El plan

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-La primera vez que miré a Rubiuh fue como si el tiempo se hubiera detenido y solo importara ese momento, ese momento y sus dulces ojos muy abiertos. Como si mi existencia se hubiera centrado en ese instante.
Llevaba el cabello perfectamente despeinado y la muñequera.
Después me saludó y tal, llevabamos hablando por mucho tiempo y quizá por eso mismo verle fue tan mágico.
Fue ponerle piel a esas platicas en la madrugada, a esos chistes malos y a esas ideas revolucionarias.
Fue ponerle rostro a alguien que te daba el apoyo que siempre necesitaste y pronto se convirtió en mi mejor amigo, mi compañero de viaje, el amor de mi vida.
Rubén, hoy solo quiero decirte que seré el mando a tu derecha de todas las aventuras en las que quieras adentrarte, que si alguna vez te falta algo no dudaré en romperme a mi mismo para completarte; que le daré ritmo a nuestro baile toda noché y tambien a la vida entera y que el sonido de nuestros besos siempre irá acompañado de buena música.
Tú eres mi película favorita.
Rubén Doblas Gundersen, ¿te casarías conmigo?

-Venga, Mangel, creo que ya lo tienes.
-¿Lo crees?
-Que si.- Alexby parecía sincero.
-Pero siento que le falta algo.
-Yo siento que lo tiene todo.
Mangel sonrió.

Miguel Ángel llebava mucho tratando de escribir algo perfecto, pero en cuanto sentía que ya lo tenía arrugaba la hoja y lo tiraba en el cesto de basura, escribía algo más y de nuevo.
Está vez le había pedido su opinióm a Alex, aunque no creo que importara mucho, había pedido la opinión de Chetto y de Wily en otras ocasiones y no había cambiado la situación en nada.
Despues de que Rubén le dijera que se casaran y de que Mangel aceptará eufórico, el de argolla en la oreja le había dicho que él era el qué hubiera tenido que proponercelo.
Mangel lo había pensado y se lo propondría, pero tenía que ser perfecto.
Su idea era que mientras estuvieran en una calle de la ciudad, despues de una cena increíble, rubius mirara en la papelera y sacara lo que sería "su carta"
Ahí, cuando Rubén estuviera leyendo Mangel se pondría de rodillas frente a su novio y le extendería el anillo.
Venga no era la idea más romantica del mundo, ni la más dificil, pero Rubiuh tenía algo con las papeleras y eso era lo que daba en el clavo.
Lo haría pronto.

Cinema-RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora