Capítulo XIV

5.8K 969 669
                                    

Una de las cosas por las cuales Viktor siempre se había enorgullecido era su capacidad para predecir que es lo que pasaba por la mente de las personas que estaban a su alrededor. Sí, era algo distraído y también se olvidaba de muchas cosas, pero cuando era el momento de entender que era lo que pasaba por la cabeza de alguien, no le costaba.

Encontrar lo que pensaba Yuuri en ese momento era una de las dificultades más grandes que tuvo alguna vez.

El japonés tenía su mirada distante del ese lugar. Sus ojos castaños se veían desanimados y no decía palabra alguna, pero sus movimientos decían mucho más de lo que podía decir.

Era tan desesperado como apasionado; conflictivo pero también muy inspirador y fascinante.

Yuuri estaba en su propio conflicto y sus gestos mostraban que estaba muy contrariado con sus propios pensamientos. No era necesario escuchar palabras de su parte para saber que algo malo estaba pasando por su cabeza, o al menos, lo suficientemente preocupante para que diera tantos movimientos con fuerza.

Sus bailes eran un libro abierto en cuanto a emociones se trataba. Si era así, ¿en qué estaba pensando en día en el cual lo vio bailando en la noche?

—Es su manera de desquitarse cuando no entiende algo—dijo Phichit a su lado. A pesar de que el lugar parecía estar vacío se podía entrar por una puerta trasera. Se encontró con el tailandés cuando iban encamino él lo guió en silencio.

  —¿Ha sucedido algo?

—Nada fuera de lo normal o que no supiera—respondió con una sonrisa—. La única manera en la cual él logra expresarse es bailando. Tuvo muchos problemas para aprender varias cosas, incluso cuando ganó varios premio, incluso el de Roseta Mauri.

  —No entiendo, si es tan buen bailarín... ¿por qué elegir una academia que no tenía tanto prestigió?

—Eso deberías preguntárselo a él—dijo Phichit—. Sin embargo, él dijo que prefería comenzar en este lugar. Rechazó varias ofertas de academias conocidas.  

— ¿Cómo cuales?

—No te voy a aburrir con una explicación—. Levantó una mano, señalando a Yuuri como una invitación a que se acercara a hablar con el japonés—. Voy a distraer a Seung-Gil para que hables un momento con Yuuri antes de que los demás lleguen. 

Dicho eso, se alejó con pasos silenciosos. Sus pensamientos se redujeron a la decisión de interrumpir a Yuuri en medio de su inspiración o entrar para acaparar el poco tiempo que les estaba regalando el tailandés. 

Se aventuró al salón, siento cuidadoso con sus pasos mientras lo observaba a detalle. En más de una ocasión tuvo la idea de sacar su celular y grabar unos instantes a Yuuri cuando estaba bailando en las demostraciones de las clases. Nunca lo hizo, porque no era de su interés tenerlo mientras bailaba con otras personas.

Verlo tan solitario, en su propio espacio, un lugar al cual no tenia acceso; era más interesante y hermoso.

—No puedo bailar si te quedas todo el día mirando... Me pones nervioso—escuchó hablar.

Yuuri estaba serio y la mirada no se detenía en sus ojos.

— ¿Sabes? Creo que he encontrado una parte del baile que hacía—siguió hablando. Sus palabras, sin embargo, lejos de estar alegres eran apagadas. Yuuri no se sentía feliz por su descubrimiento.

— ¿Qué sucede, Yuuri?

—Quiero terminar esta coreografía para ti, Viktor.

— ¿Qué?

Moondance [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora