Capítulo 5

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Seokjin suspiró pasando por su teléfono mientras Namjoon gruñía cansado en su almohada. No sabía si tenía que sentirse relajado o preocupado por la falta de contacto con su manada en casa.

Era ahora el cuarto día de la conferencia de alfas y asombrosamente falló en alcanzar las ya sombrías expectativas de Seokjin desde el primer día. Los alfas de las manadas estaban más interesados en ponerse borrachos y pelear que en negociar acuerdos y pactos, el que era el principal objetivo y propósito del evento de diez días.

"Deberías levantarte ahora, bebé. Dale la cara al mundo como el alfa valiente que eres," Seokjin palmeó a Namjoon suavemente. Su compañero solo gimió en respuesta, tirando las brazadas sobre su cabeza.

Seokjin hábilmente arrancó el edredón de las manos de Namjoon y lo empujó en una posición sentada. Se rió de los agotados ojos de Namjoon tratando de ponerle un sentido a lo que había pasado en la mitad de un segundo y lo besó en la mejilla.

"Vamos bebé, hoy no va a desaparecer." Namjoon sonrió soñoliento hacia Seokjin y enterró su cara en su pecho.

"Es mucho mejor contigo aquí. ¿Puedes venir conmigo todos los años desde ahora?" Era verdad. Namjoon enfrentó muchas conferencias por sí mismo, extrañando a Seokjin cada segundo. Nada lo hacía más feliz que tener a su compañero con él en su agujero al infierno.

"Lo veremos," Seokjin pretendió que pensaba sobre eso, "Supongo que depende de que tan bien te portas hoy."

Namjoon volteó a Seokjin en su espalda y gruñó como un lobo. "Te mostraré buen comportamiento."

Seokjin se mordió los labios y empujó a Namjoon gentilmente. "No, vamos a llegar tarde." Hizo una seña al reloj y Namjoon gruñó, cayendo de espalda en la cama y poniendo su brazo sobre sus ojos.

"No tengo un buen presentimiento sobre hoy, bebé."

Seokjin bufó. "Dices eso todas las mañanas de esta estúpida conferencia."

"Y no me equivoqué todavía, ¿Lo hice?" Seokji rodó sus ojos y empujó a su compañero hacia arriba. Descontento Namjoon era tierno. "En serio bebé. Tengo un mal presentimiento sobre hoy. Vamos a quedarnos en este cómodo cuarto de hotel todo el día y disfrutemos las buenas vibras de aquí."

Tentador, pero Seokjin era un hombre de servicio. Usualmente Namjoon también lo era, pero tener tiempo a solas con Seokjin siempre fue su debilidad.

"Nop, te vas a levantar y tienes que apurarte." Seokjin saltó fuera de la cama y se sacó su pijama, sacando ropa de su valija. Namjoon gruñó.

Seokjin sabía lo difícil que esto era para Namjoon, sonreír y asentir a algunas de las estúpidas cosas sin sentido que salían de las bocas de esos alfas por el bien de la paz.

Esta conferencia anual era la razón por la que muchas manadas eran capaces de tener semblanza de cohabitación pacífica en un país tan pequeño como Corea. No, no serviría si Namjoon, el alfa de una de las manadas más fuertes dejara de asistir. Iba a dejar que otras manadas tampoco asistieran y la tensión se alzaría entre los habitantes.

Claro, había líderes de manadas dispuestos a hacer negocios lo que Seokjin sabía que Namjoon apreciaba tremendamente—eran todas manadas aliadas después de todo. Habían amistosamente redibujado líneas de territorio con Suho, su aliado del este y Yongguk, su aliado del norte. Sus tres manadas con un par de otros eran temibles adversarios si alguien se atrevía a meterse con uno de ellos.

Kim Sunggyu se aseguraba de notificar y advertir a Namjoon y Seokjin sobre los pícaros lobos que encontró haciendo estragos en su territorio y que habían escapado hacía el territorio de Namjoon cuando sus lobos los persiguieron. Namjoon tomaba nota cuidadosamente del físico de los lobos pícaros y le agradeció a Sunggyu por dejarlo saber.

You shine so bright (in this darkness) [Traducción] [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora