Capitulo 12.

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-Harry...-Mi voz me traicionó no saliendo tan firme como había deseado.

Su boca cubrió la mía antes de que pudiera hablar de nuevo. Podía sentir una opresión en el pecho que me impedía respirar. Con seguridad, su mano continuó bajando guiando la mía hasta detenerse cuando ésta llegó al lugar preciso que él quería. Temblé al sentir el bulto en mi palma y Harry también lo hizo, soltó un casi insonoro gemido que lo hizo separarse de mis labios. Besó mi mejilla lentamente y mordió mi mandíbula mientras recorría la sensible piel hasta llegar a mi oído.

-Tócame-Susurró al mismo tiempo que infringía mayor fuerza en su agarre.

Harry se movió un poco hacia atrás debido al roce y algo dentro de mí se encontró maravillado con la imagen delante de mis ojos. Moví mi mano de la misma forma en que él lo había hecho. Sus ojos se cerraron con fuerza y atrapó su labio inferior entre sus dientes.

-¡Mierda!-El ronco sonido de su voz inundó la habitación.

Soltó mi mano cuando se percató de que ya no era necesaria su instrucción ya que yo lo estaba haciendo por cuenta propia.

No podía dejar de mirarlo. Todas sus facciones estaban tensas y se veía débil, tan débil, no parecía Harry el chico rudo que compite en carreras ilegales, que todos admiran y temen al mismo tiempo, que por poco y le rompe la cara a golpes a otro hombre menos de veinticuatro horas atrás. Verlo así no me hace sentir tan intimidada como usualmente me siento cuando estoy con Harry.

Y me gusta.

Detuve mis movimientos al ver la mueca de dolor plantada en su rostro, de seguro había hecho algo mal pero no tenía ni idea de qué. No sabía qué hacer, no sabía nada.

-No...no te detengas.

Nuevamente guió mi mano para que ejerciera presión sobre su entrepierna y no puse resistencia alguna.

Harry quitó las gafas que colgaban de su pecho y las lanzó en la cama, tomó mi otra mano que se encontraba alrededor de su cuello y la bajó por su pecho hasta llegar al primer botón de la camisa de cuadros que llevaba puesta, sus ojos llameantes fijos en mi rostro me hicieron ruborizar al instante.

-Quítamela-Susurró con voz ronca.

Con torpeza subí mi otra mano al encuentro con el botón y comencé a desabrocharlo. Creo que nunca había tenida la respiración tan agitada como en esos momentos, nunca había sentido esa llama dentro de mí que no se apagaba y que de todos modos no quería que lo hiciera. En esos momentos lo único que deseaba era que permaneciera en mí para darme fuerza y valentía, palabras que usualmente nunca podrían utilizarse junto a mi nombre. Las manos de Harry se ubicaron en mis caderas para darme más soporte y al mismo tiempo acercarme a su cuerpo tanto como él quisiera.

Continúe soltando los botones uno por uno hasta llegar al último, me detuve mirando fijamente el botón que acababa de desabrochar hasta que finalmente me armé de valor y alcé la mirada. Sus ojos estaban oscuros y dilatados, evaluándome minuciosamente. Luché contra mi impulso de bajar el rostro y le sostuve la mirada, tanto como pude.

Hice mi cabeza a un lado cuando Harry se inclinó para llegar a mi oído y su cabello rozó mi costado haciéndome estremecer.

-Quítamela Sky-Susurró profundamente.

Y si la voz fuera de colores, la suya sin ninguna duda sería negra. Incluso más oscura que el negro. Mucho más.

Solté un pesado suspiro a medida que él empezaba a repartir besos por mi oído y a lo largo de mi mandíbula, con manos dudosas deslicé la camisa por sus hombros quitándosela completamente y dejándola caer en la cama detrás de él.

Speed And LoveWhere stories live. Discover now