I

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Nunca creyó conocer su destino de tal manera.

Él tampoco creyó en el simple hecho de poder tocar el cielo con un niño como él.

Y ni siquiera, pensaban que sus mundo y visiones, cambiarían al instante de conocerse.

[...]

Supuso internamente que todos sus deseos de no llamar la atención, quizás se cumpliesen, pero la cruda realidad era otra: "¡Oh...! Creo que me metí en donde no me llaman." Ese tipo de pensamiento, haría creer a cualquiera que la había cagado. Pero ese no era el caso, pues estaba siendo testigo de un acto que sucedía ante sus ojos y que nunca antes había visto, por lo que era una cosa nueva con la que debería soportar.

Los sudores de su frente, no dejaban de molestar su campo de visión; a sus catorce años, Yuri Katsuki había descubierto que aún no estaba lo suficientemente preparado para salir del cascarón. Con dedos temblorosos, guardó el móvil donde escribió un solitario: "Pichit, ¿dónde estás?" para segundos después, suspirar molesto. Un simple: "Espérame en la terraza para comer juntos." Fue lo que le convirtió en testigo de un giro argumental inesperado, si se le pudiera llamar así.

—... Viktor...

—... Ngh... Aah...

"Con que Jean-Jacques Leroy, salía con Viktor..." Tragó saliva pesadamente, no lo conocía lo suficiente como para sacar ideas alocadas como esas, pero tampoco hacía falta. Porque todas las chiquillas de su instituto que revoloteaban a su alrededor, sabían más cosas de su vida y pasado, mientras que el joven ruso de último curso, al menos reconocía alguna que otra cara de estas. Qué irónico...

—...

—... Ngh...

Lo peor de todo, es que no podía apartar los ojos en tal escena algo subida de tono para su edad. Un beso húmedo como ese del que se oían ciertos jadeos inmutables que solamente sus oídos podían escuchar, habían conseguido ponerle nervioso. Tanto, que sin saberlo, había salido ligeramente de su escondite; es decir, sacó demasiado la cabeza para ver todo lo ocurrido. Por lo que los ojos del moscovita, se abrieron malamente ante la sensación de que alguien lo observaba, y no se equivocó, pues sus ojos descubrieron los de Yuri. En consecuencia, Viktor frunció su ceño hasta llegar al nivel de desaprobación total.

"Mierda... Me ha visto..." Fue lo único que pudo pensar, pues salió pitando de la terraza para dejar de ver tal cosa a la que llamaba: Incomodidad.

—...

—... Ngh...

[...]


"Gucci, Channel, Kipling, Rolex, Swarovski, Giorgio Armani... Por mucho tiempo que esté aquí, aún no me acostumbro."

Sabía bien que pertenecía al mundillo de los niños ricos como los que le rodeaban, pero tal parecía ser que aún no estaba hecho para ello. Sólo hacía falta mirarlo, iba demasiado sencillo sin contar con el hecho de que tenía un aspecto algo cómico al ser rellenito. Su pequeña curva de la felicidad se notaba bajo el jersey que llevaba. Pero aún así, su popularidad se había incrementado en tan sólo un par de horas, sólo porque era... Alguien importante.

—¡¡Yuri!!

—¡...!

La vocecilla vivaz de Pichit lo sacó de sus pensamientos cuando se abalanzó sobre su espalda, era extraño, después del mal trago pasado en la azotea; tal parecía que todos sus males se habían disipado al tener cerca al joven tailandés que ahora lo abrazaba con todas sus fuerzas.

[BL] El Alfa De Viktor.[Yuri On Ice]Where stories live. Discover now