Veo a Diana sentada en la mesa de siempre en cual nos sentamos las tres, así que tiro del brazo de Luna para ir a sentarnos con ella.

— ¡Hola Diana!— La saludo con emoción, pero ella parece ignorarme.— ¿Diana?

Luna dejo la botella con agua con fuerza sobre la mesa haciendo que Diana levante la mirada de su plato de pizza aun sin comer.

— Melanie te está saludando, no seas una mala educada.— Regañó Luna a Diana como si fuese una niña pequeña, coloco mi mano sobre su hombro.

— Luna, está bien.— Le sonrío.— Diana, estaba pensando en que podíamos ir al cine las tres.— Luna me mira y puedo decir que debe estar maldiciéndome en estos momentos.

— Chicas.— Oímos una voz masculina detrás de nosotras, cuando nos volteamos nos encontramos a Marcus y a Kyle con una soda y un pan con lechuga, tomate y quesillo envuelto en plástico. — ¿Hay sitio para dos más?

Luna por debajo de la mesa me toma de la blusa y noto lo sonrojad que esta al ver al rubio. En cambio Diana se paró de inmediato como si estuviese molesta y cogió su pizza par así irse sin darme tiempo de hablar con ella.

¿Qué le sucede?

— Por supuesto.— Contestó Luna.

Los chicos se sentaron con nosotras, Kyle se sentó frente a mi y Marcus al lado de Luna. No pude evitar mirar hacia atrás hacia la mesa de Katia y su grupito y desde aquí se puede ver lo furiosa que esta al ver a los dos de sus amigos sentado junto a nosotras.

Rayos.

Charlamos entre los cuatros, la verdad es que por mi parte no estaba muy pendiente de la conversación. Por qué no podía dejar de pensar en Diana, me pregunto porque actuó de esa manera y se fue así como así.

— Todos nos están mirando.— Dijo Luna de repente.

— Es porque estamos sentados junto a ustedes y no con Katia.— Le respondió Marcus.

Había olvidado que ambos chicos tienen el ego un poco alto.

— Oh vaya pero que afortunadas somos de tenerlos aquí.— Ironizó la rubia.

Siento la mirada pesada de Kyle sobre mí, guardo mi botella con agua con sabor a limón en mi mochila y me levanto.

— Vengo enseguida.

— ¿Iras hablar con Diana?— Preguntó Luna, ambos chicos se miran y apoyan su espalda en el respaldar de la silla.— Vamos Mel, déjala que hace días está actuando muy extraño contigo ¿no?— Agacho la cabeza y suspiro.

— Quiero saber si está bien, nada más.

No espero a que Luna me conteste así que me apresuro en salir a buscar a Diana, creí que iba a tardar en encontrarla pero para mi suerte la encontré sentada en la fuente de agua leyendo un libro.

— Diana.— La llame, sus hombros se tensan.— Quiero hablar contigo ¿podemos?— Prefiero preguntar.

— Ahora no puedo.— Contestó con tono frío.

Decido sentarme a su lado, su mirada ya no estaba puesta en el libro sino que en alguien más e intento saber a quién a mira pero ella se gira a verme.

— ¿Ha pasado algo?— Le pregunto, pero ella no responde.

Simplemente se me queda viendo fijamente a los ojos, no puedo descifrar que es lo que quiere decirme pero me duele que se haya distanciado un poco conmigo cuando lo único que he hecho es prestarle mi ayuda.

— No quiero seguir siendo un problema para ti, Melanie.— Habló.

— Tú no eres ningún problema para mi, eres mi amiga.— Cogí su mano, pero ella la aparto con gentileza.— Diana, hemos avanzado mucho ¿cierto? con tus terapias, has hecho más amigos ¿recuerdas?— Ya no era la chica tímida que conocí en un principio y sí e incluso ha hecho más amistades aquí dentro de la universidad.— Tú y Luna son mis amigas.

Choose me: Un Final Definitivo.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن