En donde, en un ataque de aburrimiento en su clase de historia, Louis rompe a escribir idioteces sobre su pupitre.
O en donde Harry, encuentra pequeñas notas estúpidas escritas sobre su puesto, y decide responderlas.
|| Larry Stylinson || Jerrie Th...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
L.
-¿Qué hay, negra?
-Te he dicho mil veces que no me digas así, cabrón.- Escupió con coraje, lo cual hizo que una oleada de carcajadas me invadieran.
-Vale, vale bonita, no eres negra.- Exclamé callando mis risas, y pasando mi brazo por su hombro izquierdo, con un poco de sarcasmo en mis palabras.
-Bien.- Enchinó los ojos con su mirada fija en mi.- Larguémonos de aquí antes de que me vea un profesor y quiera echarme de aquí a pedradas.- Dijo, tomándome de la mano, y volteando los ojos al cielo.
-¿No esperaremos a los chicos?- Pregunte divertido debido a sus acciones.
-Que les den por el culo a los chicos, estoy que me cago de hambre.- Exclamó con euforia mientras emprendíamos camino hacia ningún lado en especifico, al mismo tiempo que cogía mi mano con más fuerza.
Las clases de hoy habían acabado ya, y Jade no paraba de mandarme textos diciendo que me esperaba a la salida. Así que quedé con ella, al final del día, es mi mejor amiga. Casi mi hermana.
-Vale, vale; ¿quieres pizza?- Pregunté riendo.
-Si, vayamos a tu casa. Yo puedo pagar, si gustas.- Ofreció.
-No, mi familia está en casa.- Dije negando con la cabeza.
-Ugh, no, no quiero ir a tu casa con tu familia. No quiero tener que volver a besarte.- Dijo con asco fingido.
Estallé en carcajadas.
-¡No es de risa! ¡No me gusta fingir que somos novios!- Gritó exageradamente alzando sus brazos hacia el cielo.
-¿Quieres que me saquen a patadas de mi casa porque soy malditamente gay? ¿Ah? ¿Eso es lo que quieres, Amelia?- Pregunté riendo, llamándola por su segundo nombre.
-Vale, vale, vamos a mi casa, entonces. Creo que solo está James con mi madre- Dijo poniendo los brazos en alto.
-¿James? -Pregunté perversamente alzando una ceja sonriendo mórbidamente, imaginando al sexy novio rubio de Jade.
Una carcajada limpia salió de su garganta.
-Aléjate de él.- Exclamó aún riendo con molestia fingida.
Rodé los ojos al aire. -Que le den.
-Oh, no te preocupes, que de eso me encargo yo- Guiñó un ojo, señalándose a sí misma con su índice izquierdo, a lo que yo solo reí felizmente.
Jade formulaba una oración que probablemente no habría tenido sentido, como básicamente todo lo que dice, pero fue interrumpida abruptamente por un fuerte, y bastante escandaloso grito que nos tomó por sorpresa, y acto seguido volteamos con pánico hacia todos lados para percatarnos de que no había nadie alrededor.
