El intercambio (mi nueva vida en Hogwarts)

Slythindor

Tragué saliva al notar que todos me miraban, así que carraspeé esperando a que la profesora me quistase el maldito sombrero de la cabeza. Nunca creí que me pasaría esto pero...era posible que echase algo de menos Beauxbatons...al menos ahí era invisible...

"Quítame el sombrero o que este me lleve a cualquier otra casa..." pensé. ¿Quizás debería no haberle dicho nada a mitad de su veredicto? Era cierto que me habría aterrado entrar en Slytherin pero...¿acaso había roto el sombrero? ¿Y si me hacían pagarlo? peor aún...¿y si no me admitían en ninguna casa? Busqué a Dría con la mirada, la cual estaba tan estupefacta como yo. Me intentó enviar ánimos con un gesto, pero estaba aterrada. Finalmente la profesora McGonagall me retiró el sombrero y Dumbledore se acercó hasta donde nos encontrábamos.

-Señorita Espinosa...será mejor que me acompañe. El resto de los alumnos serán conducidos por sus prefectos a sus correspondientes casas. Gracias a todos, podéis retiraros.- dijo dirigiéndose hacia el resto de chicos. Ví cómo Cedric me miraba una última vez antes de pedir al resto de chicos de su casa que le siguieran, y también cómo los chicos que conocí en el partido hablaban entre ellos y me observaban. Me mordí el labio. No me gustaba recibir tanta atención...

- Por aquí, Nara...-dijo la profesora McGonagall. Me miró con comprensión, para tranquilizarme. Pero a esas alturas temblaba más que un flan. Nos dirigimos por unos pasillos y después entramos a un despacho junto al director. Me hizo sentarme en una silla frente a un escritorio y yo entrelacé mis manos nerviosa.

-Me he...¿me he metido en algún lío, señor..?- pregunté asustada.

- No...no se preocupe señorita Espinosa. Es solo que...

-¿Que narices ha pasado con el sombrero?- dijo de repente una voz grave. Me di la vuelta levemente y pude ver a un hombre vestido de negro, con el pelo por los hombros y la nariz larguirucha.

- Severus, haz el favor de bajar la voz, intentamos saber qué podemos hacer...-dijo la mujer. Suspiró y se apoyó en mi silla mirándome.- Soy la profesora McGonagall, la tutora de Gryffindor, y éste es el profesor Snape, el de Slytherin.- me explicó. Yo asentí levemente con la cabeza y me volví de nuevo hacia el director. 

-No es la primera vez que ocurre algo así en el castillo, así que no se preocupe, señorita. Sin embargo...es muy poco frecuente que ocurra. Hemos tenido gente hatstall, como aquí la señora McGonagall; sin embargo...El sombrero rara vez se equivoca, y tiene la peculiaridad de escuchar los deseos del corazón de cada alumno antes de enviarle a una casa. ¿En qué pensaste antes de que dijese eso?

- Bueno...-me revolví en mi asiento.- La verdad es que...-suspiré.- No quería estar sola...pero el sombrero me dijo que no encajaría muy bien en Hufflepuff...-dije. Volví a mirar al director, el cual asintió para que continuase.- Ya....ya sabe que la chica con la que vine al intercambio ha quedado en esa casa...y no quería estar sola. Me dijo que donde mejor encajaría sería en Slytherin o en Gryffindor...y...bueno, conozco a gente de Gryffindor...

- ¿es por eso que pensaste en Gryffindor en el último momento? No te preocupes, todos vienen aquí sin conocer a casi nadie. Harás amigos pronto...si es solo por eso...

- N...no...no es solo por eso...es que...- miré al profesor de Slytherin de soslayo.- Me dijeron que Slytherin no era la mejor casa a la que aspirar...que me iría mejor en cualquiera de las otras...-murmuré casi lo último.- Lo...siento...-dije hacia el profesor Snape. Dumbledore suspiró.

- Que original...nunca había escuchado eso antes...-puso los ojos en blanco.- ¿Entonces qué hacemos? Le volvemos a poner el sombrero, la lleváis a Gryffindor, se queda en Slytherin...¿Qué?- me sentí como si fuese el premio de una tómbola. Gruñí de una forma casi inaudible.