Alma profunda (H.S)

21

¾¿Qué es esto? ¾Amanda contempló el objeto que colgaba encima de la cama soñolientamente. Este se parecía a la tela de una araña, girando dentro de un círculo de ramas. Las pequeñas gemas estaban enhebradas en la tela, y encima, donde esta colgaba del techo, varias pequeñas bolsas estaban atadas a la cuerda.

¾Es un cazador de sueños. ¾Harry, echado a su lado, se acurrucó cerca de ella, con un brazo bajo su cabeza, el otro abandonado sobre su estómago mientras ella descansaba contra su pecho.

¾He oído hablar de ellos. ¾Ella frunció el ceño.

Harry gruñó.

¾Mi madre era mitad india Harry. Ella lo tejió antes de dejarme con mi abuelo. Se supone que para provocar buenos sueños. Atrapar visiones y retenerlas en el lugar un tiempo, permitiendo a las pesadillas escapar y que los problemas que tengas no duren demasiado.

Ella inclinó su cabeza con curiosidad.

¾La mayor parte de las castas se parecen a Indios Americanos, ¿por qué pasa eso?

Él suspiró ante su pregunta, cambiando de lugar su espalda para mirar arriba al cazador de sueños.

¾El esperma genéticamente alterado tiene mucha codificación indígena. Los científicos, en sus estudios, decidieron que esto crearía a luchadores más feroces, soldados más salvajes cuando era combinado con el ADN animal. ¾Él se encogió de hombros desdeñosamente.

Ella inclinó su cabeza, contemplando el intrincado, frágil tejido y los pequeños cristales que se parecían al rocío sobre la tela de una araña.

¾¿Esto trae buenos sueños? ¾le pregunto ella entonces, dándose la vuelta para mirarlo.

La expresión en su cara era una mezcla de pena y de aceptación. Él no se ofendía por el pasado, pero estaba determinado a no repetido.

¾Es un recuerdo. ¾Él finalmente se dio la vuelta alejándose, y ella sabía que era mucho más que esto para él.

Ella siguió mirando arriba silenciosamente.

¾¿Viste alguna vez a tu madre después de que tu abuelo te acogió? — preguntó. Ella no podía imaginar su vida sin su familia. Aun molestos y frustrantes como podían serlo, todavía eran su familia.

¾Nunca. ¾Aquel tono impasible otra vez.

Ella lo miró cuando él se levantó de la cama, viendo la máscara firmemente en su lugar.

¾¿No estás lista para el desayuno aún?

Amanda suspiró en la cama, consciente de los músculos adoloridos, de la carne sensible. Él la había tomado largamente en la noche, montándola con una desesperación y una habilidad que casi los había destruido a ambos en varias ocasiones.

¾Harry ¾dijo suavemente¾. Esta es la razón por la qué huí de ti anoche. Si no hablas conmigo, entonces esta cosa del acoplamiento nunca va a tener una posibilidad.

Él gruñó ante esto.

¾La última vez que tuve noticias tuyas, tú no le daba ninguna posibilidad de todos modos. ¾Él se movió al aparador y sacó una muda de ropa¾. Voy a darme una ducha. Prepararé el desayuno mientras tú tomas la tuya.

Amanda bajó su cabeza, mordiendo su labio nerviosamente.

¾Seguiré huyendo, Harry.

Él se paró. Ella levantó su cabeza, mirando el juego de músculos bajo su piel oscura.