Capítulo 24: "Juntos" (final)

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¿T-tú y yo? ¿Vivendo sólos? ¿Hablas enserio?-

Claro que hablo enserio.-

¿Pero por qué? ¿Y a dónde iremos? ¿Y los gastos? Y-

Son suficientes preguntas, ¿no crees?- ella agachó la cabeza y susurró un inaudible "perdón" - ¿Por qué no aceptas simplemente? ¿Tanto te gusta vivir con mis hermanos y esa humana torpe?-

Es que...me pone un poco nerviosa vivir solo contigo.-

¿Acaso no quieres salir de esta mansión y olvidar todos los recuerdos dolorosos?-

Ella levantó la cabeza y le miró. Tenía razón, esa mansión solo albergaba memorias que quería borrar de inmediato.

Sus torturas en la mansión, la muerte de sus padres, las discusiones, todo lo que varias noches la mantenían en vela.

La humana ya había perdonado hace tiempo al vampiro, así que esos recuerdos amargos sobraban. Kanato estaba en lo cierto; lo mejor era irse de la mansión.

Bien, nos iremos, ¿pero a dónde planeas ir?-

¿Qué te parece...vivir al lado del mar?- Dijo el vampiro sonriendo.

El rostro de Tn se iluminó.

Me encantaría...- Kanato la tomó de la cintura y la besó tiernamente. Deseaba empezar cuanto antes su vida con ella, y sólo con ella.





El lugar asegurado; una zona a las afueras de Japón, al lado de una playa totalmente deshabitada.

La casa comprada, o mejor dicho, construida; un pequeño pero acogedor hogar en frente del mar. En ese lugar reinaba la calma, perfecto para Kanato y su política anti-ruido.

Las maletas hechas; la ropa y las pocas pertenencias de Tn cabían en una maleta de mano, en cambio, la maleta del vampiro era grande, muy grande. Según él, solo llevaba "lo imprescindible", que viene a resumirse en todo su armario, los juguetes esparcidos por su cuarto y muchísimos dulces e ingredientes para prepararlos. Si, realmenten cosas imprescindibles...para él. La humana suspiró al verlo llevarse toda la repostería de la casa. Habían cosas que, a pesar del tiempo, no cambiaban...

Sus pertenencias ya estaban colocadas en la limusina que les llevaría a su nuevo hogar. Tn se había despedido de sus amigas del instituto, de las cuáles prometió no olvidar nunca. Ellas habían hecho de su pequeño infierno un lugar más acogedor con su presencia.

Ahora faltaba despedirse de los integrantes de la mansión, quienes se encontraban en la verja de la entrada para decir adiós a su hermano y su amante.

Shu y Reiji se mostraban indiferentes ante la partida de la pareja. Laito sonrió a la humana, acercándose a ella.

Cuídate Sugar-chan, y recuerda hacerlo siempre con protecc-

¡Guarda tus sucias palabras en tu sucia boca, Laito! - dijo Kanato histérico y deseando marcharse cuanto antes.

Nfu, era una broma hermanito~ nos veremos algún día. Hasta pronto.- dicho esto, se marchó a su habitación.

Maldito pervertido, suerte que ya no tienen que vivir con él.- exclamó Subaru. Se encontraba apoyado en la verja y con los brazos cruzados.

La pequeña humana se aproximó hacia él.

Bueno...este es el adiós, ¿cierto?- Tn lo miró con una diminuta sonrisa para no despertar los celos de Kanato.

El albino se sonrojó y miró hacia otro lado.

Siempre serás mía (Kanato y tú)Where stories live. Discover now