Cogí mi bolso y me lo pongo de manera cruzada, salgo de mi habitación y cuando me encuentro ya en la planta baja puedo oír a mi abuelo hablar con alguien, me asomo a la sala y lo encuentro sentando frente a su laptop.

― Abuelo, saldré ahora.― Le aviso, él se quita sus lentes de lectura para poder mirarme.

― Ten cuidado en esas fiestecillas de fraternidad, Mel.― Me acerco para darle un beso en la mejilla.― Si te aburres no dudes en llamarme que yo iré por ti en seguida.― Sonreí.

― Lo haré.

Esta vez salgo de casa y corrí a subirme al auto de mi nueva amiga, esta tarde había hablado con Rebeca sobre cómo ha sido estos días en mi nueva universidad. No se le escuchaba muy entusiasmada como suele estarlo cuando la llamo y me pregunto si estará todo bien allá en donde está.

― ¿Lista para divertirnos esta noche?― Preguntó Luna mientras conduce.

― Supongo que si estoy lista para la diversión.― Sonrío y ella también.― Creo que desde año nuevo no salgo a divertirme.― Añado y ella se echa a reír.

― No las pasaremos bien.

Eso espero.

***

Cuando llegamos a nuestro destino me quedo boquiabierta, nos bajamos del auto y caminamos hacia la entrada. Por un segundo creí que iríamos realmente a una fraternidad pero no, estábamos en el centro de Seattle frente a un edificio de die pisos que estaba siendo iluminado de muchos colores.

En la entrada había una fila curva con más o menos treinta personas esperado entrar, dos guardias estaban en la entrada con una chica quien a parecer recibía las invitaciones.

― Espera.― Le sostengo la mano a la rubia logrando que se detenga.― ¿Trajiste las invitaciones?― Le pregunto, ella frunce el ceño y entonces le hago una seña con la mirada para que mirase la entrada principal.

― A no te preocupes por esos guardias, déjamelo a mí.― Me tomo la mano arrastrándome hacia la entrada, ella saco su móvil y tecleo algo a alguien.

― Nombres.― Nos preguntó uno de los guardias, habíamos pasado de lago del chico quien revisaba lista y recibía las invitaciones.

Entonces el chico de lentes oscuros le susurro algo al guardia y al instante, él nos deja entrar y puedo ver la sonrisa triunfal de mi amiga.

¿Qué fue eso?

Una mujer de vestido corto nos invita ir con ella, subimos por las escaleras hasta el segundo piso y un portero retira el cordón para dejarnos pasar, entonces la sorpresa en mi cara es evidente.

¿Qué ese lugar?

― Cuando tu familia tiene mucho dinero te puedes dar el gusto de hacer estas fiestas así de costosas.― Me dice Luna, para nada sorprendida.― La mayoría de los estudiantes de derechos sus padres son riquillos, es típico que nos les importa mal gastar un poco de dinero para complacer a sus hijos y pues ya ves aquí.

Recuerdo que mis padres más bien mi madre y abuela se morían por hacerles fiestas de cumpleaños así de inmensas a mi hermano mayor pero él siempre se negó, no es su estilo y el mío tampoco, yo siempre he preferido algo más íntimo.

<< Pudiste hacer algo así de grande, Wells...>>

Pude haberlo hecho sí, pero no soy de llamar la atención con fiestas grandes.

― ¿Cómo hiciste para que nos dejaran entrar?― Le pregunto.

La música está demasiado alta, todas las ventanas estaban polarizadas y las luces de colores bailaban aquí dentro. Este lugar es inmenso, m amiga me lleva más a dentro chocamos con algunas personas pero ni siquiera les importaba.

Choose me: Un Final Definitivo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora