• f o u r •

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- Sophhhhppiiee- escuchaba en un susurro.

- despierta, despierta despierta- volvi a escuchar en susurros.

Al voltear, estaba sola mi habitacion. "¿Que es eso?" Me preguntaba al ver derrepente que algo se comenzaba a mover en la esquina obscura de mi celda o cuarto, como sea, estaba tan, pero tan asustada que comenzé a caminar hacia atrás poco a poco.

Pero derrepente, escuche de nuevo esos susurros.

- sophhiiee- susurraron alargando mi nombre.

- ¡¡Ya basta!!, Que es lo que quieren- dije aterrada.

Pero no reciví respuesta, volvi a mirar la esquina y ya no había nada.

Despues de un rato, quise calmarme un poco y me sente en la camilla hasta que me quede dormida.

- Hola, linda- me desperto una voz.

- pero ¿ pero que hago aqui?- dije preocupada al ver que estaba atada en una silla y varios doctores me estaban viendo, pero lo mas aterrador fue que al voltear vi que uno de ellos se dirijia a mi con un aparato el cual no sabia para que era (es el de la imagen).

- ¿que me van a hacer? Dije ya asustada.

- tranquila, bonita, solo sentiras un "poquito" de dolor- dijo haciendo comillas y colocandome el aparato en la cabeza, ya colocado lo encendieron y comenzaron...

- ¡¡AAAHHH!!!- solte un gran grito al sentir un gran dolor recorriendo todo mi cuerpo.

Ellos lo hacian una y otra vez, pero cada vez aumentaba el dolor y los electroshocks.

No podia evitar escuchar su risa " ellos deben estar mas transtornados que yo" pensé.

Cada vez que me daban los toques, me susurraban en el oido:

- los sigues escuchando, cielo-

- si, digo no - pude decir con nerviosismo miedo.

-Soophhiee, sophie,sophie- de nuevo, ahí estaban los susurros otra vez.

- ¡QUE QUIEREN!- grite, pero creo que no era para los doctores, ademas que no era buena idea..

- ¡MATALOS,matalos,matalos!- de nuevo los susurros.

- ¡¡ YA CALLENSE!!- grite otra vez pero con desesperación.

- no, no, no, ¿con que no se callan ehh?- dijo uno de los doctores y entonces me echaron un cubetazo de agua fria y los electroshockes comenzaron.

No paraba de gritar, hasta que terminaron y asi con la camisa de fuerza y mi ropa mojada me llevaron arrastrando hasta la celda y me dejaron otra vez ahí, pero creo que no era la unica a la que le hacian eso porque los gritos invadian el hospital, por todas partes se escuchaban gritos y llantos de hombres, mujeres y..........niños.

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EsquizofreniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora