— E-estoy bien, estoy bien niño.— Fuerza una sonrisa, se levanta pero al hacerlo su cuerpo se desvaneció un poco que tuvo que afirmarse contra los casilleros en donde guardan sus pertenecías los empleados.

— Te llevare al hospital.— Busco el número de Kevin para que entre y me ayude, Eich me quita el celular de las manos y lo escucho quejarse.— Eich, déjame llevarte...

— El cáncer...— Me miró con sus ojos inyectado en sangre, las venas de su frente parecían que en cualquier momento explotarían.— El cáncer se ha propagado en otras partes de mi cuerpo, niño.

— ¿Qué?— Él sonríe.

— N-no me queda más de tres meses.

Cuando dijo aquello todo a mi alrededor se detiene por un segundo, retrocedo y niego con la cabeza. Eich no es capaz de moverse y sé que intenta acercarse.

— ¡¿Por qué mierda no te has sometido al tratamiento!?— Exclamé y siento un nudo formarse en mi garganta.— ¡Podrías vivir mucho más...!

Silencio.

Me quedo en silencio al momento en que los recuerdos vienen a mi mente, mi madre sonriéndome, abrazándome, pidiéndome perdón. Su rostro pálido y su gorrito de lana el que todavía guardo en uno de mis cajones.

— Y-yo merezco esto, niño.— Comenzó a toser, su cara de pronto se volvió pálida, círculos negros aparecieron debajo de sus ojos (el cual no tenía cuando llego). Inspire profundamente y me acerco a él, entonces levantó la cabeza para observarme.— Los monstros como yo...al final tienen su castigo.

El dolor recorre mi cuerpo al verlo en este estado tan demacrado, Eich se dio cuenta y antes de tiempo mis ojos se llenaron de lágrimas pero esfuerzo en no llorar.

— No quiero que te vayas.— Cayó de rodillas al suelo y me apresuro en ayudarlo.— No quiero...

Tarda en responder, sus manos le comienzan a temblar, su respiración se volvió inestable, sus ojos se aguaron y me mira con todo el dolor que nunca había visto en ellos.

— ¿T-te asusta la soledad?— Preguntó de pronto.

— No.— Afirmo.— Creo que la soledad es un buen lugar para reencontrarse a sí mismo y reflexionar.— Paso mi brazo por la cintura de Eich, él pasó su brazo por sobre mis hombros y lo ayudo a levantarse.— Desde que recuerdo siempre me has dicho que...

— Qu-que me he sentido solo hasta que tú llegaste a mi vida.

— Voy a llevarte a casa.— Cogí mi mochila y ambos salimos.

Cuando salimos veo a Kevin charlar con una chica, no podía ver bien de quien trataba porque estaba dándonos la espalda. Mi amigo al vernos alzó la mano y la chica de inmediato se marchó sin antes de susurrarle algo a Kevin.

— ¿Quién era esa chica, Kev?— Preguntó Eich con una sonrisa llena de picardía a mi mejor amigo.

— No lo sé, me pregunto si es que te conocía.— Lo mire ceñudo y siento la mirada de Eich sobre mí.— Le dije que sí y que trabajas aquí.

— ¿R-rompiendo corazones, niño?— Rio Eich.

— Cállate Eich.

Kevin me ayuda con Eich para entrarlo al auto, cuando salimos del estacionamiento del club veo a chica con la que Kevin estaba hablando antes y ella me sonríe despidiéndose de mi.

¿Quién demonios es ella?

Creo a verla visto pero no recuerdo en dónde.

***

Choose me: Un Final Definitivo.Where stories live. Discover now