Capítulo 34. Mike Miller

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-Obviamente, siempre eran mayores que yo, además, no existían- la chiquilla hizo un puchero- Eso siempre me dolió. En los libros los detectives eran- ella suspiro- atractivos, diferentes.

-Y eso era por lo que te gustaban- el pequeño estaba queriendo evitar reír

-No te burles... Suele pasar que te enamoras de alguien que nunca vas a alcanzar- la mirada de Brigette se cruzó con la del azabache, pero, al instante la apartaron- Y otras que, aunque pasa no es amor sincero.

-Me parece raro que alguien como tú que dice "no conocer el amor"- John hizo unas comillas con los dedos- Sepa tanto de ese tema

-Me baso en lo que he visto, no en lo que he vivido- Un mensaje callo en el celular de la pequeña haciendo vibrar su bolsillo. Dejo de caminar al mirar el nombre del remitente.

Enana, mueve tu trasero de mula hasta el

Aeropuerto. No tengo tiempo para esperarte.

MM

-Imbécil- susurro llamando la atención de los dos hombres- Chicos, debo... Tengo que irme- Sherlock frunció el ceño haciendo preocupar a la pequeña- Es que debía hacer algo y se me olvido.

- ¿Es urgente? Recuerda que estamos a punto de terminar este caso- John la miro, intentado que se quedara.

-Sí ¿No te enojas? - pregunto al azabache que la miraba con molestia- ¿Sherlock?

-Si te vas vete ya- el alto se encogió de hombros queriendo mostrar su indiferencia.

-No seas así, no quiero que te enojes- se acercó a él y le tomo la mano- Enserio es urgente- Sherlock la miro a los ojos, ella sonrió causando que toda la molestia se fuera del Consultor.

-Te veo en Baker- Ella lo soltó con un brillo en los ojos.

-Adiós John ¿Te quedaras en Baker hoy? - dijo mientras se daba la vuelta para buscar la calle principal.

-Sí, te veo en la noche- la chiquilla solo levanto la mano enguantada en señal de despedida, pero por dentro estaba reventando de alegría- ¿Desde cuándo se tratan así? - pregunto el rubio mientras reanudaban la marcha.

- ¿Así cómo? - Sherlock miro por última vez hacia atrás donde la pequeña caminaba.

- Así cariñosos entre ustedes- John observo que su amigo estaba a punto de cerrarse por completo.

-Solo somos amigos- dicho esto el Consultor se cerró en su mundo no prestando atención a nadie más que sus pensamientos.

ᴥᴥᴥ

La chiquilla entro a la sala de espera del aeropuerto recordando la primera vez que había estado ahí, busco con a su amigo sintiendo que los nervios se hacían cada vez más fuertes. El jefe levanto las manos para llamar la atención de la pequeña que enseguida los localizo.

Camino con sus piernas considerando que se convertían en gelatina, su respiración era agitada necesitaba contarle a alguien todo lo que había vivido en esos meses, y sobre todo necesitaba ver a la única persona en que ella dejaba su confianza. Conforme se acercaba las facciones del rubio se le hicieron más reales, sus lágrimas se deslizaron por sus mejillas sin que ella las dejara salir, el rubio se levantó mirándola con cierta satisfacción.

Entonces los dos se aproximaron fundiéndose en un abrazo, un año y medio sin verse, pero parecía que habían pasado siglos desde la última vez.

-Siento arruinar el momento, pero pareces no haber crecido nada- dijo el rubio mientras le acariciaba el cabello suelto.

-Cállate imbécil, debo contarte muchas cosas, pero, ahora quiero disfrutar de tu abrazo- ella metió la cabeza en su cuello mientras sollozaba en silencio.

My Reflection (Sherlock) (En edición) Where stories live. Discover now