— Tengo tiempo para pensarlo.— Le digo.— Bueno creo que es hora de irnos, Kev.

— ¿Vas ir a ver a tu novia, niño?— Kevin cogió sus cosas, mientras que yo ayudo a Eich acomodar su almohada para que se sienta más cómodo.

— Sí.

— Kev.— Lo llamó y mi mejor amigo dirige su mirada a Eich.— En el cajón de la izquierda hay condones, dáselas a James.

Kevin suelta una risotada y hace lo que le pide Eich, yo lo miro con el ceño fruncido.

— No quiero que dejes embarazada a esa chica, niño.— Dice, cogió su taza de té con sabor a menta con ambas fuerzas.

Ruedo los ojos.

— Melanie se está cuidando con pastillas.— Le hago saber, le cubro la mitad de sus piernas con las matas de polar.— Además ella no quiere tener hijos aun.

— Ella tal vez no, ¿pero tú?— Preguntó, Kevin se sienta en el borde la cama de Eich mirándome esperando ansioso una respuesta.

— Una vez le dijiste a Cat que querías tener tres hijos.— Suspiro.

¿Por qué de pronto estamos hablando de este tema?

— Sí quiero tener hijos pero no ahora, no me siento preparado mucho menos ahora que el próximo año entrare a la universidad.— Eich sonrió.— Ni siquiera sé por qué estamos hablando de esto.— Gruñí y le arrebato de las manos a Kevin los tirantes de condones.

Me despido de Eich, mi mejor amigo se fue a casa mientras que yo iba a la casa de mi novia. Espero su abuelo no sea quien me abra la puerta.

Melanie.

Estoy completamente hecha un asco. No debí aceptar en ir con Luna a correr a las siete y media de la mañana al parque, llevaba unos shorts deportivos y una sudadera, ni que decir de mi pelo que está todo hecho un lío.

Entro a la casa y dejo las llaves colgadas en la entrada, paso a saludar a mi abuela al oírla hablar por teléfono.

— Espero que vengas pronto a visitarnos cariño, sí, tu abuelo los extraña muchísimo y muere por ver a Liana.— Se ríe.— Claro, yo le digo...ajá, yo también te quiero mi niño.— Mi abuela sonríe y cortó.— ¡Hija por fin llegas!— Exclamó.— ¿Cómo estuvo el ejercicio, eh?— Mi abuela camino hacia a mi.

— Estuvo agotador...— Me quejo.— Voy a ir a darme un baño.

— Christopher dice que después lo llames.— Me dice, antes de subir por las escaleras.

Cuando abro la puerta me encuentro con mi novio recostado en mi cama, lanzando una pelota de goma al aire.

— ¿Qué haces aquí?— Pregunto. Intento limpiar el resto de sudor que recorría por mi frente.— Creí que hoy trabajas.

Atrapa la pelota y se sienta en la cama para mirarme de pies a cabeza con una sonrisa.

— ¿Qué crees tú, Wells?— Se levantó, llevaba una camiseta sin mangas dejando a la vista los pocos tatuajes de sus brazos.

— Vienes a pedirle a mi abuela que te prepare ese postre con galletas y bananas ¿no?— S ríe.

— Puede ser.— Se para frente a mi.— Pero vengo a buscar a mi chica para ir a la playa.— Intenta abrazarme pero yo doy un paso atrás.— Oh vamos Wells, te abrazado toda sudorosa después de hacer el amor.— El calor sube a mis mejillas.— ¿Te estas sonrojando?— Me pellizca la nariz y yo retrocedo.

— Es domingo.— Digo, como si no es obvio.— Los domingo los dejo para estudiar.— Le recuerdo, busco en mi armario ropa limpia y un par de toallas para ir a la ducha.

Choose me: Un Final Definitivo.Where stories live. Discover now