Capítulo 5: Te diré Bucky

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El rubio caminaba por el pasillo siendo el objetivo directo de las miradas de todos los presentes que murmuraban entre sí sin pudor. Le incomodaba que le viese todo el mundo y aceleró el paso hacia su clase donde al ingresar al aula era la misma situación que afuera. Exhaló con pesadez y fue hasta su asiento habitual. Se sentó y suspiró, aquel sería un día largo. Delante de él tenía un lienzo en blanco, buscó en su bolsa sus pinceles de acuarela para solo acariciar lo suave de sus cerdas, en ocasiones aquello le calmaba más no lo hizo.

Se colocó un pequeño cuaderno en el regazo y con un lápiz H2 empezó a trazar líneas sin un sentido aparente más al transcurrir varios minutos era un boceto de ese cabello visto de espaldas. Cerró el cuaderno inmediatamente. Ese día no acabaría, apenas empezaba y consideraba seriamente la idea de no salir más de la residencia, esperaba que aquellos sentimientos se disipasen pronto pero por como estaba parecía un sueño inalcanzable. Pero ¿Qué tenía de malo? Todo, si alguien se enteraba acabaría siendo golpeado en el primer callejón por un mal entendido, a él solo le gustaban las mujeres, o eso vivió pensando toda su vida, todo su rumbo cambió con la noche anterior.

El profesor entró al aula, les saludó y él pensó en organizar sus pensamientos de manera que su atención quedase centrada en el maestro quien dictaba los temas. Todos tomaban nota, él volvía a distraerse trazando una jota estilizada en una esquina de hoja del cuaderno después de copiar lo que el profesor decía. Estaba muy mal, ya empezaba a ser consciente de su situación, tendría que seguir los consejos de Stark. Disimularlo. Si quería vivir una vida normal tenía que hacerlo, no era algo a debatir, o lo hacía o lo hacía. Su libertad y su vida dependían de ello.

Para bien o para mal el maestro tuvo la grandiosa idea de mandarles a traducir unos textos habidos solo en ruso a inglés americano. ¿Dónde hallaría un traductor que no le cobrase hasta un órgano por el trabajo? Ni idea, ya le preguntaría a sus amigos si alguno tenía un conocido que le pudiese hacer dicha traducción a un precio accesible. Todos murmuraban y maldecían mientras recogían sus útiles. Él tardó un poco más a propósito. Inclusive el maestro estaba enterado del rumor, eso ya era el colmo.


Cafetería principal

Sala este.

Natasha le hizo señas con el brazo en alto para que él se acercara y así hizo. Avanzó y nunca le temblaron las piernas como en ese momento. Ahí estaba James picando con su tenedor lo que parecía... por lo menos era comestible. Por su expresión cualquiera diría que eso en su bandeja era una especie desconocida para la raza humana y no pensaba alimentarse con carne de dudosa procedencia, si es que eso se le podía catalogar de carne.

-¿Qué tal las clases?- Inició la rusa bebiendo de su jugo con el popote.

-Normales, lo de siempre. ¿Las tuyas?- Regresó la pregunta y empezó a analizar su bandeja.

-¿Tú también? A ver ustedes, coman de una vez- Los regañó ella.

-Me rehúso, ni siquiera sé si esto fue un animal o es una bola de periódico remojado- Alegó el castaño señalándola con el tenedor. Rogers ahogó una pequeña risa con su comentario, fue involuntario y alguien lo vio.

-James, por favor, has comido cosas vivas- Le guiñó el ojo con picardía.

-¡Tasha!- Ahora la regañaba él –Tú has comido más cho...- Lo interrumpieron.

-No creo que deban seguir hablando, no son temas para la mesa- Intervino el rubio y ambos le miraron.

-¿Y que temas sugieres? Picasso- Barnes arqueó una de sus cejas -¿Qué tal el reciente rumor que anda corriendo por todo el campus de lo de anoche?- Atacó y Natasha le dio un codazo para que se callara -¿Qué? Es la verdad, todo el mundo está hablando de esa mierda y hacen como que no. ¡Maldita sea consíganse una jodida vida de una puta vez!- Si, le afectaba la situación.

[Fanfic]Unidos por la misma desgracia[Stucky]Where stories live. Discover now