Capítulo V

239 13 16
                                    



Centro de control

Han pasado horas desde el incidente del beso y ninguno de los dos se ha dignado a cruzar una palabra, se han sentado cada uno en sendos camastros y ninguno habla. Por mi parte he logrado recomponerme un poco, he tomado mi libreta de apuntes y volcado un sinnúmero de ideas sueltas junto con un poco de dibujos y trazos sin sentido.

Necesito reencontrar el sentido, recordarme el por qué he hecho todo esto y pasado años planeándolo. Sé lo que quiero, pero ni por un instante pensé que mi enemigo más poderoso no sería el miedo a ser atrapado, que la policía entrara aquí de un momento a otro o que ellos mismos se pudieran hacer daño, mi enemigo implacable es mi propia paciencia, creí que la poseía pues durante años aguardó a mi lado sin convertirse en el monstro que ahora me acompaña.

No pensé que el tenerlos tan cerca y a la vez tan lejos podría menguar mi ánimo con tanta facilidad. "¿Y si no se aman? ¿Si solamente vi lo que quería ver todos estos años como el resto del mundo? ¿Si el que se engaña aquí soy yo?" Esas preguntas han pisoteado mis neuronas todo este tiempo y el silencio que ellos guardan no me ayuda a acallarlas.

¿Qué podrá suceder para que mantenga vivas las esperanzas? ¿Qué debo hacer para atizar el fuego de mi ilusión? Esa ilusión que ahora mismo comienzo a ver apagada y mustia. Las tribulaciones de mis pensamientos me atormentan y me siento el hombre más inútil sobre la faz de la tierra.

No se atreven a entrar a la casa y no entiendo el por qué. No quiero darles órdenes y entablar una relación equívoca con ellos, es el maldito primer día y no tengo idea de lo que debo hacer, cómo diablos espero controlar el resto sin dejar jirones de mi alma en el camino. Con lo poco que he visto, ha sido suficiente para querer terminar con el proyecto en este mismo instante, lanzar al grupo de choque y devolverlos de donde vinieron, nunca más volver a saber de ellos. Quiero dejarlos ahí mismo como a esos personajes a los que el autor ya no les dio la oportunidad de saltar a la página y dejan de existir.

Quisiera desaparecerlos. Me siento tentado a llamar a mis hombres y que acaben con ellos aquí mismo, qué sentido tiene todo esto si realmente viví creyendo una mentira orquestada por ellos y sin sentido. ¿Qué diablos ganaban con hacernos creer que se amaban? ¿Dinero o fama? Qué mezquinos seres humanos pueden hacer eso sin consideración del resto.

Si antes me parecía que merecían un castigo por no aprovechar un regalo divino, ahora pienso que lo merecen por habernos engañado. Me siento burlado y que mi inteligencia ha sido puesta en tela de juicio por este par, ¿a caso creen que pueden ser más listos que el resto?, yo les voy a demostrar que no lo son, que no se puede jugar de esa manera con el universo.

JARDÍN-ALBERCA

No sé cómo voy a poder sobrevivir aquí por no sé cuánto tiempo sin mis hijos y con él cerca. No entiendo cómo la vida me obliga nuevamente a repetir la experiencia de la que escapé con vehemencia y desesperación. No soporto sentirle cerca, la sola idea me enferma. Le puedo sentir respirar cerca de mí y sólo eso me hace hervir la sangre, no quiero pensar por un instante que todo esto pueda ser resultante o consecuencia de haberlo encontrado en mi camino, sería el epítome de mi vida. Debo volver una y otra vez a soportar su presencia y sin duda me parece que es el castigo divino al que hemos sido condenados ambos. Algo muy malo debimos haber hecho en otras vidas para merecerlo, pero por qué diablos debo yo pagar por lo que él construyó, por lo que él falló.

Mucho me ha costado reconstruir mi vida y a mí misma después de la catástrofe que significó conocerlo. Sé qué no es el único culpable, pero yo ya pagué mi cuota y mis muchos errores han costado lo suficiente y he pagado con creces las consecuencias, pero él, él qué diablos ha pagado, todo en su vida es perfecto. Su hermosa familia, sus hermosos hijos protegidos por el manto de un matrimonio perfecto y sin tachaduras, en cambio los míos han tenido que lidiar con los errores de su madre, sus múltiples padres y la inestabilidad de una mujer sola luchando contra el mundo. Es tan fácil ser hombre en este mundo construido por y para ellos.

I don't want realismDonde viven las historias. Descúbrelo ahora