Mi todo (CAMREN G!P) *PAUSADA*

CAPÍTULO 16 (parte 1-3)

POV LAUREN

Cuando le dije eso a Camila, salí del baño y me acerqué a mis amigos. Estuvimos como media hora en las gradas fumando y hablando de puras idioteces. Cuando vimos que un profesor se acercaba hasta las gradas, salimos huyendo y entramos al edificio. Al pasar por el baño de chicas donde tiempo atrás había dejado a Camila, escuche como alguien gritaba que la soltaran, al escuchar el nombre de Austin, me acerqué a la puerta y pude afirmar que era ella, era Camila. Miré a los chicos que me me miraban con cara de, "¿que coño haces?" Les dije que Camila estaba siendo golpeada por el mojón, y teníamos que ayudarla. Drew sin pensárselo dos veces le dio una patada a la puerta haciendo que esta se abriera de golpe. Lo que vieron mis ojos me dejo completamente estupefacta, Austin estaba apunto de violar a Camila, por fin reaccione y me lancé sobre él seguida de Alexa. Le pegué hasta dejarlo muy mal herido. Tenía sangre por todas partes, la nariz, la ceja, los labios los tenía rotos, al igual que un par de costillas, que Alexa y yo juremos romperle. Cuando un par de brazos fuertes nos sostuvieron a Alexa y a mí, me separé y miré a Keaton con cara de ¨déjame partirle la cara a este hijo de..."

-Lauren, escucha, Lucy y Vero ya se han llevado a Camila de aquí, me imagino que querrá ver como estas. Vete los chicos y yo seguiremos dandole su merecido.

Le di las gracias a Keaton y salí de allí en busca de Camila. La busqué por unos quince minutos, pero no la encontraba por ningún sitio. Luego caí en la cuenta de que las chicas podrían haberla llevado a las gradas y corrí hasta allí. Cuando la divise a lo lejos reduje el paso, me acerqué lentamente, y ella desvió su mirada hacia mí, como si hubiera sentido mi presencia.
La vi levantarse y correr hacia donde me encontraba, yo solamente abrí los brazos y esperé a que su caliente y hermoso cuerpo chocara contra el mío. Cuando lo hizo rodee su cintura con mis brazos y sentí como una sensación de... ¿paz? enorme inundo mi cuerpo. Una sensación difícil de explicar. Era como si estando tan solo a un centímetro de su cuerpo, tan solo con ver que se encontraba bien, yo también lo estaría. Una lágrima rodó por mi mejilla, cuando un sollozo enorme salió de lo más profundo de su garganta. Rápidamente la sequé, y la apreté más a mi cuerpo.
Os puedo jurar que estar abrazada a ella por treinta minutos, para mi fueron como un segundo.
Sentí un vacío en mi interior cuando ella rompió el abrazo. Como si estuvieras cayendo por un precipicio. No me gustaba esa sensación, no me gustaba nada. Porque esto no me podría estar volviendo a pasar. No me podía gustar Camila, pero sus labios tan suaves, esos abrazos como si fuera un Koala, pero ¡no! No quería que me gustase, no, no podía gustarme. Esto no me puede volver a ocurrir.
Ni siquiera me di cuenta que me encontraba delante del instituto, un paramédico se acercó a mi y yo lo aparté, haciéndole saber que no era yo la que necesitaba ayuda. Se acercó a Camila y la llevó hasta una de las ambulancias.
Me acerqué a los chicos que ya estaban afuera, tenían toda la ropa manchada de sangre. Keaton y Drew me dijeron todas las cosas que le hicieron a ese desgraciado. También solté una que otra carcajada por todas las palabras dichas por ese imbécil. Que si esto lo pagarían, que si me cortaría mi "pequeñito" amigo, que si me mataría, y muchas cosas estúpidas más.
Estaba hablando con las chicas, cuando sentí que dos brazos rodeaban mi cuello y lloraban escondida en él. No sabía como reaccionar, no me esperaba esa muestra de cariño de su parte, justo cuando iba a romper el abrazo, incómoda por mi reacción, la apreté contra mi cuerpo y así estuvimos hasta que ella creyó que era suficiente. Justo cuando lo hizo sacaban en una camilla al imbécil de Austin.
Noté como él estaba mucho peor a cuando me marche para buscar a Camz. También note como giro la cabeza hacia Camila e hizo un intento por sonreírle, unas ganas terribles de abalanzarme sobre el y dejarlo completamente echo trizas recorrieron por todo mi cuerpo, y si Keaton y Alexa no me fueran sujetado, os juro que lo hubiera echo.
Mire a Camila y vi como su cuerpo temblaba. La obligue a mirarme, posando una mano en su hombro y la abracé. Volvió a llorar en mi pecho y sentí como sus piernas temblaban haciéndola perder el equilibrio y caer al suelo, llevándome con ella. Se aferró a mi cuerpo como si de el dependiera. Y yo solo pude quedarme callada y dejar que se desahogara en mi pecho.
Minutos más tarde observe como sus amigas llegaban, pero al ver el estado en el que se encontraba su amiga, no dijeron nada. Ni siquiera se acercaron, cosa que interiormente agradecí. Minutos después, paró de llorar pero no se deshizo del abrazo. En esta ocasión fui yo, quien lo hizo. Hice que levantara la cabeza y, cuando su mar chocolate, chocó contra mis ojos, el aliento se quedo atorado en mi garganta. Como si no fuera fundamental para vivir. Como si lo único que necesitase en ese momento, fuesen sus labios contra los míos.
Me fijé en como su mirada viajaba de mis ojos a mis labios, quedándose perdida en ellos por un momento. Y entonces lo hizo. Junto nuestros labios tan ansiosa y apasionadamente, que me robo lo poco que me quedaba de oxígeno. Pero eso ahora no era importante. Lo único que importaba en aquel momento, eran sus dulces y aterciopelados labios sobre los míos.
Llevé mis manos hasta su cintura y la apreté más contra mí, sin dejar que una ráfaga de aire fresco, corriera entre nosotras. Ella llevo sus manos hacia mi cabello y me acercó más hacia ella, como si eso fuese posible. Solté un gemido casi inaudible cuando su lengua invadió mi boca, explorándola, saboreándola. Me encontraba en el cielo, que digo en el cielo, estaba en el paraíso. Sus labios eran como una droga para mí, una droga de la que eres incapaz de desintoxicarte.
Cuando el chirrido de unas llantas resonó por todo el estacionamiento, Camila se separó de mí, dejándome con ganas de más. Con unas ganas tremendas por devorar sus labios.  

Pero ¿que dices, Lauren? Solo ha sido un beso. Recuerda para que la necesitas y no seas inútil.

Dejé que sus padres la abrazaran y lentamente retiré mis brazos de su cintura. Ella me miró asustada y le di una sonrisa que ella no tardó en corresponder.

Angustiada, salí de allí lo más rápido posible, sentí que alguien me seguía, así que empece a correr más rápido.
Corrí como hacia tiempo no lo hacía, como en la pesadilla, corrí como aquella vez. Corrí hasta que mis piernas no pudieron más y me hicieron caer. Y lloré. Lloré tanto que me era imposible respirar. Lloré por todo, por mi abuela, por ellas, por aquel día, por mi familia y por Camila. Lloré hasta que unos brazos rodearon mi cuello. Y lloré aún más cuando su aroma a fresa inundó mis fosas nasales.
Y fue en ese instante, cuando me di cuenta, de que por mas que intentara guardar estos sentimientos, era imposible.
La abracé y escondí mi cara en su cuello, ahora los papeles habían cambiado y era ella la que me sostenía. La quería y sabía lo que eso conllevaba, y lo que menos quería en este mundo era hacerle daño.
Por eso era mejor dejarla ir.
Porque fue allí en mitad de ninguna parte, cuando me di cuenta de que yo, era un completo desastre y ella, demasiado fascinante.
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Holaaaa, siento no haber podido actualizar antes, pero como regalo haré un pequeño maratón.
De veras muchas gracias por leer, no sabéis lo importante que es para mi, saber que hay personas, a las que le gusta lo que escribo. De veras, muchas gracias.

Lupe