capitulo 31

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—Perdón _____. —dijo Zayn.

Lo miré y supé que no podía molestarme con él. Zayn no tenía la culpa de nada, todo había sido un mal entendido, aunque tampoco culpaba a Harry por aberse puesto así, después de todo esa ecena daba mucho de que hablar.

—No importa. —le sonreí para tranquilisarlo. ...

Aunque lo último que pudiera ahora fuese sonreir.

Me pusé el vestido de coctel lo más rápido que pudé y abandone la habitación.

En los escalones estaba sentado Harry con la cabeza gacha. Me senté junto a él.

Al sentir mi precencia alzó la mirada, sus ojos verdes estaban cubiertos de lágrimas.

—Sólo dime porque. —murmuró. —Porque con él, porque hoy.

—No es lo que piensas. —dije desesperada.

—¿A no? —rió seco.

—Tenía mucho de que hablar con Zayn y nos fuimos de la fiesta a un Mc'Donalds, cuando salimos un auto nos ensucio de lodo y Zayn se ofreció a traerme a casa a cambiarme. El se vistió en nuestra habitación y yo iba a hacerlo en la de Louise, pero ya sabes que la luz esta fallando y no pudé encenderla, Zayn entró y como estaba a obscuras tropezo y callo sobre mi, luego tu llegaste y nos viste.

—Quiero creer en ti. —me miró a los ojos. —Pero es que la ecena era tan... —guardó silencio. —No había mucho que explicar.

—Por favor creeme ¿Acaso no te he demostrado que te amo? dejé mi vida, a mi familia, a mis amigos, desafié al mundo entero por estar contigo, además eres el padre de mi hija ¿Crees que en mi corazón o en mi cuerpo quepa otra persona que no seas tú?

Harry tomó mi mano y la apretó con fuerza.

—Creo en tí.

Con su mano libre acarició mi mejilla.

—Te amo. —murmuré.

El sonrió entre lágrimas.

—¿Qué? —hicé una mueca.

—Ahora eres legalmente mia.

No evite sonreir también al darme cuenta de ello.

—Soy tu esposa. —mordí mi labio. —Tú eres mi esposo.

—Ya no eres más Tomlinson. —suspiró. —Ahora eres ______ Styles.

No pudé evitar que la piel se me pusiera de gallina al escucharlo decir eso. Ahora llevaba el apellido Styles, ahora era legalmente su esposa y el mi marido. Nos unía además del alma y el corazón un documento, donde estaba escrito que en verdad el era mio y yo suya.

—No puedo creer esto. —miré al cielo estrellado.

—¿Qué cosa? —preguntó.

—Hace unos cuantos años yo era solo una chica cuya única cosa que le preocupaba era la divercion, luego un hombre de rizos se presento en mi casa y me robo el aire a la primera sonrisa, creí ciertamente en algún momento que tu eras un imposible, ahora, eres mi esposo.

—Nunca digas nunca.

—Te oíste muy Bieber.

Harry rodó los ojos.

—¿Volvemos a la fiesta?

—Bien.

Le mandé un mensaje a Zayn diciendole que volvería a la fiesta y que ya todo estaba arreglado, no recibí respuesta de su parte.

Harry estacionó frente al local, ambos bajamos tomados de las manos y cuando entramos todos se nos hecharon encima ¿Por qué los novios habían desaparecido de la fiesta?

—¿Están bien? —preguntó mi mamá.

—Si Eleanor, ya sabes, siendo marido y mujer quisimos darnos nuestra primera escapada. —mintió Harry.

Mi mamá asintió no del todo segura y la fiesta siguió como si nada.

Los invitados se fueron llendo, aunque Zayn no volvió a la fiesta, al final solo quedaba la familia.

—¿Y Anne, Des, Gemma? —le preguntó mi papá a Harry.

El se tensó.

Nunca había conocido a la familia de Harry y a penas me estaba planteando porque.

—Ellos no saben...

—¿No les has hablado de _____? —preguntó impresionado.

—No, cuando me fui de Londres hace unos años mamá estaba molesta, no volvimos a hablar.

—Quiero conocerla, quiero conocer a tu familia. —dije sin más.

Harry me miró con cara de "No, porfavor"

—_______...

—Me parecé que si estan casados y con una hija, lo más normal es que la presentes con tu familia. —señaló mamá.

Harry asintió.

—A penas pasé la luna de miel iremos a Londres.

—¿Cuanto tiempo se irán? —preguntó mi mamá.

—Dos semanas en el Caribe y una en Londres. —hablé antes que Harry.

El de nuevo me miró con la misma cara.

Todos abandonamos el local, mamá y papá se llevaron a Louise, ya que hoy era nuestra luna de miel.

—¿Lista esposa mia? —cuestionó Harry cuando estabamos frente a un lujoso hotel cinco estrellas.

—Lista.

Me tendió la mano, entramos al hotel, nos dieron nuestra llave y enseguida subimos.

Cuando la puerta se abrió no hice más que morir de ternura.

Era un ambiente tan típico, que siempre creí era algo trillado, sin embargo, que dicho espectaculo estubiera montado para ti se sentía hermoso.

Un camino de velas te llevaba a una cama enorme con sabanas blancas y cortinas de seda cubierta de petalos de rosas rojas, en la mesa una botella de vino con hielo y dos copas, alrededor del piso también había petalos distribuidos.

Harry me cargó como se carga a las novias.

—La tradicion. —rió.

Cargando me llevo hasta la cama y ahí me dejo caer con delicadesa.

No esperamos mucho y de inmediato el se decisó de mi vestido, el conjunto de ropa interior ya no era una sorpresa, sin embargo el me miraba deseoso. Como de costumbre no tardamos mucho en desbestirnos, sin embargo, esta vez disfrutamos más que nunca hacer el amor.

No era el simple acto sexual, coito entre dos humanos del sexo opuesto, era la unión de dos almas gemelas que habían luchado contra el mundo entero para estar juntos y defender su imposible amor. Ahora después de años, finalmente estabamos plenamente felices y juntos, ahora nadie iba separarnos, ni la muerte misma, porque si el caía yo caía, así funcionan las cosas cuando uno esta enamorado, el paquete es de dos, si tu saltas yo salto, si tu ries yo rió contigo y si lloras, pues también lo hago solo por acompañarte e intentar hacerte feliz.

Su cuerpo moviendose al compáz del mío ahora se sentía diferente, especial, único. Dichosa entre las sábanas blancas me sentía, pues no era un simple hombre el que me hacía el amor con tanta ternura ahora, si no mi esposo, mi Harry, el amor de mi vida.

El mejor amigo de papá *-*Where stories live. Discover now