— ¿A dónde quieres ir?—preguntó alzando la voz.

— En la casa de Namjoon, queda cerca de la mía, a dos calles más, —dije en el mismo tono de voz que él.

— Está bien.

Cerré mis ojos y fui al hermoso mundo del descanso.

Unos golpecitos hicieron que despertara de mi hermoso sueño en donde no existía ningún Min Yoongi.

— Lenahi despierta, —esa voz no era de Jimin.

— ¿¡Jimin!? —dije aturdida.

Me puse de pie con rapidez y tropecé con mis pies, antes de dar contra el suelo unos brazos me sujetaron de los hombros.

— Tu siempre tan alterada, —me regañó Namjoon.

— ¿Joonie? —pregunté con un tono confundido.

Se suponía que estaba con Jimin montados en una motocicleta.

— Jimin te trajo anoche, no quería despertarte así que se fue sin despedirse de ti.

Ahora que recuerdo me quedé dormida montada en la motocicleta, si que soy suicida. ¿Cómo Jimin pudo bajarme de la motocicleta? Y la pregunta del millón ; ¿cómo no me caí de la motocicleta? Doy gracias a los cielos por salvarme.

— ¿No tengo ningún rasguño? —palpé mis brazos para asegurarme que todo estaba en perfecto estado.

— Estás bien Lenahi, para la próxima trata de no quedarte dormida porque quizás no solo obtendrás un rasguño.

Llevé mi mano a mi rostro.

— ¡Qué vergüenza! —chillé.

— Antes de que empieces a lamentarte quiero que me respondas como Jimin dio contigo, ¿no estabas con Yoongi? —tomó asiento sobre la cama y palmeó el espacio sobrante al lado suyo.

Suspiré y tomé asiento al lado suyo, estaba en la habitacion de huéspedes o mejor dicho mía ya que siempre lo visitaba y me quedaba a dormir.

— Min se embriagó hasta ver koalas danzantes y delfines actores, se comportó de una manera muy rara. Quiso cantar y yo le dije que no, nos echaron del local, se puso loco, lo golpeé, se enojó y se fue. Intenté comunicarme con mis dos amigos, pero ni señales de ellos, al final tuve que recurrir a Jimin, fue al local a buscarme y luego me trajo. Fin de la historia.

— ¡Diablos! No tuve que haberte dejado sola con ese imbécil, me olvidé totalmente cómo se pone cuando bebe. ¿Lo golpeaste? ¿No te hizo daño? Si lo hizo dímelo, lo busco y le rompo la cabeza. ¿Se fue y te dejó sola? Discúlpame por no haberte contestado, estaba calmando a Mika, al ver a Min con otra chica la volvió loca pero la pude controlar, por cierto no sabe que eras tu la chica que acompañaba a Min anoche.

— Buena hora de recordar detalles importantes Namjoon. —Suspiré y continué—, Si, si lo golpeé pero a los segundos me sentí culpable al ver su rostro, parecía realmente dolido. No me hizo daño por suerte.

— Creo que lo mejor sería alejarte de él, si te sigue molestando tienes que denunciarlo.

Abrí los ojos sorprendida.

— Sabes muy bien que no denunciará a Min por más que lo odiase con toda mi alma, —cerré los ojos e hice un puchero con los labios.

— No puedo creer que fui tan idiota en dejar que te acercaras a Yoongi, desde ahora en adelante iré contigo a todas partes.

Cuando Namjoon se arrepentía de algo trataba de solucionarlo y, bueno, esta es la manera de solucionar mi problema con Min; siendo mi guardaespaldas.

— La oferta es muy tentadora pero voy a rechazarla, ¿qué pensaría Jimin al verte todo el tiempo junto a mí? Lo puede mal interpretar.

— Pero es por tú bien, siguió insistiendo.

— No, voy a estar bien. Esta no es una novela en donde la chica es advertida pero cae igual por su tercadez.

— Algo me dice que va a ser peor que eso, —entrecerró sus ojos hacia mí.

— Prometo no hacer nada que te haga explotar de la rabia, —levanté el dedo meñique.

Namjoon también levantó el dedo meñique y lo entrelaza con el mío.

— Lo prometes.

— Lo prometo, Joonie, —sonreí.

— ¿Qué tal va las cosas con Jimin? —dijo guiñando un ojo.

— Jimin, Jimin, —canturreé—. Sólo sé que no puedo dejar de pensar en él . Cuando leo, bailo o incluso estoy comiendo pienso en él y realmente es frustrante, ¿será que el amor a primera vista es real?

— Ay pequeña, ¿por qué no sería real? —me apuntó con su dedo índice—. Ahora mismo tienes el rostro de una loca enamorada.

Llevé mis manos a mi rostro tapando—, ¿¡yo!?

Mis mejillas comenzaron a sonrojarse, Joon lo notó y comenzó a burlarse de mí.

— ¡Te estoy perdiendo a ti también! Primero Mika y ahora tú, por favor no me abandones, —suplicó riendo.

— Cállate, no digas tonterías, tampoco voy a ir persiguiendo a Jimin por donde vaya, todos necesitamos nuestro espacio personal, —me encogí de hombros.

A decir verdad, quiero estar todo el tiempo con él pero no lo voy a admitir delante nadie.

— "Espacio personal" —hizo comillas con los dedos—. Ya quiero que sean pareja, me los imagino como chicle pegado al zapato, inseparables.

— Que sofocante sería, dije no convencida del todo.

— Tienes que aprovechar el tiempo y tratar de enamorar a Jimin para deshacerte de Yoongi lo antes posible, antes de que lo mate a golpes.

— No sé cómo enamorarlo y el que va a morir a golpes serás tu, ¿te viste al espejo después de venir de mi casa? Tu ojo derecho estaba completamente morado y tus labios estaban completamente hinchados.

— A ustedes les falta un empujoncito más y ya son pareja, no me recuerdes ese día, estaba un poco ebrio, por eso terminé así de golpeado.

Sonreí.

— Tal vez solo nos falta un empujoncito.

BienquerenciaWhere stories live. Discover now