ¿Cuál será tu elección final?

El silencio se volvió mortal. Sabía que se trataba un animal de naturaleza malvada, pero también había notado que su tamaño no era tan Grande como Newton lo había mencionado tantas veces, por eso asumí que no era tan viejo. Debía intimidarle de alguna manera, la violencia física solo me traería problemas, pero mi arma secreta estaba en mi boca. Nadie más en este lugar podía comunicarse con él, nadie más era la hija mayor de su amo.

Sus colmillos se abren lentamente y dejan libre mi brazo.

Debemos salir de aquí por ahora

Volteo a ver a Newt con cautela. Antes de poder decirle algo, un montón de personas con varitas en sus manos corren hacia nosotros. Iban a atacarlo, si atacaban ahora mismo sería mi responsabilidad todo aquel que saliera herido.

Busco alrededor del lugar el maletín de color negro pero no lo encuentro.

—¡Gine! —llama Theseus mientras me lanza el maletín con fuerza. Le agradezco con la mirada y lo abro con rapidez

Entra

No

Miro a aquellos que parecían ser policías por sus miradas y me apresuro y levantar la mano libre en señal de paz. Newton es arrastrado por uno de ellos pero parece aferrarse a que lo suelten.

Te he dicho que entres—pronuncio con mucha más fuerza y decisión.

Y así, tras un  aparente disgusto del pequeño rey de las serpientes que ahora estaba a mi cargo, entra en la maleta. La cierro con tal fuerza que podría parecer que quiero sellarla para siempre.

Ahora solo faltaba lidiar con el ministerio de magia, supongo.

Run,Muggle,Run!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora