una vida con mi ídolo. |ElRubiusOMG|

psicosis

Ayano

Mi manos temblaban, mi frente sudaba, mis ojos no tenían control en lo que miraban. Hay demasiada gente en el centro de Madrid, no puedo con todo esto, siento que voy a estallar. Un puto ataque de ansiedad.

Rubius me miró con cara de preocupación, ''¿Estás bien?'' dijo, pero no supe que responder.

Me costaba respirar, miré el banco más cerca para sentarme, mi pulso se estaba disparando y mis lagrimas corrían desordenadamente por mi mejillas.

-Ruben..

Rubius se me acercó y me abrazó, no sabía qué hacer, estaba nervioso.

-Ayano tranquila, tranquila..

Duramos quince minutos intentando calmarme y hablando cosas para olvidarme de lo ocurrido.

-¿Estás mejor?

-Si.., creo que ha sido un ataque de ansiedad.

-Me tienes aquí para lo que quieras.

-Gracias Ruben.., ¿Terminamos con esto? -Dije poniéndome de pie un poco mareada para entrar a la tienda que se llamaba "Otaku Center", ubicada cerca de Gran Vía.

Rubius entró conmigo, nos dispusimos a ver juegos, posters, camisetas y cosas así, hasta que vimos lo indicado.

Un poster de Five Nights At Freddy's con todos los personajes del 1er hasta el último juego, pagamos y lo envolvimos en papel de regalo.

-¿Ahora qué quieres hacer guapa? -Dijo Rubius quitándose los lentes para dejarme ver sus ojos.

-¿Qué hora es? -Pregunté saltando ya que me estaba aburriendo.

-17:59.

-¿No deberíamos de estar alistándonos y tal?

-Cierto.. pero.. ¿Tú en tú casa o en la mía?

-Donde sea, aunque me gustaría ir a la mía tengo que buscar mi ropa y eso. Tu ropa me queda un poco grande. -sonreí.

-Te acompaño.

Tomamos un coche de alquiler y partimos a mi casa, el trayecto se basó de Rubius cantando canciones de Eminem y yo siguiéndole ya que este trayecto era de unos cuarenta y cinco minutos.

Aparcamos y tocamos el timbre. Mi madre salió y nos recibió con una sonrisa, subí las escaleras hasta mi habitación dejando a mi madre y a Rubius en el salón.

-A ver que me pongo, joder.

Rubius

-¿Qué tal España, Nakamura-sama?

-Pues ya vez, acostumbrándome a la vida cotidiana de aquí.

-¿Cuánto tiempo lleva aquí?

-Doce años.

-¡Madre mía! Me imagino lo duro que debió de ser dejar a Ayano con su padre en República Dominicana.

-Si.. La pobre le ha dado un choque fuerte en estos últimos años, además de la pérdida de su hermano menor.

-¿Qué..?

-Tuve un hijo con mi actual esposo, pero lamentablemente no sobrevivió. Ayano cayó en depresión y ansiedad severa ya que siempre ha querido un hermano. Desde entonces le cuesta volver a la normalidad.

No puede ser, ¿Cómo no me di cuenta? Que tonto soy..

-Lo siento tanto.. Nakamura-sama...

-No te preocupes, eso la hace más especial, es mi niña. Gracias a las terapia esta mejorando poquito a poco.

-Una madre así necesitan muchas chicas, la mayoría de las madres de aquí no les importa mucho lo que hagan sus hijas.

-Menos mal que me criaron así y tocó ser así.

-Estoy de acuerdo, mi madre es así con mi hermana menor.

-¿Me prometes algo, Rubén?

-¿Sí?

-Cuídala.

-Con mi vida.

Nos dimos un abrazo y en eso llega Ayano con su mochila y una sonrisa.

-Ya me voy mamá.

-Cuídate cariño, ten cuidado, no tomes mucho eh, aún eres menor.

-Ya lo se, sabes que no me gusta el alcohol.

-Buena chica.

-Bueno, nos vemos pronto Nakamura-sama. -dije guiñándole el ojo.

-Pasadla bien chicos.

Salimos del portal de la casa de Ayano y nos fuimos a la mía.

Buah, puro relleno, estoy maso estresada, but well.

votad ya sabéis.

-s.