—¡Taiga! ¡Rápido llévese a ese perro de aquí! —Tora corrió al lado de su hijo, Taiga temblaba de pies a cabeza —Tranquilo hijo.

—Y-ya ssee fueee— logró decir estaba aterrado. Fue un pitbull el que le mordió cuando era pequeño y así desarrollo su fobia a los perros.

—Sí, ya se lo llevaron— señalo a la puerta para que lo sacaran del set —Ya, tranquilo— le frotó la espalda.

Los actores y staff miraban con pena aquella escena. Un hombre con miedo a los perros.

————

—¿Mejor?

—Sí... Lo siento— dijo con sus mejillas sonrojadas. Todos trataban de animarlo.

—¿Es su hijo, verdad director? — cuestiono uno del staff.

—Sí. Kagami Taiga, tiene 19.

—¡19! — exclamaron todos ¿Enserio 19? ¡No parecía de 19 años!

—Si— tora rió. Taiga parecía algo mayor y se debía a que había heredado su gran altura y complexión.

—Mucho gusto.

—¿Taiga que haces aquí? ¿y tú madre?— pregunto Tora.

—Mamá envía esto— entregó los papeles algo arrugados y el almuerzo.

—Gracias. Ahora entiendo por qué no los encontraba— rió nervioso por la mirada asesina del guionista —Espérame una hora y almorzamos juntos, te pediré hamburguesas.

Asintió feliz y se quedó esperando... o eso pretendía.

—Taiga ven.

—¿Qué sucede?

—¿Qué dices, Karla?

Karla, una mujer castaña, miraba a Taiga de pies a cabeza —¿Hace ejercicio?

—Sí.

—Será perfecto.

—Bien.

—¿Para qué? — tenía un mal presentimiento.

—Hijo, papá necesita un gran, gran, gran favor.

—¡No! — chilló.

—¿Hamburguesas por un mes? — taiga negó — Todos los tenis que quieras — volvió a negar pero esta vez dudoso —¿Mi auto? — su hijo negó levemente — Mi auto de por vida... Bien, — taiga no negó nada.

En menos de 10 minutos se vio en ropa casual bastante ajustada —¿Qué tengo que hacer?

—Verás...

———

—Acción.

El pelirrojo caminaba por el parqué mientras usa una sombrilla para cubrirse de la lluvia que no tenía piedad de nadie esa noche. Conforme avanzaba una figura borrosa se hacía más cercana. Era una bella mujer completamente sola; cuando paso a su lado escucho los leves sollozos y no pudo evitar detenerse, giró sobre sus talones.

La mujer alzó la mirada, un joven de bellos ojos rojos la miraba intensamente.

—¿Esta bien?

—S-sí— tartamudeo hipnotizada por la mirada.

—¿Esta segura?

—Sí...

—No debería estar sola en medio de esta lluvia, se va a enfermar.

—Eso no me importa. A nadie le importo.

—Alguien estará preocupado por usted.

—No. Ya no hay nadie. Me enamore de otra persona teniendo novio pero sigo amando a mi novio. Los amo a los dos. Ahora ambos se enteraron y me abandonaron.

—Ya veo — se quitó la bufanda y la enrollo en el cuello de la mujer — Sí realmente la quieren, la buscarán. Pero tendrá que decidirse por uno— le entregó la sombrilla a la mujer.

—Pero se va a mojar.

—Vivo cerca de aquí. Vaya a su casa— Taiga se alejó.

—¡Espere! — gritó en medio de la lluvia. Taiga se detuvo y volteó —¿Cómo se llama?

—Tenshi.

—¿Qué significa?

—Ángel— sonrió — Tenga cuidado al regresar a casa.

La mujer observó al pelirrojo alejarse.

—¡Corte! — tora no podía creer lo que acaba de pasar. Su hijo se había identificado y metido en el personaje.

—¿Estuvo bien? — taiga secaba su cabello con una toalla y estaba envuelto con otra.

—¿Bien? — dijo Jenny —¡Estuvo perfecto! ¿Eres actor?

—No— dijo nervioso al notar la mirada de los demás.

—Muy bien Taiga. Puedes ir a cambiarte. La toma quedo bien.

—Sí — temblando siguió a Danna.

—Tora, tú hijo...

—No le gusta este mundo— aclaró mientras miraba la escena grabada.

—Le guste o no, nació para esto. Nació para actuar, tiene un don natural.

Un amor a través de los años (KagaKuro)Där berättelser lever. Upptäck nu