Boyfriend- Witch

Acontecimientos

Sólo quiero una maldita explicación para todo esto, el porque no quieren que sepa sobre el caso de los 50 estudiantes desaparecidos, sobre aquella bestia que supuestamente me protegerá y más que nada quienes son "ellos" que me quieren muerta....

La noche era fría, las hojas de los árboles crujian cada vez que chocaban con la ventana. Se sentía acogedor así, como siempre quise que fuera. Salí a caminar nuevamente sin preocupaciones ni nada.
Solo dejándome llevar por el frío viento que hacía.

De pronto alguien se aproximaba a donde me encontraba, una silueta masculina algo conocida. Supe de quién se trataba por la poca iluminación, el rostro tan peculiar de esa persona me hizo estremecer; JeongMin.
¿Que hacía a altas horas de la noche caminando por estas calles?, Ni puta idea.

-Nos volvemos a ver pequeña Lizzy- sonrió macabro y eso me perturbo, creo que de ahora en más no saldré de casa a menos que sea una emergencia.

-Como sea, me tengo que ir- di media vuelta para dirigirme a casa, la cual quedaba a unos escasos metros.

-¿Por qué me evades Lizzy?, Yo soy la respuesta a muchas de tus preguntas- comenzó a acercarse peligrosamente. Poco a poco los nervios se hacían presentes al igual que el escalofrío.
Algo en mi me decía que no bajará la guardia en ningún momento.

-Solo quiero ser tu amigo Lizzy- volvió a sonar tan sinico y formar esa jodida sonrisa que más me daba miedo, se acercó a mí oreja para susurrar- “Ellos no son tus padres"- su tono cambio drásticamente- “Y aquella bestia que viste fui yo"- di un paso para atrás a punto de desmayarme.

Todo se volvió oscuro y de poco en poco mis ojos se iban cerrando, hasta que todo era de un color negro. Desperté por el sonido del despertador indicando que era día de ir a la escuela. Mi primer día.

-Jane, es hora de ir a la escuela- musitó mi madre entrando a la recamara...¡¿Recámara?!, ¿Cómo es posible?, Si mal no recuerdo era de madrugada e iba caminando cuando ví a JeongMin, ¿Pero que?, ¿Cómo llegué aquí? Siendo que me desmaye.

Tantas preguntas invadieron mi cabeza hasta que claramente ya me encontraba caminando a la escuela, una bastante lejana y muy pero muy aislada del resto donde al parecer acudían personas extrañas. Cómo por ejemplo chicos emos o góticos.
Ya dentro me percate de que JeongMin estaba allí, mirándome fijamente con esa sonrisa macabra o mejor dicho siniestra que ahora analizandolo bien no es tan mala después de todo.

-Vaya que el destino es demasiado terco y quiere vernos juntos Lizzy- susurro en mi oído- Podemos hacerlo emocionante.

Seguidamente se marchó sin más que decir. Las clases transcurrieron en su curso normal, por lo regular no prestaba atención y siendo aún así tenía buenas notas, seguía en mi mente perturbando el asesinato de los 50 niños. Quizá... JeongMin tenga la respuesta...el también sabrá de aquella frase que por cierto no ha articulado en este día.

Al abrir el libro de álgebra un pequeño papel rojo bastante arrugado como también rasgado. En este contenía la misma jodida frase “No confíes en nadie ni en tú misma sombra porque está misma te puede traicionar", maldije por lo bajo. Ya me había fastidiado de esa maldita frase.

Seguidamente termino el primer día, ya estaba a punto de anochecer así que decidí irme por un callejón para tomar atajo y no toparme con JeongMin quién por cierto estaba en el mismo salón que el mío como también no dejaba de mirarme, una mirada llena de deseo y ansías.
Caminaba temerosa ya que sentía la presencia de alguien más detrás mío, como si me siguieran, algunas veces volteaba para asegurarme de estar sola y así era para mi visión.
Cuando...joder un maldito dolor se hizo presente en mi cabeza haciéndome caer de rodillas, no podía parar de tocarme la cabeza ante tal dolor era como si algo me lo provocará. Quizá que mi mente quisiera recordar algo, como cuando pierdes la memoria, así era mi caso.

El dolor era tanto que veía alucinaciones y nuevamente todo se vio borroso hasta caer en un sueño profundo.
Desperté, está vez sin ningún dolor, en una habitación completamente desconocida. El papel tapiz era carmín, como también el piso era de madera fina; una casa antigua.
De esas que solo se miran en los libros de historia, me levanté con pesadez de la cama y camine por el estrecho pasillo hasta encontrar un espejo. En el se reflejaba a aquel chico rubio, el... ¿Me abrazaba?, ¿Qué clase de broma es está?, Ambos ansiosos por...¿La llegada de un bebé?.

¿Qué mierda?, Enserio que cojones está pasando como para que pase esto. De la nada el espejo reflejo exactamente a seis bestias iguales a la del bosque, una en peculiar llamó mi atención; los ojos de aquella cosa me fascinaron, idénticos a los ojos del rubio.
Al parecer eran una manada en donde un día llega una chica de cabellos castaños oscuros quién parecía herida. JeongMin la cuidó en conjunto con el rubio, ambos muy preocupados por ella.

Desperté del sueño del cuál quería saber más, ¿Qué pasa conmigo y con esa chica?, Como también de que, ¿esto tendrá que ver con el incidente de los 50 niños?...