— Te tengo sobre la palma de mi mano, harás lo que yo te ordene y ya que estas cargando un bebé dentro de ti será la excusa perfecta para que vayas y le digas al gran hijo de puta de Cameron que ese bebé es suyo.— Mi madre niega con la cabeza rehusándose en hacer aquello, entonces mi padre le tira del cabello con fuerza.

— ¡No!— Grité pero no parecieron escucharme.

— J-Jonathan suéltame...me lastimas.— Sollozó.

— Harás lo que te ordene sino quieres que por tu mala respuesta haya un accidente y que puedas llegar a perder a ese bebé, ¿oíste?— Susurró lo último a centímetros de la boca de mi madre.— ¡¿Me oíste!?

— ¡Corre James!— Entonces mi padre se gira hacia a mi sosteniendo aun del cabello de mi madre y yo sin poder reaccionar aun.— ¡Corre!— Volvió a gritar y sin más mi cuerpo se mueve y corrí hacia la salida.

Y, cuando creí que llegaría al final y que esta pesadilla acabaría me detengo de golpe al ver como mi padre estaba parado a unos centímetros de mi con la mujer que amo sosteniéndola del cuello con ambas manos.

No...

— Debiste morir en ese accidente, hijo.

¡Esto es un jodido sueño!

¡Debo despertar!

— No, no eres real.— La respiración me falla y él se acerca a lo que yo retrocedo sin apartar mis ojos del cuerpo inconsciente de Melanie.— ¡Tú no eres mi padre!

— ¿Sabes cuál fue tu error, hijo? Haberte fijado en la hija de Cameron Wells, la hija de la mujer que siempre he amado, la que una vez iba a convertirme en padre.— Soltó a Melanie y comienza a buscar algo en su bolsillo.— Tú no puedes ser feliz con la hija de ese mal nacido, no lo pienso permitir.

No es real, no lo es.— Me repito una y otra vez.

— El único error es que tú hayas sido mi padre.— Le escupo.

Entonces él se pone de cuclillas agarrando el cabello de Melanie haciendo que su cuello quedara al descubierto y colocó la navaja.

— J-James...— Murmuró.

— Melanie...— Doy un paso hacia ella.

— Si yo no fui feliz, tú tampoco lo serás.

— ¡Noooo!

Despierto sobresaltado y cuando lo hago me encuentro bajo la misma oscuridad que en mi pesadilla. Miro alrededor en busca de algo o mejor dicho de alguien pero ella no estaba aquí, mi cuerpo estaba cubierto en una capa de sudor y quito las sábanas dejando al descubierto mi pierna enyesada.

Dirijo mis ojos hacia la puerta apenas es abierta y las luces se encienden. Veo a Melanie vestida con una sudadera con capucha larga color rosa pastel y un pantalón chándal del mismo color.

Ella al percatarse que estoy ya despierto no duda en acercarse a mi, yo en cambio me quedo callado contemplando sus hermosos ojos color avellanas.

— ¿Tuviste otra pesadilla?— Preguntó casi en susurro, ¿Cómo lo sabe?— Lo sé porque anoche no dejabas de murmurar cosas como: No; no eres real, estas muerto y variedades más de cosas.— Contestó, como si hubiese leído mis pensamientos y entonces su mano busca la mía.

Ya hace un mes que me habían dado de alta del hospital, aun tenía pierna inmovilizada y algunas otras heridas que han tardado en sanar por causa de los cortes de los vidrios de mi auto. Me sentía un completo inútil estar la mayor parte del tiempo encerrado en casa sin poder hacer mucho, mi abuela y Melanie no se han separado de mi desde que me dieron el alta pero mi abuela tuvo que volver a California ayer por la noche pero estoy seguro que no tardara nada en volver aquí.

Choose me: Un Final Definitivo.Where stories live. Discover now