La Sociedad Y Él

33

Y aquí estoy otra vez,  hace años me prometí que no iba a volver a pisar este lugar,  que no iba a volver a caer en la tentación de acabar con esto.
El aire de diciembre alborota mi tupé,  mis pies rozan el vacío,  se que no voy a caer,  pero me fascina la idea.
Que agradable es pensar que el sufrimiento y la rabia se acabarán en cuestión de segundos. Extiendo los brazos y miro al infinito.  Las lágrimas amenazan por desgarrase de mis ojos, y acaban rodando por mis mejillas. Observo una vez más la altura, y consigo ver la scooter de Ryan en el portal , giro un poco la cabeza y esta él. Me mira con los ojos abiertos y se dirije hacia el portal corriendo, ¿Pensará que quiero saltar? , tal vez tengo que hacerme a mi la misma pregunta ¿Quiero saltar?. Y apenas no siento nada, mis sentimientos ya se han gastado, estoy inmóvil en el bordillo de una buhardilla. Compruebo mis emociones sacando una cuchilla afilada que estaba guardando. Rasgar mi piel poco a poco hace que me olvide del resto,  un corte más profundo y aquí acabara mi historia. Oigo pasos corriendo hacia mí,  me giro y veo a Ryan con cara de pánico. La sangre de mi muñeca a comenzado a caer. Ryan se acerca corriendo,  esta vez lleva puesta una chupa de cuero que parece que había guardado.
- ¿Qué ha pasado?
-Nada - digo,  pero Ryan apenas me deja acabar la frase. Está rodeando mi cintura con sus manos,  rompiendo los pocos centímetros que nos separaban. Sujeto su cuello con mis brazos ensangrentados.  Su lengua sigue recorriendo y trazando círculos en mi labio inferior. Saboreo cada rincón de su boca. Ya puedo volver a sentir,  ya no me siento como si todo mi interior estuviese muerto. Nuestras bocas se separan ,hecho en falta su cálido aliento en mi cuello. Su mirada es intimidante, sus labios están entreabiertos y no aparta la vista de mí.
-Tranquilo-consigue decir. Me encanta que se preocupe tanto por mi,  y que ahora sea el único que pueda disfrutar de su calor,  aunque suene un poco egoísta.
-¿Por qué lo has hecho? -continúa
-No lo sé- digo mientras veo lo manchada que está su camiseta blanca de rojo.
-Menos mal que he llegado,  podrías haberte hecho algo grave.
-Supongo- digo en tono áspero.
-Dime porque lo has hecho- dice esta vez con las cejas más enarcadas.
-Tú ya sabes mi situación. -digo dejándolo atrás, bajo las escaleras rápidamente hasta el 6 piso,  pero Ryan me alcanza.
-Ey !No te vayas.
-Mis padres pueden salir en cualquier momento de esa puerta,  esto no es buena idea. -digo mirándolo a los ojos.
-Puedo decir que soy tú amigo.
-Eso no cuela
-Claro que sí tonto - Me dice en tono bromista,  esa sonrisa que tanto admiro aparece en su cara, jugueteo con el timbre sin saber si llamar o no,  noto un impulso que me hace hacerlo,  ha sido Ryan.