-No.

-Yo tampoco. -Reí levemente mientras seguía suspirando, queriendo que me besara nuevamente los labios.

-Bien. -Hice una pausa, girándome sobre mis talones para quedar frente a él.

-Podríamos... podríamos ver una película. -Propuso.

-Bueno, ya he visto todas las películas. -Respondí como una niña pequeña y volví a sonreír frente a sus labios.

-Estoy bastante seguro que hay bastantes películas. -Insistió atrevidamente, arrastrando las palabras con su voz ronca.

-Estoy bastante segura de haberlas visto todas. -Reí interiormente, nuevamente. El sonrió, provocando otro cosquilleo en mí.

-Entonces, descartamos eso. -Murmuró, besando delicadamente mis labios en un beso fugaz. Volvió a besarlos, pero está vez más apasionado. Tomándome de los muslos para sentarme en un mueble cercano, como una pequeña mesa.

Comenzó tocando mis brazos, y bajando levemente, rozando mis piernas con sus dedos. Volvía a subir, tocando mis mejillas ruborizadas, mientras seguía besándome. Bajó hasta mi blusa y metió sus manos, agarrando mi cintura y pegándome a él.

-Podríamos dar una vuelta. -Dijo entre mis labios.

-Sí, podríamos. Definitivamente podríamos hacer eso. -Murmuré mientras mordía su labio inferior, escuchando un gruñido de su parte, muy sensual.

-O, ya sabes, mejor no. -Susurró besando mi cuello y dando pequeñas lamidas excitantes. -Porque ya sabes, probablemente terminaríamos regresando aquí.

Cerré mis ojos, olvidando sus palabras por un momento, llevándome por la excitación.

-Claro, así que, ¿cuál es el punto? -Pregunté cuando se paró frente a mí, mirándome directo a los ojos. Comencé a tocar el cuello de su sudadera azul.

-Podríamos jugar algo. -Hizo una pausa, volviendo a introducir sus manos en mi cadera. -Ya sabes, como serpientes y escaleras, o Boggle.

Seguía besando mi cuello intensamente, mientras yo soltaba gemidos que me avergonzaban. Acercándose a mis labios, volvió a besarlos.

-Barrería el piso contigo si jugáramos Boggle. Enserio, soy muy buena. -Dije soltando una risa pequeña y divertida, rió a la vez. -Podría haber sido mejor, sino me hubiera lastimado la rodilla.

Ahora era yo quién lo apegaba más a mí, chupando su cuello, y él, el mío. Llevó su mano hasta mi blusa tocándola sin parar.

-No tengo ganas de jugar algún juego, ¿y tú? -Preguntó insistente, reí por su falta de coquetismo. Tragando saliva por error.

-No realmente. -Respondí, devorando sus labios literalmente.

-Bien. ¿Así que quieres hacer? -Siguió haciendo preguntas, mientras yo despeinaba su cabello excitadamente.

No respondí y seguí besándolo alocadamente, mientras subía y bajaba sus manos a través de su abdomen. Taylor se alejó de mi, apretando mis muslos.

-¿Qué...? ¿Qué estás...? ¿Qué estás pensando? -Pregunté confundida, corriendo un mechón rebelde que se cruzaba por su cara.

-Estoy pensando..

-¿Qué? -Pregunté insistiendo, fruncí el ceño y volví a morder mi labio inferior. Su actitud en estos momentos estaba siendo rara.

-Estoy pensando que este ha sido.. el mejor momento de mí vida. Y no quiero hacer nada para arruinarlo. -Susurró. Tocando mí mejilla y rozando mis labios.

-Oh. -Susurré comprendiendo su punto y reaccioné. -Sí. No, tienes razón. -Murmuré mirando sus ojos.

-¿La tengo? -Preguntó elevando una ceja, haciendo una cara totalmente adorable. Sonreí y asentí, bajándome del mueble, alejándome un poco de él tranquilamente.

-Sí, deberíamos solo... ya sabes, ir más lento, no apurar las cosas. Ya sabes, no queremos que sea cliché. -Exclamé, comprendiendo su punto, elevando las cejas de vez en cuando.

-Sí, los clichés son lo peor. -Habló Taylor, elevando sus brazos.

-Esa gente que dice.. -Hice una pausa, emitiendo un sonido raro. -..''Esos adolescentes con las hormonas revolucionadas. No pueden controlarse.'' -Decía mientras hacía movimientos exagerados. -Es como, vamos... Sí, sí podemos controlarnos. -Volví a hacer otra pausa, suspirando cansada por hablar mucho. -Una mierda, no somos conejos.

-Definitivamente no somos conejos. -Me apoyó Taylor asintiendo.

-Somos totalmente capaces de tomar decisiones inteligentes y racionales. -Modulé, para que Taylor entendiera, ya que su cara de confusión me decía lo contrario.

-Creo que estamos tomando una ahora. -Murmuró, despeinándose su cabello.

-Así es. Esto es bueno. Es mejor. -Exclamé fingiendo felicidad.

-Mucho mejor. Me alegra que concuerdes. -Exclamó Taylor sonriendo, acercándose y alejándose a la vez de mí.

-Concuerdo totalmente.

-Bien. También yo. -Murmuró Taylor, silenciando la conversación.

Los dos quedamos callados. Intentando regular nuestras respiraciones. Tiré mi cabello para atrás, mi frente sudaba y yo no sabía que hacer. En estos momentos, ni idea. Lo miré directo a los ojos y el negó con la cabeza.

-A la mierda. -Murmuró antes de acercarse a mí, y volver a tomarme de los muslos, tirándome a la cama, debajo de él.

Rápidamente se sacó su sudadera azul, tirándola a quién sabe donde. Besándome apasionadamente mientras se movía sobre mí. En un intento logrado se giró, sentándome encima de él, me moví, haciendo que soltara un gemido. Volví a besarlo, y está vez lo giré yo, poniéndolo encima de mí, mientras él mantenía su peso para no aplastarme. Se alejó un poco, como la vez anterior.

-¿Debería? -Preguntó, yo elevé una ceja confundida.

-Bien, ¿qué?

-No lo sé, bueno... ¿qué... te gusta? -Preguntó mirando su pantalón, hice una mueca confundida y entendí.

-Bueno, tienes... ¿tienes un condón? -Pregunté incómodamente y reí traviesamente.

-Yo creo.. creo qué tengo uno. -Murmuró avergonzado, busqué sus labios nuevamente, entre suspiros de calor y excitación. -¿Debería buscarlo?

-Deberías hacerlo. Quiero decir, seguro. Sí. -Respondí nerviosamente, el asintió parándose de la cama. -Eso es algo que podrías hacer. -Dije apoyándome en un hombro mientras lo veía ir al baño, dejando la puerta abierta para buscar entre una caja de remedios un condón. Me miró, sonriendo idiotamente. Acercándose hacia mí, tirándose en la cama.

-Bueno, creo que es uno de los buenos, uno de los mejores. Y aún no ha expirado aún. -Taylor murmuraba cosas sin sentido, a las que sonreía y asentía.

-¿Te lo vas a poner? -Pregunté insistiendo, el sonrió incómodo y asintió.

-¿Quieres decir, ahora? -Preguntó nervioso.

-O...

-No, claro. Sí. -Hizo una pausa, mirando las sábanas. -¿Quieres taparte con las sábanas? -Preguntó vergonzoso y reí.

-¿Es tú primera vez? -Pregunté después de asentir y meterme dentro de las sábanas. Sacando mí pantalón nerviosamente junto con mis bragas. El negó con su cabeza, metiéndose dentro de las sábanas, bajando sus pantalones y calzoncillos.

-¿Y la tuya? -Preguntó, ahora él. Mientras se demoraba en ponerse el maldito condón.

-S-sí. -Tartamudeé idiota-mente y me maldecí por eso. -Ósea, anteriormente sí he tenido contacto sexual, pero nunca... eso, totalmente.

El asintió y me indicó que ya se había puesto el condón, asentí tímidamente y me acerqué a él. Me miró nervioso, como preguntando; ¿Quieres esto?

-Sí. Quiero esto. -Me respondí a mí misma, y al mismo tiempo, a él.

-Yo también.

-Bien. -Dije besando sus labios.

Depression {Justin Bieber} | AdaptadaWhere stories live. Discover now