Capitulo I

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Es fanfic con mucho occ, por lo que las personalidades no serán las mismas que anime.

Es mi primer KagaKuro, espero les guste. 



Tras largas horas de vuelo, arribaron a su nuevo hogar.

—¿No crees que se excedió? Cuenta con mucha seguridad.

—Para nada. Así nadie entrará. Vez lo que pasó en la casa.

—Eso espero. Y no me recuerdes a ese hombre, no puedo creer que entrara a nuestro hogar— dijo furioso.

—Tranquilo. Te hará daño— lo abrazó y besó los labios de su esposo.

—Estoy bien, Taiga.

—Anda. Tienes que descansar. Mañana será un día largo — tomó las unas de las maletas —¿Cual habitación será la nuestra Tetsuya?

—Por lo visto la que dice nuestro nombre— dijo de forma inexpresiva leyendo el papel pegado en la puerta.

—Ok— entraron a la habitación. Ni se bañaron ni nada, simplemente entraron a la cama y comenzaron a dormirse —Descansa amor.

—Te amo Taiga...— susurró abrazándose al pelirrojo, quien sonrió y abrazó a su esposo.

Jamás imaginó terminar enamorado y casado con Kagami Taiga; su luz, su confidente y mejor amigo.

————— 10 años antes —————

Estaban varios jóvenes reunidos en una cancha del centro de Tokio. Ese sería su último encuentro de preparatoria, pues todos iniciarán la universidad.

—Deja de joder, Bakagami.

—Responde. Te gané.

—Tsk... nadie. No estoy con nadie en estos momentos.

Su corazón brincó al escuchar eso. Aomine Daiki siempre fue su primer amor, nunca llegaron a nada serio en Teiko. Y ahora no sabía cómo decirle sus sentimientos... sentimientos que sólo los conocía Kagami... su luz. Y que estaba igual que él, el pelirrojo estaba enamorado de Kise Ryōta.

—¿Vas a decirle, Kuroko?— susurró el pelirrojo para que no los escucharan.

—Sí. ¿Y Kagami-kun?

—También. Suerte— revolvió el cabello del pelo celeste y se dirigió a su objetivo —Hey Kise, podemos hablar.

—Claro que sí, Kagamicchi— el rubio sonrió de forma lasciva al pelirrojo e hizo que se sonrojara.

———

Sabía que no tenía oportunidad. Pues Aomine Daiki había dejado claro que ahora gustaban las mujeres voluptuosas y no los donceles. Y él era un doncel, así que su oportunidad se reducía a 0.

—¿Qué querías decirme tetsu?— el moreno comió de un solo bocado la mitad de su hamburguesa.

Meditó cómo decirlo ¿Soltarlo así sin más? —A pesar de estos años, te sigo amando Aomine-kun.

Se sentía avergonzado ¿Y si él lo rechazaba? No pudo evitar entrar en pánico. Aunque su cara inexpresiva no lo demostraba estaba aterrado.

—¿Qué?— ingirió todo de un trago.

—Me gustas Aomine-kun...— se sonrojó y apretó —Me sigues gustando...

—Tetsu, lo siento yo.

Un amor a través de los años (KagaKuro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora