Cartas [Kuroken] /Pausado/

Despedidas

Por la mañana despertaron aún abrazados el uno al otro, se quedaron ahí por un rato, hablando de cualquier cosa, queriendo restarle importancia a que no volverían a estar así en un tiempo, queriendo no ser conscientes de ello.

Después de que el tiempo pasará y el frío de la mañana se fuera un poco, ambos se soltaron y procedieron a continuar.

[...]

Y mientras Kenma perdía la mirada en su videojuego, sin realmente prestarle atención, Kuroo se perdía en los pequeños detalles su rostro; en las curvas de sus ojos, sus labios y como las comisura de estos a ratos se arqueaban levemente, en como la punta de su nariz y sus mejillas estaban levemente teñida de rojo por el frío, en la curva que terminaba algo respingada de su nariz, sus pequeñas orejas que tenían la punta roja, en sus delicadas manos y brazos cubiertas con vendas, en como sus dedos bailaban sobre su celular;  en su pequeño gatito.

Y aunque el menor no dejaba de jugar en su consola, perdiendo en cada intento; Kenma realmente no quería jugar, él solo quería hablar con Kuroo, no tenía ni idea sobre qué, sólo quería escuchar su voz...

Ese momento parece un sueño al estar a tu lado de nuevo, del que pronto despertaría...

— ¿Me vas a extrañar? — Pregunto Kuroo repentinamente.

—¿Quieres que mienta?

— Tal vez... — Sonrió. Y con eso no ya pudo aguantar más sus ansias, lo besó, sin importarle mucho la gente que podría verlos.

El beso acabo, juntaron sus manos, con toda naturalidad, como si fuera cosa de todos los días; deseando que enserio lo fuera.

Caminaron hasta la estación en donde Kuroo se iría, tenían tiempo, pero nunca sería el suficiente. Se sentaron ahí y entonces Kuroo quiso hablar pero cuando se giró vio a Kenma admirándolo.

— ¿Desde cuándo eres tan guapo? — pregunto sin vergüenza el menor, haciendo al otro extrañarse por ser tan directo.

— Siempre ha sido así, que no lo hayas notado es tu culpa — respondió, intentando quitarle importancia y disimular que se había puesto nervioso

Kenma sólo respondió con un 'ummhh' muy ambiguo. Para que luego Kuroo, odiando romper ese ambiente extrañamente romántico, al fin dijera lo que quería.

— ¿Qué va a pasar? — Kenma lo vio sin componer bien a que se refería — Ya sabes, sobre nosotros.

"Nosotros", eso sonaba tan bien, para su mala suerte.

Kenma volteo a ver a la nada, pensando, con cierta tristeza en su rostro. — Nada — Kuroo lo vio sin entenderlo bien, como siempre — Sólo quiero verte más, por favor.

Se voltearon a ver a los ojos, sólo asintió junto con un sonido afirmativo. No sabía como haría eso, sólo sabía que tenía que, por ellos.

— Supongo que tengo que preguntar después de todo esto así que — el menor veía ansioso al otro, con cierto brillo en sus ojos, expectante  — ¿Quieres ser mi novio, Kenma?

Sintió sus piernas débiles al escuchar como Kuroo pronunciaba su nombre.

— Si, Kuroo — dijo suavemente, sin poder ocultar una ligera sonrisa. Kuroo se acercó a el, mostrando sus intenciones y sin más pregunto.

— ¿Puedo...?

— Por favor — respondió el menor suavemente, rozando sus labios, sólo para que el otro se deshiciera del poco espacio que lo separaba.

Sus labios se movían juntos a un ritmo lento, el tiempo se sentía como una eternidad en ese momento. Kuroo tomo la cintura del menor y el paso sus dedos por su cabello, ambos buscando la calidez del otro.

El beso acabo, pero juntaron sus frentes, justo cuando el tren llegaba, marcando la ida del mayor. 

— Te amo, Kenma — Sentían sus respiraciones agitadas y el silencio les permitía escuchar sus latidos acelerados.

— Yo también te amo... Kuroo —  correspondió con tranquilidad. Kuroo tomo su mano y sin decir nada camino hacia el tren, beso su frente y como si le doliera, suavemente dijo

  — Adiós — soltó su mano mientras se acercaba a besar su frente fugazmente y subió sin más. Kenma respondió de igual manera en un susurro "Adiós" mientras veía el tren marcharse y comenzaba a caminar hacía su casa.   

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04.11.18