Capítulo 24.

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N a r r a d o r O m n i s c i e n t e

Jared no podía oír a los demás, no podía mirar fijamente a alguien, su mente lo mantenía cautivo vagando fuera de su realidad.

Esa noche, Jared quedó paralizado, mirando a un punto fijo y sin decir palabra alguna, además, su respiración era bastante agitada. Daphne llamó a Alice y lo llevaron al hospital, el mismo de hace unos años, el cual detestaba por completo.

—¿Está empeorando? —preguntó Emily, quien permanecía sentada a su lado mientras lo observaba conectado a algunos cables.

—Hija, tu hermano no está... —se detuvo dudando de sus próximas palabras, pues ya no estaba muy segura si realmente Jared estaba Enfermo.

—Enfermo —terminó la frase—. ¿Estás segura, mamá? Quiero decir —bajó la voz—, ¿estás segura que Jared era... Ya sabes, Autista? —la miró confundida mientras apretaba levemente la mano de Jared, quien había sido dormido por tener un pequeño ataque de nervios, no dejaba de golpear la cama y a quien tratara de calmarlo.

—Yo... —Alice se levantó del pequeño sofá cerca a Emily.

—Disculpen —interrumpió una enfermera—, señora necesito que me acompañe, necesitamos llenar unas fichas sobre su hijo.

—Pero... Él ya esta registrado aquí —dijo algo aliviada al no tener que responder las preguntas de su hija—. La doctora Lauren conoce su caso...

—Ella no trabaja más aquí, señora... —miró rápidamente en su portapapeles con poca información— Walker —dijo encontrando el apellido de la madre de Jared—. Por favor acompáñeme —dijo algo seria.

—Anda, mamá, yo estaré aquí —Alice asintió y salió junto a la enfermera.

Daphne fue enviada a la sala de espera cuando llegaron, sólo podían ingresar luego de unos minutos su madre y su hermana; por desgracia, nadie la mantenía informada sobre el estado de Jared, ella realmente estaba preocupada por él.

D a p h n e

Me sentía fatal, molesta y triste. No pude ingresar a la habitación donde se encontraba Jared y tampoco pude avisarle a mi madre sobre lo que sucedió; eran casi las 4 a.m., había olvidado mi celular en casa y no veía algún teléfono cerca, así que decidí caminar en el casi vacío hospital.

Me alejé de la sala en donde me encontraba y caminé por unos pasillos solitarios, pero iluminados.

Y no, no tenía miedo.

Subí al siguiente nivel por el ascensor y al abrirse las puertas pude visualizar finalmente un teléfono. Fui en dirección a el, pero a la derecha en otro pasillo, se oían voces femeninas, una se me hacía bastante conocida, entonces me detuve.

—¿Nuevos exámenes? —era Alice y se veía algo alterada—, pero ¿por que?, yo sé que tiene mi hijo, es Autista y la doctora Lauren se encargaba de su caso...

—Ya me lo dijo, señora, pero debe entender que ella no trabaja aquí y por lo tanto la información acerca de su hijo ya no está en este hospital —la enfermera se veía cansada, a diferencia de Alice quien estaba algo alterada o nerviosa quizás por las nuevas pruebas que le harían a Jared.

—Dios... ¿Que clase de... —se detuvo tapando su rostro, para luego levantar la mirada hacia la enfermera— ¿Cuáles son y cuánto costarán los exámenes que le harán? —me apoyé en la pared para no darme a notar, lo sé está mal hacer esto, pero no me enteraría de otra forma y Jared me preocupa.

—El doctor que atenderá de Jared está a pocos minutos. Cálmese un poco, Jared estará bien, como pudo ver le dimos un calmante que lo hizo dormir, no ha presentado daños mayores ni... —giré en dirección al elevador, había sonado.

Naranja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora