One-shots de la Usser

Pedido 1: ScotWal

Otra reunión mundial como cualquier otra salvo que en esta se encontraban todos las representaciones de Inglaterra.

Escocia, Irlanda, Gales y Gran Bretaña, aunque siempre le llamen Inglaterra.

Escocia e Irlanda molestaban al más joven de todos durante la reunión interrumpiendo sus discursos, refutando sus datos, etc...

Pero extrañamente ese día Gales no lo hacía, solo permanecía en silencio durante toda la reunión.

El motivo, mirar de reojo a su hermano escocés examinando todo lo que hacía.

Sabía que era su hermano pero un sentimiento de amor diferente del que debería existir vivía en lo más profundo de su corazón escondido de cualquier ataque.

–Gales podrías hacer que tus hermanos se quedaran en silencio en la reunión.– pidió Alemania intentando no sonar muy brusco.

–Podría si no fueran los tres una panda de idiotas.– comentó con un aspecto pasivo y sin dejar de mirar las reacciones de su hermano mayor.

Ese pelo rojo, los ojos verdes, incluso las cejas le parecían un conjunto irresistible.

–¡¿A quien llamas idiota, idiota?!– gritó Inglaterra enfadado.

Pero para sorpresa de todos Escocia le dio un golpe en la cabeza y se sentó mirando de reojo al galés.

–Conejo, cállate y siéntate. Tu igual Irlanda.– los dos hermanos se miraron confundidos y accedieron a sentarse tranquilos.

El resto de la reunión pasó a una velocidad increíble al estar sumergido en esos profundos ojos verdes de su hermano mayor.

Se habían pasado la reunión mirándose de reojo para no llamar la atención.

Solo dejando que los poseedores de esas miradas llenas de un brillo especial supieran sobre ellas.

–Aquí concluye la reunión, podéis iros todos.– todos los países empezaron a recoger sus cosas e irse hablando entre ellos.

Menos esos dos hermanos que se habían quedado en la sala dando la excusa de que tenían un tema del que hablar a sus otros dos hermanos.

–¿Por qué me mirabas durante la reunión?– cuestionó frío el pelirrojo mientras acomodaba su traje.

–Yo también te podría preguntar por que me mirabas.– respondió sin ningún tipo de sentimiento.

El escocés solo pudo esbozar una sonrisa burlona y orgullosa al darse cuenta del característico brillo en los ojos de su hermano.

Tenía el mismo brillo que el de las chicas que se le acercaban cuando iba a algún bar o a cualquier otro lado.

–Ya veo... Con que es eso...– susurró para si mismo evitando que le escuchara el menor.

Se sentó en la mesa de cierta forma sexy para Gales y se desajusto un poco la corbata para provocarlo un poco.

Le encantaba fastidiarle como al resto, y ahora lo tendría más fácil.

–Sabes... El conejo y yo estamos saliendo juntos aunque no lo parezca.– sonrío de forma malévola mirando directamente a los ojos de su hermano.

El corazón del galés sintió como una punzada que le causaba un dolor indescriptible pero él no entendía porque era, o no quería entenderlo.

–Se que somos hermanos, pero eso lo veo sin importancia cuando se trata del amor.– siguió hablando para torturar un poco más a su hermano.

El de cabello café claro no pudo evitar apretar los puños al imaginarse a sus dos hermanos juntos.