—Te vi cuando guardabas las drogas y pensé, "¿por qué? ¿Por qué no me cuentas que vas a morir? ¿Por qué no hacerlo yo?"

—¿Las tomaste? —Frank cortó la distancia entre ellos y puso una mano en el rostro de Ryan. Lo acarició una vez, pero al no recibir respuesta, le propinó una enérgica cachetada. Su mejilla se tiñó carmesí—¿¡las tomaste, carajo?! Habla, mierda, habla.

No hubo respuesta, así que volvió a cachetearlo. Dos, tres veces más. Ross se encogió de dolor y el otro se detuvo al instante,

—¿Planeabas morir, Frank? —Preguntó— nunca me dijiste nada... deberías haberlo hecho. Te habría ayudado, no lo sé, llevado a adoptar un perrito o ver a Gerard.

—No se trata sólo de él —Le susurró. De repente, se arrepintió de haber maltratado su cara.

—Ray compró un pug y pensaba regalártelo por Navidad. Pensé que sería una lástima que no estuvieras ahí para verlo.

—Ryan, —El chico sentía la desesperación llenándolo a medida que venían personas a observar el acto. Quería gritarles que se perdieran pero no tenía ganas de asustar al pobre enfermero— mírame.

No hubo respuesta.

—No vayas a cerrar los ojos, ¿si? Todo va a estar bien, estoy llamando a

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—No vayas a cerrar los ojos, ¿si? Todo va a estar bien, estoy llamando a... —¿A quien llamaría? Ray estaba trabajando, Pete tocaba en un bar, Joe había viajado a Irlanda por alguna razón que no recordaba ahora y— estoy llamando a Mikey. Quédate conmigo.

—¿Te gusta la Navidad? —La pregunta sonaba distante y mortecina, como si le estuviera hablando a través de un grueso vidrio.

—Sí, me encanta. Amaría recibir un pug o cualquier perrito, ni siquiera hace falta que sea de raza porque todos son igual de bonit—¡Ryan!

—Necesito dormir —Susurró despacito, dejándose caer en una espesa oscuridad.

—Necesito dormir —Susurró despacito, dejándose caer en una espesa oscuridad

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

***

—¿Quién habla?

—¿¡Mikey!? —La frenética voz a través de la línea lanzó escalofríos a la piel de Gerard.

—E-eh, casi —Contestó, antes de levantar su mano en el aire y tomar otro shot como si fuera agua.

—¿Gerard?

—Me temo que sí.

—Mierda —De repente, se oían respiraciones agitadas y pasos acercándose— ¡aléjense, fuera! ¡No hay nada que mirar, nada que grabar, malditos imbéciles!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Mierda —De repente, se oían respiraciones agitadas y pasos acercándose— ¡aléjense, fuera! ¡No hay nada que mirar, nada que grabar, malditos imbéciles!

—Mikey se fue con una chica y me dejó solo —Siguió Way, levemente más preocupado. Se cruzó de brazos, intentando relajar la tensión que el tono exaltado del otro le había causado, pero nada servía— ¿está todo bien? ¿Necesitas ayuda?

—¿Tienes auto?

—Sí, es algo viejo pero funciona.

—Bien —Las voces de fondo parecían acercarse cada vez más, y Gerard juraba que escuchaba flashes de cámara y sollozos. Era todo tan bizarro— necesito que vengas lo antes posible.

Prozac y avellanas -Frerard-Where stories live. Discover now