Carta

2.8K 228 92
                                    

Querido Laito:

Nunca pensé que diría lo que escribiré en las siguientes líneas. Esto no es común en mi, en realidad llevo varios meses que no soy el mismo de siempre. Y todo es por una única razón, una que no me permite pensar con claridad, que con sólo recordarla me siento intranquilo.

Esa razón eres tú.

Te amo como no tienes idea. Lo sé, suena de locos, pero es verdad. Me enamoré de ti, de mi hermano, algo que no es muy normal, aunque ninguno de los que vivimos en esta mansión lo somos.

Hay tantas cosas que quiero decir pero que ahora mismo mi corazón no puede expresar. Unas simples palabras no son suficientes para demostrar mi amor hacia ti. Aún así lo intentaré.

Tengo dos opciones: la primera es escribir tres líneas resumiendo todo lo que siento, y la segunda es dedicarte un libro entero si hace falta con mis más profundos y ocultos sentimientos. Así que será mejor que te pongas cómodo y estés preparado para leer todo lo que te tengo que decir.

Creo que la mejor manera de comenzar esta carta de amor es diciendo cuanto tiempo llevo enamorado de ti; sin embargo, eso no es posible ya que no sé en qué momento me cautivaste de esta forma. Muchas veces he mirado mi pasado buscando en vano esa razón por la que caí ante ti. Fue todo tan rápido, tan impredecible, me enamoraste con tanta facilidad que ni siquiera yo me enteré de cómo empezó todo.

Es increíble cómo puedes ocupar completamente mi cabeza. Cuando cierro los ojos sólo puedo vete a ti. Con solo un roce tuyo se me eriza la piel. Es escuchar tu voz y lo único que puedo hacer es suspirar. Con solo oír mi nombre pronunciado por tus labios tiemblo. Mi cabeza no piensa con claridad teniéndote cerca. Mi corazón parece una locomotora que no tiene intención de parar. Mi almohada está cansada de oírme pronunciar tu nombre todas las noches y de soportar a mi alma que llora por tu ausencia. Me provocas un desorden de emociones que jamás había vivido.

Esos brillantes ojos esmeralda, ese precioso pelo castaño, ese cuerpo que deseo que me pertenezca... Es inevitable, por más que quiera olvidarte me resulta imposible. No sé cómo pero me robaste el corazón sin compasión, adueñándote de él sin mi permiso.

Es algo inconcebible que te ame siendo mi hermano, pero no me importa, yo te amo como nunca antes había amado a alguien. A pesar de fingir indiferencia al verte cada mañana, por dentro me siento eufórico, con unas ganas locas de decirte lo mucho que te amo.

Me gustaría correr a tus brazos y perderme en tus besos, demostrarle a todo el mundo que tú me perteneces y que como se atrevan a alejarte de mi lado sufrirán. Pero no puedo... No puedo hacerlo porque no eres mío.

Probablemente lo ignores, pero eres la primera persona a la que amo tanto. Puede que para ti no sea importante pero para mi sí. Eso significa que eres el primero que me hace sentir especial, el primero que me alegra los días y el primero que me enseña a vivir la vida. El amor que siento por ti supera todas las barreras. Hace que dos más dos sean cinco, que el significado de amar sea tu nombre, que la luna solo esté a unos pocos centímetros de la tierra, que el sol salga por el oeste, que el arco iris solo aparezca cuando sonríes...

Siento envidia de las chicas que te hacen compañía por las noches. ¿Qué tendrán ellas que no tenga yo? Todas las noches veo cómo traes a una mujer diferente a la mansión. ¿No te conformas con una sola que tienes que utilizar a tantas?

Muero de celos cada vez que te acuestas con una persona que no soy yo. ¿Por qué no puedo tenerte para mi solo? Quiero ser el único que te toque y te ame. ¿Tanto es pedir que me quieras tanto como yo te quiero a ti?

Anhelo probar esos labios con los que sueño a cada rato. Quisiera comprobar si es cierto lo que dicen todas las chicas con las que te acuestas. ¿Tan genial es hacerlo contigo? Deseo con todo mi ser que me toques y que yo te pueda sentir como nunca antes había sentido a alguien.

¿Sabes? Todas las noches voy a la habitación que se encuentra al lado de la tuya. Me excito con cada melodioso gemido que sale de tu boca y me toco imaginando que esos gemidos son provocados por mi y eres tú el que mancilla mi cuerpo en una noche de lujuria. Vergonzoso, lo sé, pero es lo más cerca que he podido estar de cumplir uno de mis más anhelados deseos.

¿Por qué mi corazón me obliga a quererte si no sientes lo mismo que yo? ¿Por qué razón sigue empeñado en amarte si lo único que consigue es hacerme sufrir? Odio que me hayas enamorado de esta forma. ¿Qué me has hecho? ¿Qué clase de hechizo es ese que atrae a todas las mujeres que deseas y que esta vez me enamoró a mi? Si supiera al menos como ser feliz siendo solo tu hermano.

Cada vez que veo la luna me acuerdo de ti, de mi, de los momentos que pasamos juntos cuando éramos tan sólo unos niños y nos quedaba algo de inocencia. ¿Qué pasó con esos días en los que éramos inseparables, cuando estabas mal y yo te apoyaba o viceversa? ¿Tanto podemos llegar a cambiar?

Últimamente has estado muy distante conmigo. ¿Te habrás dado cuenta de mis sentimientos? Si es así preferiría que me lo dijeras a la cara. Aunque no puedo exigirte nada, yo soy el que se está confesando a través de una carta. Lo sé, muy cobarde por mi parte, pero no puedo mirarte a esos ojos que me hipnotizan y decirte: "Te amo". Me resulta imposible. Me quedaría paralizado y antes de decirte la primera palabra huiría de allí. Lo vuelvo a repetir: soy un cobarde, un cobarde enamorado.

Esta es la cursilería más grande que he escrito. Me da vergüenza admitirlo. Incluso he dejado de lado mi egocentrismo y en ningún momento me he dirigido a mí mismo como el gran Ore-sama sólo para demostrarte que esta carta, estos malditos sentimientos, son verdaderos.

¿Sigues sin entenderlo? ¿Aún no comprendes que esta carta está escrita con toda la sinceridad del mundo? Yo creo que está bastante claro, pero si aún sigues sin creerme, tómate lo que voy a decir a continuación como un remedio para acabar con este sufrimiento por mi amor no correspondido: me voy, a un lugar lejano donde nunca me encontraréis. Da igual el tiempo que pase, no nos volveremos a ver, te lo aseguro. Es imposible que vayáis al lugar al que me dirigiré.

Ya que estoy en modo sincero, me gustaría confesar algunas cosas. Shu, yo fui quien cogió los auriculares de tu habitación. Reiji, rompí una de tus preciadas tazas, los restos están en la chimenea del salón por si quieres enterrarla como es debido al igual que hiciste con la anterior. Kanato, soy el responsable de haberle pintado la cara a Teddy, pero debes admitir que el bigote le quedaba genial. Y a ti Subaru, querido hermano, tu fuiste el único al que no hice nada así que deberías estar agradecido.

Nunca me había sentido tan liberado, me siento genial después de haberme desahogado en esta carta, la única que sabe escuchar atentamente sin criticarme. Ya he dicho todo lo que pensaba y sentía, no tengo nada más que decir salvo que si después de irme te olvido, aunque no creo que sea posible, tú siempre serás...

Mi amado pervertido.


Ayato

Mi amado pervertido {Ayato x Laito}Where stories live. Discover now