Enredos de oficina - Capítulo 6

1.4K 55 141
                                    


Wolfram parece el mismo de siempre, y a la vez me resulta muy distinto. Tengo esta sensación extraña cuando estoy con él que va y viene. No soy tan idiota como parezco, pero realmente no estoy seguro de lo que pasa aunque tengo mis sospechas.

Lo que más me intriga es saber qué está pensando Wolf, mataría por un segundo en su cabeza para ver sus pensamientos, un pequeño vistazo y ya. Solo para apaciguar unas pequeñas dudas.

Han pasado dos semanas desde que comencé a pensar diferente. La verdad es que a veces me siento culpable por el rumbo que toma mi línea de pensamientos. Wolfram es un amigo, tal vez estoy exagerando las cosas y es solo su forma de comportarse, hay que tener en cuenta que tampoco he terminado de conocerlo del todo.

Me estoy haciendo un lio yo solo.

—Coca cola para ti.

Estaba parado aquí como un idiota de brazos cruzados mirando el techo hasta que me habló. Wolf me extiende el vaso de bebida y me demoro unos segundos en tomarlo. No le he dado dinero cuando llegamos, así que esto lo ha pagado él.

Esta es como la cuarta vez que venimos al cine, y por la forma en que me siento estoy arruinando la experiencia dándole cuerda a mis ideas tontas. Todo lo que antes era normal se siente distinto. No puedo dejar de notar su amabilidad para invitarme algo, pedirme las entradas para dárselas a la persona que las corta en la casilla, dejarme pasar primero para elegir el asiento que más me guste...

¡Se siente como una cita! No quiero pensar en el papel que estoy jugando en la hipotética cita, ni el que Wolfram se ha adjudicado por su cuenta. Tampoco estoy reaccionando, me he dejado llevar sin tomar decisiones, así que no me puedo quejar de que se encargara de todas esas cosas.

Lo observo una vez que estamos sentados, está tomando de su bebida mientras escribe un mensaje en el celular con una sola mano, no me está prestando ni un ápice de su atención. Es normal. Y no sé porque estoy tan interesado en ver cómo se comporta o como no se comporta conmigo. Cuando me mira me ofrece su vaso, niego con la cabeza y me quedo esperando, la pantalla aún está apagada. Normalmente compartimos las bebidas porque él siempre pide algo diferente que yo, no voy a tomar eso como un detalle en particular.

La causa de todo esto es que he comenzado a sospechar que le gusto. Él jamás ha dicho nada, obviamente, ni ha hecho algún avance atrevido y resuelto como para que intencionalmente me diera cuenta de algo como eso. Wolfram solo está contento con mi compañía y cada vez es más atento, solo eso. Pero hay pequeños detalles que me han dado que pensar.

A veces puedo ser muy desconfiado y calculador. Estoy tratando de mantenerme centrado, no voy a decir una palabra acerca de mis pensamientos porque si estoy equivocado creo que podría ofenderlo profundamente y mandar todo al garete. Con lo orgulloso que es de seguro no le gustaría que la gente asuma cosas por su cuenta si él no ha sido directo o explícito. Estos últimos días esta idea me ha perseguido mucho, pero debería parar.

Las luces se apagan y comienzan los trailers. La película de hoy no es del tipo que siempre venimos a ver, pero era la única que acepté cuando Wolf la propuso, no había una cartelera demasiado interesante esta semana.

Es una película de terror, no tengo muchas esperanzas, pero veo que ha venido bastante gente. En general hay muchas parejas jóvenes, y puedo imaginar el porqué, este tipo de películas asustan a las chicas y si resultan aburridas las usan como excusa para otras cosas. Es un género que atrae a novios y adolescentes. No voy a imaginar cómo nos vemos Wolfram y yo solos viniendo a ver esto, hay más tipos de nuestra edad solos o de a dos, así que estamos dentro de lo normal.

La película es mala, me aburro al poco tiempo de que comienza aunque le pongo ganas, no me puedo concentrar porque lo que pasa es básico y no me asusta para nada, ni siquiera con los sonidos. Estoy más interesado en Wolfram aquí a mi lado. Quiero observarlo un poco, ver su perfil blanquecino iluminado por la luz de la pantalla, pero no quiero ser evidente así que apenas he echado un vistazo. Mantengo la vista baja, observo la posición de sus piernas, su brazo esta sobre su muslo. Parece que tampoco está disfrutando porque se ha doblado hacia el otro lado y apoyado el codo en el apoyabrazos para descansar el rostro en su mano. El asiento contiguo que da al pasillo está vacío.

Enredos de OficinaWhere stories live. Discover now