Just one day, one night

Before

Espero disfruten esta pequeña historia de JHope visitando un país extraño

Las voces están entre guiones (-hola-)Los textos, expresiones y todo lo que no haga sonido está entre comillas ("adios")De antemano, pido disculpas por las faltas ortográficas o gramaticales, espero sea de su agrado

-Diablos!- Exclamó la joven

-demonios, me corté- miró su dedo sangrar y le gritó

-maldita yema exagerada! vas a manchar los papeles!!- salió a toda prisa de su oficina, era el último día del mes y era hora de archivar, como siempre la tediosa tarea caía en quien sintiera la responsabilidad de hacerla.

Iba camino a servicio al consumidor, ahí siempre mantenían un botiquín para pequeños accidentes, los clientes eran idiotas y ellas debían estar preparadas para cualquier eventualidad.

-Dame un poco de cinta por favor- gimió mientras el ardor se acentuaba en su yema, y apretaba los dientes.

La chica de sac la miró con un gesto de no entender, pero al bajar la vista a su mano apretada pudo divisar la sangre y asustada se apresuró a buscar el botiquín y dejarlo a a su alcance, ella cogió la cinta médica e hizo la carrera más larga de su vida al baño cuidando de no poner caras a los clientes que pasó en su recorrido.

Llegó al baño y soltó su dedo, ardía por el corte con el metal que usaba para cerrar los archivos al guardarlos, recordó que había estado contando el dinero antes, por ello sus manos estarían sucias, lavo cuidadosamente su dedo, sabiendo que no dejaría de sangrar fácilmente, mientras se concentraba en eso entró su compañera de servicio al consumidor.

-Naky... Estás bien?- preguntó con voz algo acongojada.

En ese momento notó que nisiquiera había saludado a su compañera ese día, llegó antes de la hora a su turno y emprendió camino a su oficina de la cual no salió hasta el incidente.

-si- gimió intentando no sonar lastimera, aunque la herida ardía y se sentía torpe por atrasar su trabajo y preocupar a su amiga.

-Segura Naky? Te veo seria, más allá del corte, sucedió algo?- mirandola seriamente

Ella sabía que no le había pasado nada, pero su amiga llevaba algunos días quejándose de su pareja y esas preguntas las hacia cuando quería que le preguntaran a ella,Naky asintió, mirando su dedo

-estoy bien solo me siento torpe- sonrrió y sabia exactamente qué decir a continuación, -Cómo estás tú? Te has sentido bien? Hoy salimos a la misma hora verdad? Quieres hablar?-

Los ojos de su amiga brillaron, por algo a pesar de llevar solo unos meses en la empresa, Naky siempre era a la que le conversaba, tenía esa aura que te hace confiar y ella también lo sabía, se había ganado el apodo de mamá a los 17 años a pesar de que no pretendía tener hijos siempre cuidaba de lo que ella consideraba "su gente"

-S-si quieres ir a beber algo? Hay un lugar cerca, y podemos despreocuparnos- dijo su compañera

-Claro- asintió Naky, a pesar de que la idea de beber no la atraía mucho ya que no soportaba bien el alcohol, pero tenía el fin de semana libre, y una pequeña resaca lo valía por su amiga.

El día avanzó como de costumbre, realmente Naky era feliz de trabajar ahí, era conocida por risueña y alegre, siempre haciendo bromas a todos, y riendose de si misma.

Agotada al final del día recordó que su amiga la había invitado, estuvo tan tentada de negar la salida y volver a su casa a descansar como habituaba, pero la verdad es que no tenía nada mejor que hacer, sólo sería un par de horas y se merecía un momento de desconexión, aunque por la crianza hogareña que ella tenía, el mejor descanso era leer un libro bajo su gran ventanal un día de primavera, sin pensar en nada más que ese mundo de ensueño y un delicioso te con frutos rojos o vainilla.