Y si algo fuera diferente?

Capítulo 24

—¿Diga?

—Gabs –sañuda con una sonrisa- amor ¿a que no sabes que ha ocurrido?

—Cariño, no me asustes ¿Qué ha pasado?

—Amberly ya sabe toda la verdad

—¿Lo dices de verdad?

—No, estoy bromeando, claro que lo digo de verdad Gabriela, Amberly ya sabe todo y lo tomo mejor de lo que esperaba –soltó un suspiro y la aludida le da un pequeño golpe en el hombro- de hecho quiere hablar contigo

—Si, si, ¿cuándo?

—Quiere contárselo a Maxon cuando vuelva de viaje así que preferiría hablaran antes de ello

—¿Cuando?

—¿Te parece bien esta tarde?

—¿No es bastante precipitado?

—No me lo parece –Amberly suelta una pequeña risa antes de quitarle el aparato-

—Gabriela ¿es que te has vuelvo una cobarde? –bromea-

—¡Amberly! –grito emocionada- ¡no! absolutamente no, esta misma tarde estaré ahí

—Excelente –todos sonrieron, las cosas comenzaban a tomar el lugar adecuado-

—¿Puedo llevar a las niñas?

—Nada me haría más feliz –dijeron antes de colgar- gracias Clarkson

—¿Me agradeces? Soy yo quien debería agradecerte por tomarlo tan bien y disculparme por ....

—No, ya no quiero más disculpas, siento que lo difícil será hablar con Maxon

—No lo creo –le beso la mano antes de salir a continuar con su trabajo-

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—Por fin llegas

—Amber, no sabes cómo te extrañado

Ambas se fundieron en un gran abrazo de oso, el no verse por tantos años no ha ningún sentimiento entre ellas, su amistad aun esta tan fuerte como hace 19 años.

—Parece que todo bien ¿no? –se mofo Clarkson aunque en el fondo sentía una paz infinita al ver a 2 de sus 6 personas más importantes en el mundo tener una relación amistosa por no decir fraternal-

—¡Oh cállate! –gritaron al unísono antes de mirase y lanzarse a reír a carcajadas-

—Así que ¿tú eres la esposa de mi papí? –dijo una niña que ya no pudo aguantar más las ganas de conocer a su hermano-

—Por el momento –el aludido la miro sin comprender a que se refería- lo soy por ahora pero lo correcto será que se case con tu mamí ¿no lo creen? –ambas niñas asintieron emocionadas y Gabriela, que la miraba con lágrimas en los ojos no pudo hacer nada más que volver a abrazarla-

—Gracias Amberly, por todo –dijo el rey emocionado por tanta demostración de afecto, con sus padres jamás podría siquiera imaginado que tendría una familia así-

—¿Cómo se llaman pequeñas?

—Barbie –dijo ella sonriendo como muñeca, sin duda el nombre le quedaba como guante-

—Angela –dijo con algo de timidez-

—Un gusto conocerlas, veo que ambas tienen los ojos de su madre –ellas sonrieron orgullosas-

—El gusto es nuestra majestad –dijo Angela-

—Oh no, nada de formalidades, pueden decirme Amberly o solo Amber –dijo con una sonrisa cariñosa que le infundio seguridad a las chicas-