Memoria 2

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El día en que conocí a Gabo. Jamás me llegó a gustar, ni si quiera me interesó, de cualquier manera él se mantuvo fiel a sus sentimientos por mí. Toda la primaria fui su amor platónico, y ahora es mi mejor amigo, se podría decir que es como mi hermano, ¿quién lo creería? Es un año mayor que yo y ahora mismo él está totalmente ocupado con la Universidad, y no por eso nuestra amistad se volvió complicada, sino porque él estudia hasta la Universidad de Chihuahua, y está trabajando duro para conseguir un intercambio escolar a Estados Unidos. Así que sí, es una amistad a larga distancia, una amistad de Messenger, Whatsapp, Skype y de planes de telefonía en los que podamos hablar a otros estados de la República gratis.
Es brillante, sabe 2 idiomas además del español. Recuerdo todas aquellas veces que me trató de enseñar Inglés, y todas otras aquellas que intentó con el Italiano. Yo sólo quería cantar los éxitos de la perfecta Katy Perry, pero yo seguía con mi "¡¡GUIMIYUR FAYUGO!!"*, ya sé, debí hacerle caso a Gabo.
¡Y no se digan las veces que me trató de explicar mis tareas de matemáticas! Llegó un momento en el que tuvo que renunciar a mi torpeza y aclaramos que nosotros sólo podíamos estar bien cuando hablábamos de deportes, de nuestros amoríos (en donde solo hablaba él), de nuestra familia y de películas, aunque él sólo viera ficción. No importaba de qué habláramos, yo solo trataba de evadir los asuntos académicos.
Aún lo extraño, pero prefiero recordarlo y añorarlo como una desquiciada, a jamás haberlo conocido.

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*Coro de la canción "Firework" de Katy Perry (observa el vídeo)

Memorias eternasWhere stories live. Discover now