Dieciséis

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Martes 6 de diciembre.

LAUREN

¿Cómo debía vestirme? Cena con los Cabello, con los padres de Camila, sí, quería causar buena impresión. Odiaba estos actos llenos de protocolos de presentación y buenos modales. Pero era Camila, por ella haría lo que fuera.

-Él es mi papá, Alejandro.

Camila nos había presentado pero desde que puso sus ojos en mí supe que no le agradaba.

-Señor Cabello-respondió el cuando lo llame por su nombre.

Ahogue una risa, Señor Cabello, era hilarante.

Sólo conseguí una mirada de reproche de su parte.

Y ahora sólo el rumor de los cubiertos sobre los platos reinaba en el comedor.

-¿Qué estas estudiando? -

-No estoy estudiando. Trabajo en una pequeña granja con mi padre.

No respondió, lo desaprobaba. Desaprobaba todo lo que hacía, cualquier cosa, cualquier comentario lo desprestigiaba.

La tensión en el ambiente era palpable, Sinuh trataba de calmar los ataques de Alejandro. Camila a mi lado controlaba su creciente molestia. Y lo único que yo deseaba era irme del lugar.

-Fue un gusto conocerte. -me mintió mientras me tendía la mano en un gesto tosco.- era una agradable señorita Lauren...

-Jauregui. -Su apretón fue hosco, cambio de actitud súbitamente. Sí bien antes no había sido gentil ahora era fiero.

-Jauregui. - repitió y mirada se lleno de un odio indecible.

Sonido de algo cayendo y quebrandose distrajo a Camila. Sinuh había dejado caer un vaso, las manos le temblaban con violencia.

-¡Mamá! ¿Estás bien?

Alejandro permanecía impertérrito en el umbral de la puerta, con su mirada fija en mi.

Ni si quiera cuando Sinuh rompió en llanto se aparto.

Un vendaval frio se colo por las puerte abierta, el rumor de la hojas que se mecian por el viento era lo único que se escuchaba.

Él lo sabía, sabía que yo era una loba.

-Sacala de aquí. -Fue su sentencia.

Camila obedeció.

Nos alejamos en silencio, no alcanzaba a comprender todo lo sucedido.

-Perdona, no sé que ha sido eso.

-Creo tener una idea...

Ella me vio esperando una explicación.

-Tu papá sabe que soy una loba.

-No... ¿De qué hablas?

-Sabe de los Hijos del Sol, éstos nos controlan a nosotros. Jauregui es un apellido antiguo, te lo dije el otro día...

Ella valoró la información.

-La reacción de mi mamá fue exagerada.

-Lo fue.

-Déjame aquí, regresa a casa, arregla las cosas con tus padres. Mañana inicia de nuevo el ciclo. -No pude evitar un tono abatido en mis palabras-Nos veremos en la noche, donde siempre.

-¿Y te vas así, sin beso?

-Tus padres espian por la ventana.

-¡Que importa!

Y me besó.

-Promete que nada podrá separanos. -Sus manos se entrelazaban alrededor de mi nuca.

-No puedo prometer cosas que no están a mi alcance Camz.

-

Miércoles 7 de diciembre, Cuarto Creciente.

CAMILA

-Quiero que termines esa relación Camila.

-No lo haré.

-No lo entiendes hija, ella no es buena para ti.

-Ella es buena papá, es sólo que no le has dado un oportunidad. Si tan sólo...

-No Camila, tu no lo entiendes. Sé de su naturaleza, de los suyos, son unos traidores.

-¡No! No puedes juzgarla basado en errores del pasado. ¡Es injusto, es lo mas estúpido he escuchado! -. Yo no perdía el control, pero no podía evitar salir en defensa de Lauren.

-Te prohíbo salir de esta casa.

-No puedes prohibirme nada. Sí lo, haces me ire y no volveré.

El pánico cruzo por su rostro.

-¡Ella mató a tu hermana!

Le vi incrédula.

-Mientes.

Se dejo caer en su asiento tras el escritorio.

-Mientes... -Dije en un susurro.- Sofía falleció en un accidente.

-¿Ah si? ¿Cómo fue el accidente Camila?

No podía recordarlo. Pero no era posible, era Lauren... Lauren, ella no podía ser capaz.

-

Miércoles 14 de diciembre, Luna Llena.

CAMILA

En medio del bosque al anochecer hacía un frío insoportable para cualquiera, pero yo contaba con la calidez del pelaje blanco de Lauren, mi loba. El viento soplaba fuerte la noche de hoy y yo me pegaba más a su cuerpo en busca de calor. Ella me vio preocupada, intuía lo que pensaba. Y es que ella no creía que fuera buena idea salir hoy.

-Lo sé, debí hacerte caso y no salir esta noche. Hay demasiado viento, volveré a casa.

En sus ojos se vio la satisfacción del triunfo cuando le di la razón.

-Pero estoy muy cansada para caminar, llévame.

No estaba de acuerdo lo podía notar.

Yo solo pude reír.

-Oh vamos Lern, solo por esta vez, además, no peso nada, y tengo frío. - Dije haciendo un puchero para convencerla. Sería fácil.

Se sentó sobre sus traseros dispuesta a complacer mi petición. Lo sabía, que fácil era convencerla. Una sonrisa traviesa se posó en mi rostro. Y me acerque lentamente a su pelaje, tan suave y tibio. Me abracé a su cuello hasta que finalmente subí.

-Tienes el tamaño de un caballo.
Gruñó en desaprobación.

-Corre como el viento tiro al blanco. -dije imitando la voz de Woody en la película.

Eso no le gusto por que dejo de caminar y se echó en el suelo, en un movimiento que me hizo perder el equilibrio y caer al suelo.
Le divertía, lo veía en sus ojos. Si pudiera reírse lo haría.

Me levanté rápidamente fingiendo enojo y camine rápido en dirección a mi casa. Ella se acercó a mi espalda y rozo su cabeza en ella y yo la atrape del cuello en un movimiento juguetón. Era una lástima que no supiera lo que pensaba.

-igh Lauren, tu baba de loba no es nada sexy deja de lamerme la cara.

Se sentó de nuevo y supe que me dejaría subir en ella.

Y así me llevo a casa, en una caminata lenta por el bosque sobre su lomo hasta que llegamos a mi casa.

-No quiero entrar. Te extrañaré.

La miraba a los ojos y tenía la certeza de que papá mentía. Una artimaña ruin para alejarme de ella.

-Nos veremos mañana en la noche ¿ok? Besé frente y seguí el camino a mi casa.

Sin embargo, una pregunta me acosaba constantemente. ¿Cómo había muerto Sofí?

Sangre MalditaWhere stories live. Discover now