Joven Seducción -LS- (Pausada)

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Louis Tomlinson.

-… Y por eso quiero que voten por mi ayudare con el nuevo cambio de la ciudad y mejorare la vida de todos, muchas gracias— Sonreí por no se cuanta vez en el día y las personas aplaudieron y los flashes hicieron aturdirme un poco mientras bajaba del estrado.

-Bien hecho, ya es hora de irnos —sonrió Janne mi ayudante  tendiéndome una botella de agua mineral.

-Gracias al cielo, recuérdame porque estoy haciendo esto—le pregunte mientras nos dirigíamos al auto
Porque tu padre dice que es un buen trabajó para ti y … por ninguna otra razón— respondió  y nos adentramos al auto.

Al momento de sentarme en el asiento un estornudo se escucho, haciendo que frunciera el seño.

—¿Aún no mejoras eh, Luck?  — pregunto Janne al conductor

—Estoy mejor señorita — y al momento de terminar de hablar otro estornudo resonó en el auto.

Dios mío susurre para mis adentros.

El chofer el cual no se su nombre puso el auto en marcha, pero este no encendió.

—¡¿Y ahora que pasa?! — Grite exasperado.

—Oh dios mío- dijo Luck- creo que... Creo que..

—¿Crees qué? !habla ya joder!

—Olvide de llenar el tanque de gasolina señor.

Grite frustrado y me baje del auto de un portazo.

—¿Que haces?- dijo Janne llegando atrás de mi en unos segundo.

—Caminare un rato, estoy cansado de esta mierda.

—Lo acompaño señor.

—¡No! Tú te quedas y me conseguirás un nuevo chofer.

—Pero... —No término de hablar ya que encarne una de mis cejas  ella suspiro frustrada, cedió y se alejo de mí hacia el auto.

Camine y camine hasta que me tope con un anuncio en el cual yo me encontraba sonriendo y debajo de este se encontraba mi nombre en grandes letras.

Joder pero que guapo soy dijo mi  subconsciente.

No me percate a donde iba hasta que mi cuerpo tropezó con una persona.

—Disculpe señor.

Estúpido niño mugroso

Lo mire de arriba abajo con mala cara y seguí mi camino.

Harry Styles.

Salgo de mi apartamento y espero a que el ascensor llegue para salir del edificio. Al llegar a la planta de abajo saludo a John el recepcionista del hotel, camino hacia la tienda de Mark un hombre muy bueno que me a salvado de una que otra manera cuando me quedo corto de dinero. Voy a ver si necesita ayuda con algo ya que el siempre me ofrece un poco de dinero cuando hago entregas a domicilio o le ayudo a desempacar la mercancía nueva.

Abro la puerta de la tienda anunciando mi llegada con el tintineo de una pequeña campana

—¡Hola Mark! – saludo posicionándome al frente del mostrador

—Hey Harry, ¿Cómo has estado?—pregunto con una sonrisa.

—Uhm, como siempre – dije mirando hacia la calle.

—¿Aún sigues buscando trabajo?

—Si, y no he logrado conseguir uno nadie me quiere contratar 

—¿Has pensado ir a las residencia que queda al otro lado de la ciudad?
—¿Donde viven las personas adineradas?

—Si, he escuchado que tienen una muy buena paga tal vez consigas algún trabajo

—Aun es temprano, puedes ir ahora — dijo mirando el reloj que colgaba de la pared, 10:35am

—Bien, iré. Mañana te cuento como me fue.

—¡Suerte!— se despidió con la mano. Salí del local y caminé a la para de autobús, tengo dinero suficiente para el pasaje gracias a Dios.

Tome el autobús que me dejaría en mi destino. Esperaba tener un poco de suerte con el trabajo. Es un poco jodido que busques trabajo para tus estudios y nadie te lo brinde por más que digas que es por una buena causa.

Camine varias cuadras viendo anuncios que había en las calles, eran de diferentes tipos. De trabajos para siervientas, para jardineros, mayordomos, bah cosas en las que se necesitan experiencia y tener tiempo completo. Ninguno de esos trabajos era para mi.

Seguí caminando y me topé con un anuncio de política:

Louis Tomlinson, candidato a la alcaldia de Londres

Ese candidato si que estaba guapo, suerte tiene la persona que este entre sus sábanas. Si yo trabajará para el, haría lo que fuera para que cayera rendido a mis pies y así dejar de sufrir por dinero.

Seguí caminando y por estar distraído me topé con él, con el candidato Tomlinson. Que guapo es aún más en persona.  Rayos, seguro creyó que soy un idiota por no ver donde caminó.