Capítulo 8 | Me voy.

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Omnisciente.

Pattie abrió la puerta y habló contenta-. ¡Estoy en casa! -Dejó sus maletas a un lado seguido de cerrar la puerta.

La gran casa se llenó de una preciosa risa al instante.
Justin apareció de un lado saliendo de la sala y rió hasta llegar a los brazos de su madre.

-¡Bebé! -Dijo Pattie mientras disfrutaba la sensación cálida y amorosa de tener a su pequeño consentido entre sus brazos nuevamente.

-¡Hola Ma! -Dijo emocionado el chico-. Te extra-ñé d-demasiado.

Pattie se separó y tomó su lindo rostro entre sus manos-. Yo también, hijo. -Colocó un beso en su frente.

Jules caminó hasta llegar a una esquina y recostarse de lado en la pared, apreciando en momento entre Madre e hijo.

Suspiró felizmente. Al menos ya estaba aquí, otra vez.


 Al menos ya estaba aquí, otra vez

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Tres meses después...

Jules PDV.

Había pasado un corto tiempo desde que había llegado a la casa de Pattie y Justin.

Pattie había salido hace una semana otra vez de viaje, y como otros días, yo me quedaba cuidando de Justin.

Justin....

¿Qué puedo decir de ese chico?. Me traía loca, Dios. Había veces en las que se comportaba raro y otras en las que parecía que no hubiera pasado nada. Era tan loco y eso me desconcertaba mucho.
Su actitud estaba muy cambiante ahora que Pattie había salido más últimamente.

-Come tu cena, por favor. -Pido a Justin mirándole directamente.

Ahora nos encontrábamos en la mesa, cenando los dos. Nana estaba en la cocina recogiendo.

-No. -Respondió de mal humor. Pinchó uno de sus chícharos con su tenedor.

-Justin, por favor... -Suspiré cansada. ¿Qué rayos le sucedía?.

Él se encogió de hombros dándome entender que no me haría caso. Niego con la cabeza rendida sin pizca de humor, para así volver a mi cena mientras leo un libro de capacitación.

A los minutos, un chícharo cae en mi cabeza. Abro mi boca como si estuviera estupefacta, sobre todo indignada.
¿Acaba de hacer eso? Oh, claro que lo hizo.

-¡Justin! -Digo enojada.

Él se levanta y tira todo su plato. Retándome.

-¡Justin, no puedes hacer eso! ¿Sabes cuántas personas en el mundo darían por tener un plato de comida? -Le miro un poco enojada y señalando el platillo tirado.

-¡No! -Grita mientras sale corriendo hacia su habitación.

-¡Justin! ¡Vuelve aquí! -Salgo para perseguirlo.

Puedo escuchar como se ríe. Pero a mí no me da gracia, sin embargo.

Omnisciente.

Cuando Jules está por llegar al último escalón, toma a Justin del brazo pero él la empuja hacia atrás haciendo que de un paso en mal y así caer por los escalones. La chica chica suelta un grito de dolor cuando choca contra la fría madera del piso.

Justin baja con cuidado observando con horror a Jules. Nana llega y se cubre la boca al presenciar la escena.

-¡Oh mi Dios! -Dice Nana acercándose a Jules pero la detiene.

-¡No! -Sus lágrimas recorrían sus mejillas. Miró a Justin un momento y ella se levantó como pudo-. ¡Eres un monstruo! -Soltó antes de irse a su habitación para buscar su maleta.

Nana se quedó en shock al ver a la chica de esa manera. Los ojos de Justin se cristalizaron al instante que oyó atentamente las palabras de ella.

Le había llamado monstruo. Tal y como todo el mundo le decía.

Bufó de enojo y subió a su habitación azotando la puerta detrás suyo y así caer en su cama para llorar.

Por otra parte, Jules estaba más que enojada, se sentía impotente. ¿Qué rayos le sucedía a Justin? ¿Por qué se había comportado de esa manera? ¿Qué había hecho ella para que él se comportara de esa manera tan desconocida?. No lo sabía y mucho menos tenía ganas de averiguarlo, pero ya estaba cansada de soportar su comportamiento tan mal educado.

-Joven Jules.... -Nana entró a la habitación-. No se puede ir....

-Ya no, Nana. -Responde malhumorada-. Estoy cansada de todo. -Ahoga un sollozo.

De repente, un estruendoso trueno sonó. Estaba apunto de llover.

-Me voy. -Tomó su maleta y salió son escuchar ni una palabra que Nana decía.

Abrió la puerta y se topó con la lluvia fría. Maldijo cuando recordó que no tenía su escarabajo debido a fallas mecánicas. Pero eso no le impediría irse de esa casa lo antes posible.

-¡¿Qué le diré a la Sra. Pattie?! -Gritó Nana siguiendo los pasos de la chica hasta llegar a la entrada de la puerta.

Jules caminó a mitad del patio de enfrente-. Ya no trabajo más para nadie. -Recalcó fuerte sus palabras mientras las lágrimas no paraban de salir.

Miró hacia arriba, viendo la ventana que daba a la habitación de Justin

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Miró hacia arriba, viendo la ventana que daba a la habitación de Justin. Y justamente ahí se encontraba él, mirándole. Pero a ella ya no le importó.

Se marchó sin ver atrás. No sabía la razón, pero una parte de ella, le dolía. ¿Dónde estaba el pequeño y lindo inocente que había conocido hace tres meses atrás?.
Lloró y siguió su camino, sin importarle que su propio corazón estuviera roto.

Se sentía peor que acabar una relación. Pero en sí, Justin había hecho eso.

Como si le hubiera roto el corazón.

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Inocencia Perdida © | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora