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Verdades en la cara


Rendida me senté en la acera del hospital, había sido mi última opción para conseguir un empleo de médico auxiliar, por lo que, cansada, aguanté las ganas de llorar frente a la gente y decidí levantarme, pero a media acción noté que alguien me miraba. Agudicé la mirada y ví esos ojos negros de aquella noche en que no permití que se cerrarán.
Ben estaba ahí, sentado en una banca enfrente del hospital... mi corazón se aceleró ¿Qué hacía afuera de un hospital? ¿Esperaba a alguien?

Mi curiosidad fue grande, por lo que caminé hasta él y me senté a su lado. Su mirada se desvió hacia mí, y no supe que decir.

—¿Qué quieres? —preguntó dejando a un lado el cigarrillo. 

—Sólo quería saludarte —contesté evitando su mirada.

Se quedó en silencio, sólo fumando de su cigarrillo y miraba las puertas del hospital.

—¿Esperas a alguien?

Fijo su vista en mí, después sonrió fingidamente.

—Eres muy metiche —contestó sin ningún pudor.

Contuve la respiración y sólo pude pronunciar.

—Lo siento...

Me había quedado quieta, nunca nadie había sido tan directo conmigo.
En silencio me levanté de la banca sin mirar atrás, pero su voz me detuvo.

—No quise ser grosero, pero es que en serio eres entrometida —seguí sin mirar hacia atrás y comencé a caminar.

Al llegar a casa lo primero que ví fue a Danny, mi novio desde hace años. Miraba la televisión con una cerveza en mano y un cigarro en la otra.

—¿Dónde andabas, amor? —preguntó sin dejar de ver la televisión.

—Fui a conseguir trabajo ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en el trabajo?

Caminé hacia mi habitación y desde ahí escuché como eructaba y reí.

—Ya te dije que no debes preocuparte, yo te puedo apoyar. Hoy tengo el día libre, te lo dije. Por cierto, van a venir unos amigos, los del instituto.

—¿Sigues con esos maleantes? ¿Te habías peleado con ellos, no? —regresé con él y me senté a su lado. 

—Reconciliación, diez años no fueron en vano, cariño. 

—¿Por qué si llevamos tantos años juntos no los he conocido? —me abrace a él y río. 

—Ni yo lo sé, pero hoy los vas a conocer.

—Al menos hubieras limpiado el departamento

—¡Vamos a limpiarlo! —dijo y me levantó de la mano.

***

Sonó el timbre de la casa y dejé de maquillarme, Danny caminó hacia la puerta y lo seguí un tanto emocionada.
Iba a conocer a sus amigos.

Un grupito de chicos le sonrieron a mi novio y entraron a la casa. Mi corazón se detuvo un instante al ver que una cara conocida entraba con ellos.

Miré discretamente al chico que había llamado mi atención y efectivamente volví a ver esos ojos otra vez en el día.

Ben estaba ahí, mirándome con la misma sorpresa que yo.

—Mi amor, ellos son mis amigos, James, Cameron, Sam y Ben —dijo Danny tomándome de la cintura y acercándome a él.

Sonreí y comencé a saludarlos.

Podía notar la incomodidad del chico, pues no debe ser divertido saber que la pareja de tu amigo es la misma chica que "salvó" tu vida.

Se sentaron en la pequeña mesa de mi casa, pues al vivir sola (a veces con Danny) no es necesario tener muebles grandes.
Comenzamos a comer y ellos empezaron a platicar sobre la posibilidad de crear nuevamente una banda, pues nunca lo habían intentado, ya que sólo eran una banda de garage desde hace tiempo.

—¿Quieren más pasta? ¿O cocino mal? —trate de bromear un tanto con ellos, y sonrieron.

—No gracias, Hanna. Está muy buena tu comida, pero estoy satisfecho —dijo Cameron sonriéndome.

—Yo si quiero más, ¿tu no, Ben? —preguntó Danny y Ben quitó la mirada de su plato.

—Oh no, es más, debo irme —dijo dándole un sorbo a su cerveza.

—¿Tan rápido? No llevamos ni una hora, íbamos a ver el partido —Danny frunció el ceño y miro a Ben con curiosidad.

—Debo ver a Ciara, está enferma y ya ves como es —dijo y se levantó. —Muy buena tu comida, Hanna. Nos vemos luego.

Y sin más salió de la casa.

Me quedé mirando la puerta unos cuantos segundos más, no entendía el por qué de su huida, porque sí, huyó. Tal vez Ciara es muy importante para él, debe ser su novia o su prometida.

Algo en mi se estremeció.

Ben es muy misterioso.

Segundo capítulo! Espero y sea de su agrado.

Voten y comenten que tal está quedando.

Goats-in-trees.

¡Oh, Mi Agonía! [Ben Bruce]Where stories live. Discover now